Destinos Cruzados Nanatsu no taizai (zeldris x ti)

capitulo 24

Plan de rescate.

Pocas horas después Zeldris despertó en una cama pequeña, era un cuarto de invitados, tenia algunos vendajes en su abdomen y uno en su cabeza.

— hasta que despiertas — le dijo el rubio.
—¿que pasó? — pregunto el menor.
— eso quiero preguntarte, ¿que pasó? Cuando llegamos estabas bajo unos escombros y de forma grave — respondió preocupado mientras se acercaba a su hermano pequeño —¿recuerdas que paso antes de que atacaran el castillo?
— Sí... Lo recuerdo.

Flash back.

Ambos estaban hablando sobre aquellos días del pasado y de dificultad, hasta que surgió un tema del que el demonio ignoraba.

—¿actualmente no te interesa la música?— preguntaste curiosa.
— ahora que lo dices...— comento pensativo — creo que sí, pero el rey demonio nunca me dejo intentarlo.
— lo suponía — respondiste con una sonrisa — eras bueno escribiendo musica y con la guitarra eras excelente.
—¿en serio?
— sí, C decía que nuestra vida podría arruinar nuestras almas si no desahogabamos nuestras frustraciones y miedos — explicaste — cada uno sacaba su estrés de dos formas diferentes: meditación, dibujo, pintura, ejercicio, pero lo que todos compartíamos era la musica.

Zeldris te escuchaba muy atento.

— Hanna con la batería, Alex con un bajo, Johan y Chris con guitarra eléctrica y acustica.
—¿como una banda real?
— si, las canciones que cantábamos ayudaban mucho a controlarnos y a estabilizarnos emocionalmente.
—¿y tu y yo?
—guitarrista principal y pianista, cada uno escribía sus propias canciones y las interpretaba al cantarla, aveces como dueto, acustico, dependiendo.
—algunos de los instrumentos que dices no los...
— muchos de los artefactos que usábamos eran de otras dimensiones, — lo cortaste — como algunas dimensiones son mas antiguas que otras su forma de vivir es más avanzada, mientras que aquí usan velas, en otras usan luz eléctrica, en otras luz solar y cada vez más y más avanzadas.
— eso explica mucho — respondió pensativo.

Aprovechando que él estaba frente a ti extendiste los brazos y lo miraste de forma suplicante.
Zeldris se río por lo bajo y te cumplió dándote un abrazo.

Tu cabeza quedo en su pecho y sentías como acariciaba tu cabeza.

En ese instante una gran explosión ocasiono que el techo del cuarto se derrumbara.
Zeldris había actuado rápido, logro sujetarte de la cintura y ambos lograron salir ilesos.

Sobre los escombros y el posible causante de la explosión estaba un hombre con una armadura plateada, bastante alto, musculoso, cabello oscuro y a pesar de tener una apariencia amable la presencia que desprendía decía todo lo contrario.

—¿quien eres?— pregunto Zeldris de forma autoritaria.

Presente.

—¿quien era el sujeto?— pregunto el rubio.

Todos estaban esperando por la respuesta del menor, pero este solo callo.

“ el poder que poseemos es codiciado, por eso nunca nos quedamos mucho tiempo en un lugar ”  tus palabras sonaban en su cabeza “ nadie puede saber sobre la existencia que habita fuera de su dimensión o podrían correr un gran peligro ”