capitulo 17

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Promesa y conflicto.

Después de que todos se fueran a sus habitaciones, Zeldris te acompaño hasta la puerta de tu habitación, pero en lugar de entrar te empezó a observar desde la puerta.

—¿pasa algo?— preguntaste al verlo cerio.
— creó que empiezo a entender tu forma de actuar — comentó entrando al cuarto, ganándose una mirada confusa por tu parte — a pesar de que escondes muchas cosas, esperas a que alguien te pregunte directamente o esperas a que sepa algo para decirle, porque sería en ese momento en que la persona ya esta lista para saber esa verdad, ¿no?— dijo mientras se acercaba a ti, tu asentiste y esperaste su pregunta — Meliodas no fue ni el primero y el ultimo niño que cuidaste, ¿verdad?
— No, no lo fue.
— he notado que siempre tienes una actitud materna con los niños del reino, ni siquiera Elizabeth puede ganárselos como tu lo has hecho — comentó — también he notado que cuando vez a una pareja con su bebé, tienes una mirada llena de tristeza — continuó diciendo y a ti ya no te gustaba a donde se dirigía la conversación — dime una cosa... ¿Acaso... tu... — ya no termino la pregunta, porque de tus ojos caían las lágrimas, a pesar de que tratabas de evitarlo, había dado en tu punto más sensible.
— yo... no quiero hablar sobre eso... ni siquiera... — cubriste tu rostro con las manos y te sentaste a la orilla de la cama, se podían escuchar tus sollozos.

Zeldris había dado en el clavo, pero era un tema muy delicado y por lo visto muy doloroso para ti, por lo que decidió dejarlo estar.
Se acerco a ti y te abrazo a modo de consuelo.

—¿él lo sabia?— pregunto, con voz suave y vio que lo negaste con la cabeza —¿alguien lo sabia?
— Gelda lo sabia, lo supo mucho antes que yo, y aun así, no dijo nada — respondiste con voz temblorosa llena de rabia — solo falta que halla tenido algo que ver cuando le quitaron la vida y lo alejaban de mí — eso ultimo no se lo esperaba, le habían advertido que una mujer era capas de todo, pero hacer una bajeza de ese tipo, le costaba creer que fuera así, necesitaba escucharlo de ella, saber que la mujer serena y tranquila de la que se enamoro hizo semejante crueldad.

Pasaron algunas horas cuando noto que empezaste a quedarte dormida, con cuidado te acostó en la cama y te arropo.
Duro varios minutos perdido en sus pensamientos, mientras acariciaba tu cabello, lo apartaba de tu rostro con cariño y cuidado. Finalmente tomo una decisión.

Tenía que hablar con Gelda.

Y saber si realmente ella fue capaz de hacer tal cosa.
Se levanto con cuidado, sin despertarte y salio de Edinburgh.

                          *****
En la mañana al despertarte lo primero que notaste era que el verdugo no estaba, algo que te extraño un poco, pero lo dejaste pasar, después de un baño, y desayunar saliste encontrándote a Gowther como habían acordado, seria un largo día para ambos.

Gowther te comento que antes de ser conocida como la Necrópolis, antes solía ser un pueblo humano, no tenia nada fuera de lo normal, pero un día el pueblo fue destruido sin razón alguna, y que a partir de ahí se empezó a conocer como la ciudad fantasma, entre otros apodos.

Las pistas que encontraban tampoco les eran de ayuda, tenia que haber un patrón que hiciera que la linea de los vivos y los muertos se unieran en ese punto.

Cuando te explicaron sobre esa linea, se tenia que respetar, no se podía alterar de ninguna forma, porque mantenía un equilibrio y un balance de muchos sentidos.

Lo que te había quedado muy en claro era una cosa:
Alguien quiso romper esa linea en un intento de revivir a una persona, pero lo más seguro era que no lo logró y como resultado acabo con su vida dejando aquel hueco abierto, pero... ¿Como logró romper la línea y como podría restaurarla? Las respuestas no eran simples, pero tenias que hacerlo si querías evitar que el hueco se hiciera más grande y para ello tenías que hablar con alguien que halla atravesado la linea y Elein era la persona ideal para decírtelo.

Fue un golpe de buena suerte el haberla encontrado junto a Ban en el mercado comprando algunas cosas, por lo que no dudaron en acercarse.

— Ban, Elein, me alegra encontrarlos aquí — saludaste.
— lo mismo digo señorita Stella — respondió el hada.
— solo Stella, por favor, necesito hablar contigo sobre la necrópolis, si no te importa — dijiste seria.
— no hay problema, te diré todo lo que sepa del lugar y espero te sea útil — respondió alegre el hada.

Asentiste y entraron a un pequeño restaurante a hablar.

                         *****
Zeldris voló toda la noche y cuando finalmente había llegado a su destino el sol empezaba a salir. No le costo nada volver a entrar a la capital.

El lugar estaba desierto, no aparecía nadie, lo que le resulto un poco escalofriante, pero aun así, continuo con su búsqueda.
Estaba caminando bastante tranquilo hasta que se sorprendió por la aparición de un hombre.

Tenia puesto un gorro gris de lana, un chaleco del mismo color, una camisa con las mangas hasta el codo de color café oscuro, tenia el cabello negro y ojos claro, no aparentaba ser mayor de cuarenta años, tenia una mirada calmada y burlona, por alguna razón le era familiar.

— volviste antes de lo que pensé — dijo el hombre, con voz grave y un poco rasposa — espero que estés cuidando bien de Luna.

Ese comentario llamo la atención del verdugo.

—¿conoces a Ángela? — pregunto mientras se acercaba al hombre.
— ¿Conocerla? Yo la crié y hacerlo no fue tarea fácil — respondió con un tono sarcástico.
— entonces usted...— lo interrumpió.
— no saques conclusiones apresuradas, la conocí después de matar a ese hombre — dijo mirando a Zeldris directamente a los ojos — si no fuera por mi, no seria capaz de soportar el infierno que le toco como vida con la cara en alto — comento el hombre.
— entonces es importante para ella — dijo Zeldris, el hombre asintió — ¿cual es su nombre?
— por el momento mi nombre no importa, pero si le quieres decir sobre nuestro encuentro dile que "C" le manda saludos.

El demonio asintió y hubo un momento incomodo entre ambos.

—¿podría hacerle algunas preguntas? Si no le molesta — al ver que el hombre sonrió respiro fondo antes de preguntar —¿podría decirme como era su vida?

C lo medito un poco antes de hablar.

— no seria bueno que yo te hablara sobre su vida, eso no me corresponde — respondió tranquilo — su vida no ha sido fácil, eso si te lo puedo decir, y a pesar de extrañar el pasado, se preocupa por el futuro, carga con muchas culpas y siempre esconde sus emociones para evitar que las personas se preocupen por ella, mientras que ella se preocupa por las personas que le rodean, ella...
— carga con todo y no dice nada — completo Zeldris — he notado eso, si la has estado vigilando — dijo pensativo, si la vigilaba a ella entonces...— diga me una cosa: ¿Nathan sigue con vida?

El hombre sonrió.

— esperaba a que me preguntarás por él, tengo muchas cosas que decirte muchacho.

Zeldris lo miro extrañado.

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Hola.
Espero les guste el capítulo.

¿Que creen que le dirá?

Voten y comenten si les gusto el capítulo.

¿Que les parece la nueva portada? Yo misma la dibuje para ustedes mis lectores.

Hasta la próxima.
Sayonara.

Destinos Cruzados Nanatsu no taizai (zeldris x ti)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora