Destinos Cruzados Nanatsu no taizai (zeldris x ti)

capitulo 30

Uno solo.

Los días no tardaron en pasar y las personas poco a poco fueron olvidando lo ocurrido, pero habían inmortalizado el momento con libros y canciones donde se contaría la gran guerra de los clanes.

Cerca de las costas se encontraba un pequeño niño jugando con las olas del agua, mojando sus pies y parte de su pantalón cortó, recogía algunas conchas y varias ostras, y las colocaba en una pequeña cubeta.

Estaba siendo vigilado por el príncipe demonio: Zeldris.
Quien observaba su entusiasmo y su alegría.
Estaba sentado sobre una roca liza, era tranquilizador para él ver a su pequeño jugar en la playa.

—¡mira papá! ¡Recogi muchas conchas para dárselas a mamá! — dijo entusiasmado mientras se acercaba a él.
— estoy seguro de que le gustaran — respondió tranquilo.

Cuando el sol empezó a ocultarse, regresaron a Edinburgh, obligo al pequeño a tomar un baño, entre risas y juegos finalmente el menor se quedo dormido.

Zeldris observaba por la ventana, pensando en todo lo ocurrido, en cada momento que había pasado contigo, lo habías vuelto a enamorar con tu sonrisa, tu carácter, tu necedad y tus defectos lo habían vuelto a conquistar.

—¿como hiciste para enamorarme de nuevo?— murmuró para si mismo, con una sonrisa triste.
—¿se puede?— preguntó Meliodas en la puerta del cuarto.
— adelante — respondió el moreno.
—¿como te sientes?— preguntó preocupado.
— algo aturdido por lo ocurrido, aun no entiendo bien lo que paso — respondió.

Flash Back.
Después de la explosión se produjo un gran choque de magia.
Alex había explicado que habías liberado una acumulación mágica que consistía en magia guardada durante años y que al liberarla de forma repentina se producía una explosión en cadena, era algo peligroso, y aunque algunos insistieron en ir por ti, fue Zeldris quien les dijo que no.

La nave estallo en millones de pedazos, provocando que la superficie fuera golpeada por una fuerte ráfaga de aire.
Apenas estalló, Zeldris fue en esa dirección al lugar.

Voló entre los escombros que caían a tierra, miraba atento ante lo que podía encontrar, pero no encontró ningún rastro de ti.
Regreso con los demás y respondió a la pregunta de todos negando con la cabeza.

Diane, Elein y Elizabeth comenzaron a llorar, al igual que algunas otras personas, pero tu hermano, tus amigos y Zeldris no lo hicieron.

Insistieron en que todos regresaran a sus hogares y con una señal Alex voló hacia el lugar mientras que los demás comenzaron a limpiar de la manera correcta, tomando algunas muestras de lo que eran esas cosas.

Sus reacciones distantes a lo ocurrido los sorprendió bastante, actuaban como si nada, algo que molesto a algunos de los pecados, pero en la noche pudieron escuchar en una habitación el llanto de algunos de ellos.

Solo habían seguido tu ejemplo de mostrarse fuertes ante los demás para evitar una baja emocional, se consolaban entre ellos, como una familia, porque eso era lo que eran, el peor llanto de todos fue el de Mich, pues había querido volver a verte, pero le fue imposible.
Zeldris tardo horas en consolar al pequeño, se negaba a aceptar lo ocurrido, no quería aceptar el a ver perdido a su madre nuevamente, realmente quería volver a abrazarte, sentir tu calidez y tu protección, escuchar de nuevo tu voz.

Los días fueron pasando bastante tranquilos, con dos noticias positivas:
El despertar del rey Arthur y el embarazo de Elizabeth.

Al enterarse del embarazo de su mujer Meliodas quedo en shock por algunos minutos, cuando reacciono la abrazó poniendo la oreja en el vientre de su mujer y se negó a soltarla por varias horas, además de que comenzó a ser sobre protector, algo que ocasionó gracia a los demás.