Amar y ser Amado

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—Yo, me voy yendo.

—Espera! ¿No quieres que te deje en tu casa? —le sostuvo del brazo—. Perdón si hice algo que no querías...

Naruto tragó saliva.

—No es eso... —Se dió vuelta con lentitud tomando al azabache de la nuca para así juntar sus frentes.

Tenerlo cerca le propinaba calma y seguridad. Algo que en mucho tiempo no había recibido por parte de nadie.

Sasuke llevó su mano hacia la mejilla de Naruto acariciándola con la yema de sus dedos, provocando cierta sensación en su estómago que hace mucho tiempo no tenía. . .

—¿Entonces que es? —susurro.

Dejó caer sus manos hacia los hombros del mayor mientras su frente chocaba con el pecho de este. Abrazando su cuello mientras su cintura estaba siendo aprisionada por los brazos del pelinegro.

—Amor tal vez. —Sasuke sonrió mientras pentraba sus fosas nasales el olor del cabello rubio.

—Hehe. .  . Sigues siendo pequeño al lado mío.

—¡No te burles! —chillo.

—Perdon perdón, no lo haré más... Amo el aroma y la suavidad de tu cabello.

—Yo te amo a ti . —se reacomodo en el pecho del azabache—. ¿Te molestaría llevarme a casa?

—Claro que no—susurro.

Dicho esto ambos salieron del departamento directo al alto, obviamente no sin antes despedirse de Rayden.

El  camino al departamento de Naruto, fue acompañado con una acústica bastante bonita sonando en la radio del automóvil.

—Sasuke . . . —murmuro Naruto.

—¿Si? —dijo despreocupado mientras doblaba en una de las calles.

—¿Por cuánto tiempo estarás aquí?

—Uhm no lo sé, tal vez me vaya mañana, pasado... ¿Porque?

—¿Te gustaría salir mañana conmigo?

Sasuke sonrió mientras lo miraba de reojo.

—¿Es una cita? —Naruto se sonrojo al instante incapaz de contestar—. Está bien, no debes responder a eso. —hablo alegre—. Si quiere podemos ir. ¿No tienes instituto mañana?

—Podria faltar... En lo que va del año no he tenido faltas así que supongo que está bien. ¿Tú vas a la facultad?

—Si, estos días son de recuperatorio, y yo tengo promocionadas a la mayoría, así que tengo días libres. Estudio abogacia.

—Wow, es una bonita carrera ¿no?

—Mucho teórico. —suspiro—. Pero aún asi es bonita.

Estaban llegando al destino, lo malo fue que el auto rojo de Kushina estaba estacionado en la entrada del departamento, se podría decir que Naruto casi muere del susto.

—¡Espera! ¡¿Podríamos pasar de largo?! —se desespero.

Sasuke un poco confundido, aceleró pasando por el frente de la pelirroja, parando en un par de calles adelante.

—¿Sucede algo?

—Mi madre me buscaba.—bajo la mirada mientras rascaba su mejilla—. He peleado con ella y realmente no quiero hablarle, sé que le diré cosas malas si lo hago.

—Bueno, si lo que quieres es evitarla... Podrías dormir conmigo esta noche y mañana volver a tu departamento. —propuso.

—Gracias por todo lo que haces por mí... —sonrio un poco.

—No hay porque pequeño. —repitio su acto, revolviendo sus cabellos.

Encendio el automóvil, tomando el camino de vuelva, solo que esta vez no estaba solo como supuso hace un par de minutos. Se sentia aliviado por aquel hecho.

Llegaron nuevamente, Rayden paso a través de sus piernas en manera de saludo para luego irse corriendo hacia la habitación de Sasuke.

—¿Quieres dormir ahora mismo o hacer algo más?

—¿Qué podríamos hacer?

—Ver una película es lo único que se me ocurre. —acoto Sasuke.

—¡Una de acción! —hablo entusiasmado.

—Esta bien, traeré unas mantas y tengo un poco de helado en la nevera, tráelo también. —hablo Sasuke mientras caminaba hacia su habitación.

Naruto se encaminó a la cocina, buscando el helado, vaya sorpresa se dió cuándo vió una nota bastante reveladora pegada en la nevera.

"Gracias por lo de esta noche bebe, Espero que nos volvamos a ver otra vez"

Bajo la mirada avergonzado, le aterraba el hecho de no poder decir nada , siquiera estar celoso, no eran nada. Por ende ambos tenían el derecho de hacer lo que se les plazca... Pero aún así.... No podía aguantar eso.

Saco con brusquedad el helado, golpeando la puerta de esta al cerrarla. En otra situación hubiera cayado, pero ahora simplemente no podía , no eran nada pero el rubio  era muy impulsivo y cabeza hueca.

—Sasuke... —Le llamo una vez estuvo en la sofá  junto al pote de helado arriba de la mesita ratona, no estaba seguro si decirlo o no.

—¿Qué sucede? —se escucho detrás de él , haciéndolo sobresaltar.

Lo miró tan sonriente y algo en su corazón le rogó que no arruinara el momento con inseguridades. Podría preguntarle mañana.

—. .  . ¿Q-que película veremos? —Esbozo una sonrisa.

—Eso todavía hay de decidirlo— Al decir aquello, lanzo la manta de ositos en la cabeza del ojiazul impidiéndole ver.

—¡Oye! —Se quejo una vez se la quitó de encima, haciendo que Sasuke riera, para al final reírse también—.esta manta... ¿Es la que yo creo que es?

—Si, la que tú me la regalaste días después de conocerme. ¿Porque lo habías hecho? —Naruto sonrió recordando dicho día, aún sin despegar la mirada de la ya vieja manta.

—Queria que me tuvieras presente...  Y los ojos de los ositos me recordaban a ti, así que quise dártela.  Es increíble que aún la tengas y sobre todo la hayas traído.

—Me da fuerza... Por nada del mundo la dejaría.

—Recuerdo que Deidara se puso celoso y tuve que darle mi oso de peluche. —conectaron miradas como hacia mucho tiempo no lo hacía con nadie, sin saber que decir, porque lo que sentía en aquel momento, no podía explicarse con palabras, solo con hechos.

Inclinó su cuerpo y abrazo a Sasuke, se dió cuenta que la unica manera de sentirse completo, era con el y nadie más.

Inhaló su perfume, dejándose llevar mientras las manos de Sasuke rodeaban la cintura ajena, repitiendo aquélla acción .

Pasaron un tiempo así,  realmente , no querían separarse, pero la espalda de Naruto comenzaba a cansarse y desgraciadamente se separaron. Lo bueno es que por fin supo lo que quería.

No dijeron nada más, Naruto se tapó con dicha manta mientras Sasuke colocaba la película elegida por ambos luego de mucho tiempo de duda.

Sasuke le advirtió a Naruto que no se durmiera, pero fue en vano, alguien cayó en las piernas de Sasuke. Un pequeño bebe dormilón.

Observó el sereno rostro de Naruto mientras un pequeño hilo de saliva caía por su boca entreabierta. Sonrió inconscientemente y con lentitud pasó sus dedos atravez de los dorados cabellos del rubio.

Entendió que cuando dos almas están destinadas a estar juntas, ni las personas ni nadie puede interferir. Siempre vuelven a encontrarse de una u otra manera.

Joder, como lo amaba.

Feliz cumpleaños al (ex) emo vengador de Sasuke.

El Amigo De Mi Hermano (Sasunaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora