A través del Tiempo y la Distancia

Una Firme Decisión

Una mujer de aproximadamente cincuenta y siete años de edad se encontraba sosteniendo  la mano de su hijo, la cual estaba conectada a un salino, mientras acariciaba sus cabellos castaños, y le susurraba al oído que todo estaría bien, ya no recordaba cuantas veces en sus 16 años de vida Ritsu se había quedado dormido mientras lloraba amargamente, a pesar de que ya eran pasados cuatro años desde que habían abandonado la casa de su esposo y comenzado a vivir por su cuenta, lamentablemente su carrera como abogada no era valida en Japón; así que tuvo que conseguir trabajos de medio tiempo para poder sufragar sus necesidades básicas, porque aunque solo fuesen dos personas los gastos de alquiler, comida, energía, gas. etc. eran caros y sus salarios eran baratos. 

Recordaba como si hubiese sido ayer esos momentos en los cuales salio llevando a Ritsu, prácticamente secuestrado de esa maravillosa mansión, donde habían tenido una amarga vida, que irónico, cuando llego por primera vez a ese lugar creyó que iba a vivir un cuento de hadas con su príncipe azul, lamentablemente las cosas no son como uno las imagina, suspiro y se dijo a si misma que ahora lo que importaba era alejar a Ritsu, de ese hombre que lo quería convertir en mercancía de intercambio para el buen funcionamiento de los negocios.

Aprovecho una de las tantas citas de "trabajo nocturno" que tenia su esposo para salir de ese lugar, acomodo las cosas de Ritsu en una maleta y las de ella  en otra, jamas había tenido tanto miedo, esto sería un cambio verdaderamente drástico en sus vidas, subió a un taxi que había llamado media hora antes, él conductor acomodo las maletas en la cajuela y ella se acomodo con el pequeño dentro del vehículo, dirigió al conductor a una zona bastante retirada del lugar en donde se encontraban, cuando este arranco sintió un gran alivio se estaba alejando de una prisión de sufrimiento.

Llegaron a un edificio modesto, Ritsu había despertado en el camino, por lo tanto no fue complicado bajar del vehículo, sabia que tenia que explicarle a su hijo que de ahora en adelante vivirían en un pequeño departamento, que al menos cubriría sus necesidades básicas, ella había logrado alquilarlo gracias al dinero de todas las joyas que vendió, de las cuales aun tenia mucho en una cuenta de banco, pero sabia que no podía permitirse invertir en un apartamento de lujo; debido a que no quería que la educación de Ritsu fuera diferente, ese dinero serviría para que el siguiera recibiendo la mejor educación y para sus consultas frecuentes con el doctor,ya vería ella de que manera cubriría el resto de los gastos.

Entraron a su nuevo hogar que era un poco estrecho; debido a que se le había ido la mano equipandolo, Ritsu dio un vistazo por el lugar y lo que le dijo le dieron fuerzas para luchar y verlo sonreír siempre de esa manera.

- Me agrada este lugar mami, es pequeño, pero se siente acogedor, se siente como un hogar

Le dio un abrazo y casi se le escapan las lágrimas al saber que al menos había logrado algo de su objetivo; porque eso era lo que ella quería, que Ritsu sintiera que vivía en un hogar, donde el podría ser él y ser libre, aunque deshacerse del peso del apellido que aun conservaba no iba a ser tarea fácil.

Desafortunadamente poco le había durado el cambio de ambiente apenas habían pasado dos semanas lejos de su esposo ,y el se le aparecía enfrente de su puerta con cara de pocos amigos y seguramente con mucho que reclamar,

 - Estoy seguro que mi madre fue tu cómplice en esta triste escena de escape que tuviste, ya que ella siempre te ha apoyado en todo porque su pequeño nieto es la luz de sus ojos.

- ¿y si ese fuera el caso? no creo que a ti te importe mucho, a parte ¿qué haces aquí? ¿no es la hora en la que tienes "trabajo nocturno"?

- vine aa.... bueno veamos,  supongo que se le puede llamar lugar a esta cosa, bueno en fin, vine a que me devuelvas a mi hijo, él es un Oda por lo tanto tiene que estar conmigo y no contigo que me imagino que ni siquiera puedes darle de comer.