Capitulo 4

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Razas ocultas.

Entraron a la cueva y todo se torno oscuro.

—¿porque esta tan oscuro?— pregunto Zeldris alerta.
— es... una medida... de seguridad... — respondiste, pero cada vez más débil y te costaba trabajo respirar.

De pronto una luz se apareció enfrente de ellos, por lo que se dirigieron hacia ella.

Cuando atravesaron la luz se encontraron en la sala de una casa, era bastante acogedora.

— ¡¡Stella!! ¿Que te ocurrió? — una chica rubia de ojos azules se acercó corriendo hacia ustedes.

— tuve un... pequeño percance —  respondiste con dificultad.
— hay que llevarla a un cuarto — dijo la chica mientras se ponía bajo tu brazo libre.

El cuarto era bastante grande, tenia un escritorio, otra puerta que seria el baño, una ventana, algunos cuadros, una alfombra y la cama estaba en el centro del cuarto.

La joven te recostó sobre la cama para tratar tus heridas, mientras que Zeldris observaba a una distancia, cuando una pregunta paso por su cabeza.

— ¿porque no curo sus propias heridas? Después de todo es un ángel ¿no? — pregunto a la joven.
— bueno ella tiene prohibido usar sus poderes, hasta donde yo se, siempre los tiene desactivados — respondió.
—¿porque?
—nadie sabe, ella es muy reservada sobre su vida personal, por lo que se es que ella no tiene familia, ni amigos, tiene muchos pretendientes pero no acepta ninguno, ella es un misterio de la vida — respondió — por cierto me llamo Sara,es un placer — concluyo extendiendo su mano hacia el demonio.
— Zeldris — respondió estrechando su mano.
— ambos deben de tener hambre, iré a traerles algo — dijo Sara, para después salir del cuarto.
— gracias por traerme, pero, ¿porque sigues aquí? — preguntaste mientras abrías los ojos — dijiste que tenias cosas que hacer.

Esa era una muy buena pregunta, ¿porque seguía contigo? Ni él se podía contestar esa pregunta, pero en parte era curiosidad, a pesar de ver que eras terca lo que llamo su atención era tu determinación y la fortaleza que tenias, también tu negación a rendirte a pesar de las circunstancias.

— es verdad, pero tampoco podía dejarte herida y sola en el bosque — respondió — es cosa de principios, supongo. Ahora que lo pienso, ¿hacia donde te dirigias cuando esos hombres te atacaron?
— hacia la nueva capital, hacia Edinburgh — respondiste cansada.

Zeldris te iba a preguntar más, pero Sara entro al cuarto con una bandeja de comida para ambos.

Después de haber comido, Sara te insistió en dormir un poco para que descansarás y al ver que te negabas te puso una inyección para dormir.

Zeldris solo veía la escena con una sonrisa burlona, pues habían dado una comedia bastante divertida con los gritos y forcejeos por parte de ambas, antes de caer dormida, viste la burla del demonio y como venganza le enseñaste el dedo medio mientras murmurabas  “jodete” en voz inaudible y con eso al demonio se le borro su sonrisa.

“además de terca, es grosera” pensó el demonio.

Después de que te quedaras dormida, ambos se quedaron en la habitación, observando, la cara de Sara mostraba tristeza y preocupación.

En eso Zeldris se enderezó y tomo sus cosas.

—¿a donde va?— pregunto la joven.
—tengo cosas que hacer — respondió.
—¿ a donde se dirige? — ella era muy curiosa.
— a la Necrópolis.
— la capital de los muertos — susurró — ¿es verdad que puedes contactar con un fallecido en esa ciudad?
— por lo que se, sí, es probable.
— ¿no podrías llevarla a ella también? — pregunto con la voz apagada.
—¿porque?
— hace años su novio murió en un accidente intencional y desde entonces ella es distante con las personas, no conozco la historia con detalle, eso es lo único que se sabe, si la Necrópolis es real y ella habla con él, vuelva ser la misma de antes — finalizo con la voz melancólica.

Destinos Cruzados Nanatsu no taizai (zeldris x ti)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora