capítulo 18

2.8K 239 23
                                    

Secretos de familia.

—¿que quieres saber sobre la ciudad?— pregunto Elein.
— quiero que me digas lo que viste antes de entrar en la necrópolis, pero después de morir — respondiste, viste al hada agachar la cabeza y a Ban tensarse — se que no es fácil hablar sobre eso y entenderé que hallas cambiado de opinión o que quieras hablar de eso en otro momento, sea cual sea tu decicion la entenderé y respetare — comentaste para evitar que se sintiera presionada.
—¿para que quieres saber eso?— pregunto Ban un poco hostil.
— antes que nada no quiero que ella se sienta mal, por eso respetare el que cambie de opinión — respondiste tranquila, pero firme — esa ciudad no debe de existir para los vivos, rompe el equilibrio entre la vida y la muerte al dejarlos pasar estando vivos.
— en cuanto cerré los ojos aparecí en una ciudad destruida, no había nadie que me ayudara y luego aparecí en la Necrópolis — dijo Elein.

Lo que dijo te sorprendió, al parecer las almas todavía tenían contacto con esa ciudad, pero después de la guerra contra aquella mujer fue destruida, ¿porque seguían teniendo contacto con ese lugar? Una ciudad que fue testigo de la muerte de muchos.

Una ciudad que había sido destruida por culpa tuya.

—¿no viste nada más? — pregunto el muñeco al ver tu ausencia.
— fue lo único que vi, el lugar parecía abandonado y no había ni una sola alma — respondió el hada al notar tu ausencia también.
— gracias por la ayuda — dijiste mientras te levantabas — si me disculpan me tengo que ir.

Pagaste tu bebida y saliste del lugar pero Gowther no fue detrás de ti, sabia que querías estar sola por el momento.

—¿dije algo mal?- pregunto Elein.
— No, solo es algo personal, ella solía vivir en la ciudad que viste — respondió el muñeco — no hiciste nada malo.

La duda y la confusión se asomaba en los rostros del hada y el inmortal.

                        *****
—¿lo que dices es verdad?— pregunto Zeldris con lágrimas en los ojos.
— no tengo razones por las cuales mentirte muchacho, te estoy siendo honesto — respondió el hombre viéndolo fijamente.
—¿ella lo sabe?
— si lo supiera su carácter seria muy diferente.
—¿porque mi padre y Gelda hicieron algo así? La hicieron sufrir, a su salvadora y amiga.
— las razones las desconozco muchacho, cuando su clan se entero de su traición hablaron con tu padre sobre eso, él se negó a hacer lo correcto, cuando los vampiros intentaron hacer algo por la fuerza, los acuso de traición.
— condenándolos a todos.
— no quería que alguien dijera algo — dijo el hombre mientras asentía.

Zeldris no sabia que hacer o que decir, tenia más información de la que deseaba y le ocasionaba cierto dolor de cabeza.

— se lo tengo que decir — dijo el demonio — tiene todo el derecho.
— es verdad, pero no es momento para eso.
—¡¿entonces cuando?!— pregunto exaltado.
— cuando ella se enamore de ti, ese seria el momento adecuado, te tiene que amar por lo que eres ahora y aceptar lo que hiciste en el pasado, de esa forma ella no te tomaría como consuelo y si se lo explicas lo entenderá, de esa forma su relación funcionaría.
—¿que hago entonces?— pregunto más tranquilo.
— solo enamora la y conquista la.
— no me dejara hacerlo hasta saber si Nathan esta vivo o no.
— eso es algo que ya sabes, usa lo a tu favor.
—¿y como esperas a que lo haga? — ya se estaba cansando de sus indirectas.
— ese es problema tuyo, ya has logrado acercarte a ella sin meter la pata y eso de por si, ya es un milagro.

Zeldris se estaba hartando de ese hombre, tenia una actitud un poco arrogante, sarcástica y un tono de ironía, era como si todo se lo tomara a juego, además de que daba incógnitas e indirectas y no hablaba claramente, algo que desesperaba al joven demonio.

— por el momento intenta encontrarlo, si sabes a quien me refiero, de esa forma tu confusión y tus dudas se aclararán — sugirió el hombre.
— bien, pero... No se por donde empezar — respondió.
— la ultima vez que estuvieron aquí fueron al mar, a ella le gusta ver ese tipo de paisajes por la noche, también esta el lago en un bosque al este de aquí, le gusta jugar con la nieve, algo infantil, pero es la única época donde se divierte de verdad, visitaban muchos paisajes para que ella tuviera imágenes que borren sus pesadillas, el plan era borrarlas con recuerdos que siempre amará — sugirió el hombre.

Zeldris asintió y al ver que la ciudad lo estaba rechazando se despidió del hombre, y le comento que regresaría a verlo otra vez, después apareció en la ciudad abandonada y partió de regreso a Edinburgh.

Termino enterándose de cosas que no debía, descubrió verdades que le fueron ocultas, por lo que C le comento su padre obligo a los que sabían mantenerlo en secreto, pero que Meliodas no sabia nada al respecto, al parecer se lo había escondido a la familia, sobre todo a él.

Las cosas empezaban a tener sentido, cuando su padre te echó de cabeza con esa gente, tomo de pretexto a Meliodas, solamente para deshacer se de ti, la idea de saber que todo fue planeado, por el hombre a quien llamaba padre le causaba una gran decepción y una ira incontrolable, pero por el momento, tenía que decirle a Meliodas sobre lo que acababa de descubrir.

El viaje de regreso se le hizo más largo de lo que era, estaba tan perdido en sus pensamientos que no se dio cuenta que ya estaba en su destino entrada la noche y a la primera persona que encontró fue a su hermano mayor.

Al ver que Zeldris se fue sin decir nada a nadie Meliodas decidió esperarlo para reprenderlo un poco, pues había estado fuera todo el día sin hacer sus deberes.

Cuando vio a Zeldris entrar lo primero que iba a hacer era reclamarle, pero al ver su mirada ausente y verlo más cerio de lo normal, decidió dejarlo para después.

— Zeldris,¿te paso algo?— preguntó preocupado.

En un principio abrió la boca para soltarle todo, pero seria un golpe duro también para él.

— no es nada, ¿vas a estar ocupado el día de mañana? — no le diría nada, al menos por ahora.
— decidí tomarme el día de mañana libre — mintió, sabia que su hermanito le mentía, pero cada vez que lo hacia era porque quería hablar con él a solas — ¿porque?
— quería saber si podíamos hacer algo solo nosotros dos, como en los viejos tiempos.
— me parece bien, yo también quería pasar un día con mi hermanito.

Mientras lo decía se acerco a él, lo tomo del cuello con un brazo y empezó a hacerle fosforito, normalmente Zeldris le reclamaría molesto "¡ya no soy un niño!" o "¡ya estas grande!" pero al ver que no decía nada le daba a entender la gravedad de su situación, lo soltó y le dio un empujón hacia el pasillo.

— ve a dormir porque puede que vallamos a madrugar — dijo.

Zeldris asintió y sin decir más fue a tu habitación, entro con cautela porque no sabia si ya estabas dormida y al ver que estabas acostada en la cama entro con sigilo.

Se acosto a tu lado, pero no podía dormir, tenia la mente muy ocupada. Empezaste a moverte en la cama y terminaste dándole la espalda.

" tarde o temprano se tiene que enterar " pensó.

Pero al ver lo tranquila que estabas decidió que lo mejor era hacerle caso a aquel hombre.
Te rodeo la cintura con un brazo y escondió su rostro en tu cuello, poco a poco se fue durmiendo siendo arrullado por tu calor y con una ultima pregunta en su cabeza.

"si supieras que Nathan esta vivo, pero que ha causado mucho daño, ¿lo aceptarías aun así?" con ese ultimo pensamiento se quedo dormido.

.............................................................
¡¡Hola!!

Espero les guste el capitulo, voten y comenten que les pareció, eso me motiva para seguir escribiendo.

Hasta el próximo capítulo.

Aviso: es posible que me ausente esta semana, la razón es que iré a un lugar por varios días y por desgracia no tiene conexión.
Pero no se preocupen, cuando regrese habrá muchas sorpresas y la posible publicación de la historia alternativa de nuestra protagonista, y otras sorpresas más.

Sin más me despido por ahora.

Destinos Cruzados Nanatsu no taizai (zeldris x ti)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora