capitulo 7

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Testimonio.

La tensión reinaba en la sala del trono, fuiste llamando a las personas que se mantendrían neutrales al tema y que conocía a la pareja desde hace mucho tiempo.

Ludociel, Tarmiel y Sariel fueron los primeros en hablar contigo cada uno por separado, Meliodas sabia que Ludociel no diría nada bueno de su relación, si los pecados pudiesen entrar a hablar contigo lograrían pasar la prueba pero no seria posible.

Merlín fue la cuarta en ser llamada y a los pocos minutos regresó y tu saliste detrás de ella.
La mirada que tenia Merlín no les dio esperanzas a ambos monarcas.

— ahora quiero hablar con...— te interrumpieron.
— espera, quiero ser el siguiente — dijo Zeldris acercándose — estoy seguro que con lo que te tengo que decir sera más que suficiente para llegar a tu decisión final, ¿me darías la oportunidad?

Lo miraste pensativa, asentiste con la cabeza y entraron al despacho. Te sentaste en la silla de Meliodas y Zeldris en una de las que estaban enfrente.

— antes que nada, ¿lograste hablar con ella?— preguntaste.
— sí, hable con ella, lo que me dijo no fue nada agradable, no me contó mucho sobre tu relación con ella, pero por lo que dijo tu y ella están peleadas, — respondió — solo me pidió que me olvidará de ella y que intentara seguir con mi vida.
— lo siento — dijiste como un intento de consuelo.
— gracias, ahora ¿que me harás exactamente? — preguntó burlón.
— solo unas preguntas, no deberías mal pensar de esa forma — comentaste con una sonrisa.
Zeldris solo sonrió y espero tus preguntas.

                         *****
Meliodas caminaba de un lado a otro inquieto.

— capitán, deja de hacer eso o nos preocuparas más — le dijo el Zorro.
— lo siento, pero es que estoy inquieto — respondió.
— no te preocupes, todo va a salir bien, ya veras que seguiremos juntos — lo consoló Elizabeth mientras se acercaba a él para abrazarlo.
— yo no estaría tan seguro de eso, con lo que le dije sobre sus traiciones y sus irresponsabilidades, se que ella no los dejara — comento Ludociel con una sonrisa arrogante.

Todos lo miraron de mala forma, sin duda le harían algo si las cosas no salían bien.

Zeldris entro a la sala del trono, se veía despreocupado y se acerco a su hermano.

— quiere hablar con ustedes, ya llego a su decisión definitiva — comento neutral.
— ¿que le dijiste? — preguntó.
— sera mejor que no lo sepas hasta que ella te diga — respondió.

La pareja respiro hondo y con pasos inseguros fueron al despacho. Zeldris por su parte se disponía a marcharse.

—¿a donde vas?— le pregunto King.
— a mi habitación estoy cansado y ya hice lo que tenia que hacer — respondió.
—¿no esperaras a escuchar cual sera la decicion final?— pregunto Diane.
— no es necesario, ya se cual es el resultado — dicho eso salió de la sala.

Los presentes se miraron entre sí, ¿eso era algo bueno? Antes de que alguien pudiese decir algo, la maga invocó su tesoro sagrado y por medio de la bola de cristal empezaron a ver lo que le dirías a la pareja.

Meliodas y Elizabeth entraron al despacho uno detrás del otro y se sentaron en las sillas frente a ti.

— antes que nada, quiero decirles que la decicion que tome no es por nada personal, tome la decicion que parecía ser la más adecuada — comentaste, ambos asintieron con la cabeza — ¿saben porque se hace esta supervisión? — preguntaste, ella asintió y él lo negó, ambas lo observaron en forma de reproche, suspiraste resignada — seguramente les habrán dicho que esta prohibida una relación amorosa entre dos personas de diferentes clanes, especialmente si uno es un demonio y el otro un ángel, pero no es así, la razón es otra, los ángeles la mayoría de las veces nunca llegan a tener una relación seria o duradera, por lo que cuando se aburren de su pareja la botan y buscan otra, en el caso de Ludociel, como el despechado — los tres en el despacho se aguantaron la risa y los que estaban escuchando por medio de la bola de magia no dejaban de reír, burlándose del arcángel, quien solo los veía, con cierta molestia —por otro lado los demonios llegan a tener pareja solo por capricho, por llevarle la contraria a alguien o la quieren solo como adorno, por lo que rara vez llegan a tomar su relación enserio, para esto se hace la prueba para ver si sus sentimientos son reales — finalizaste.
—¿en que se basaría para calificar nos?— preguntó Meliodas.
— bueno, en su caso en dos cosas: sus capacidades como lideres y en relación, ¿puedo comenzar la evaluación? — preguntaste.

Después de unos segundos de silencio ambos asintieron.

— como reyes no tengo ninguna queja, a sus súbditos les gusta su forma de manejar el reino y les agrada la paz y la tranquilidad en la que viven, por lo que se puede decir que pasaron su evaluación como reyes — dicho eso, sellaste y firmaste una hoja que les diste, el sello decía aprobado con letras grandes y rojas, ellos se aliviaron un poco.

Con los pecados, se alegraron un poco al saber que ellos eran dignos de llevar las coronas de sus clanes, pero aun faltaba la más importante.

— la segunda prueba, debo decir que en esa me decepcionaron bastante — dijiste y ambos bajaron la cabeza — aunque sus intenciones fueron buenas y justificadas, no quita el hecho de que traicionaron a su clan, Meliodas mato a dos camaradas y se unió al bando enemigo y Elizabeth fue en contra de las reglas de su clan al enamorarse de un demonio y salvar a muchos otros, pudieron simplemente pedir el trono de sus padres y todo listo, ¿porque no lo hicieron así? — preguntaste al final.
— teníamos planeado hacer las cosas como dice, pero... — Elizabeth ya no supo como continuar.
— tuvimos que alejarnos de nuestros clanes por un tiempo y cuando volvimos las cosas habían empeorado y tuvimos que actuar de otra forma — completo Meliodas.

Los observaste detenidamente y después escribiste algunas cosas en una hoja.

— muchas de las cosas que me dijeron tanto los arcángeles como la maga fueron más tomadas en cuenta que otras, debo decir que si tomo solo lo que ellos me dijeron no obtendrían los puntos para pasar — dijiste.

Meliodas apretó sus manos en puño y Elizabeth sintió como se formaban lágrimas en sus ojos.
Los pecados también estaban angustiados, ¿no lograron nada para convencerte?

— Sin embargo — continuaste llamando la atención de todos — lo que más tome en cuenta fueron las cosas que me contó Zeldris — tomaste una hoja que estaba aun lado del escritorio — Meliodas, pasaste tres mil años en encontrar la forma de romper la maldición de tu amada y durante ese tiempo te toco verla morir 106 veces y aun así seguiste estando a su lado a pesar del dolor que sentías y Elizabeth a pesar de que la maldición de tu madre decía que te enamorarias de Meliodas en cada vida, lo hacías más porque tu hací lo querías y aunque no recordabas nada de la vida anterior, siempre tenias en tu alma ese sentimiento de amor y nostalgia hacia él, ¿no es así? — ambos asintieron — también me contó que los dos tuvieron que sacrificar muchas cosas incluyendo sus vidas no solo para estar juntos, sino también para evitar que aquella guerra santa ocasione la destrucción de Britania y la extinción de las razas que habitaban en ella — tomaste la primera hoja en la que escribiste y empezaste a firmar — por lo que se puede decir que sus acciones no fueron del todo egoístas como dijo Ludociel, se aliaron en un principio para detener la guerra, pero se enamoraron en el proceso, por lo que su amor fue un colateral en aquella alianza y ese tipo de amor surge sin que se den cuenta, así que tome mi decisión — tomaste el sellador y sellaste la hoja para después dársela a la pareja, la palabra “aprovado” estaba marcado arriba de la hoja con letras grandes y gruesas.

Meliodas suspiro aliviado y una gran sonrisa se formo en su rostro, mientras que Elizabeth lloro de alegría y después se abrazaron, los pecados se aliviaron y se alegraron por su capitán y por su amiga.

— pero quiero decirles que les tengo algunas condiciones — dijiste.
— por supuesto, ¿cuales son?— pregunto Meliodas, estaba haciendo lo imposible por contener las lágrimas de alegría.
— la primera: Meliodas debe de tener más auto control sobre si mismo, me refiero a no tocar a tu mujer de forma inapropiada en publico — Meliodas asintió de mala gana — la segunda es que Elizabeth aprenda a ser más segura de si misma y más firme en sus decisiónes, cuando digas no es no y se acabo, ¿de acuerdo?— ella asintió feliz — y la tercera es que hagan una unión.

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Holis!!!
Espero les guste el capitulo.

¿Quien pensó que no lo lograrían?

Voten y comenten eso me ayuda mucho a escribir.

Hasta el siguiente capítulo.

Destinos Cruzados Nanatsu no taizai (zeldris x ti)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora