Blue bird.

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El día siguiente había Sido más que perfecto, ambos disfrutaron de la compañía del otro sintiéndose a gusto.
Naruto sabía que se le estaba acabando el tiempo, tenía que hablar con Kiba antes de que se desatará una guerra.

Le dolía tener que acabarlo, después de todo en tanto tiempo juntos, el lazo se había fortalecido y si, le amaba , pero no tanto como al azabache. Kiba estuvo siempre con el, ganándose su amor poco a poco, sin dejarle solo, realmente era una maravilla de persona. . . Pero Naruto preferiría a alguien más, alguien que le hacía sentir completo.

Era sábado por la mañana cuando el rubio y el castaño se dirigían a casa de los Inuzuka, atravesando el bosque para llegar al destino.

Kiba hablaba entretenida mente sobre cosas que habían sucedido en el viaje a Tokio, sin embargo Naruto no prestaba atención, en su mente solo había una imagen, Sasuke, por más que quisiera no pensar en el, inconscientemente lo hacía. Y tras ese pensamiento venía otro como un combo, el cual era cortar con Kiba. Siquiera sabía cuándo hacerlo y como decirlo. Era como un torbellino de sentimientos y pensamientos.

Naruto se centraba en el pasaje de árboles el cual recorrían y su pareja se dió cuenta de ello.

—¿Sucede algo?

—No... Nada.. —hablo con la mirada perdida .

—Oh vamos, conozco esa mirada. Algo te sucede.

—¡Ya te dije, no me pasa nada!

—¡Uf... Estás bipolar hoy! —Naruto lo miró de reojo para luego seguir viendo hacia la ventanilla—. ¿Algo sucedió mientas no estaba?

—¡Ya te dije que no!

—Uf, como digas, señorita. —dio una leve risa ante su propio chiste.

Naruto rodo los ojos, no tenía el ánimo suficiente para aguantar a Kiba o a alguien más haciendo chistes. Siendo sincero, si fuera por el ahora mismo estaría bajo tres acolchados en una hermosa y cómoda cama mientras ve televisión, pero debía cumplir con Kiba he ir a la casa de sus suegros.

Durante el resto del recorrido, Kiba se la paso hablando y recibiendo respuestas bastante cortantes por parte de su pareja, hasta que llegaron a la casa.

Al bajar,  Kiba fue tumbado por Akamaru quien lamía su rostro estando encima de él. Naruto río un poco. Había pasado mucho desde que esos dos no se veían y por lo general siempre estaban juntos así que se podia apreciar el afecto mutuo que se daban estando en el suelo.

Pronto salió Tsume con una sonrisa junto a Kuromaru, tan imponente como siempre.

—¡Mamá! —Sonrio Kiba por fin pudiendo levantarse del suelo, al terminar de acariciar a su amigo.

—Ya era tiempo de que visitaras a tu anciana madre. —dijo antes de ser abrazada por el castaño—. ¡Ya suéltame!

Naruto rasco su mejilla aguantando sus ganas de reír al ver como el castaño era empujado por su madre en un intento fallido de separarlo.

Con Kiba aún abrazando a su madre, entraron al interior de la casa. Vaya sorpresa se dió el castaño cuándo vió a Tamaki esperándolos en el comedor. Miró a su madre, tratando de buscar algo bueno en la situación, tratando de que la escena no se remonte a lo que él pensaba .

—¿Qué hace ella aquí? —Naruto sintió como el ambiente se ponía un poco tenso. Realmente no entendía lo que pasaba.

—Kiba... —susurro la muchacha.

—Madre... —siguio mirándola, en busca de una respuesta.

—Naruto, podrías ir a fuera? —Hablo Tsume con una sonrisa nerviosa.

El Amigo De Mi Hermano (Sasunaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora