Capítulo 23: Aguafiestas

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Luke P.O.V:

Alex y yo carecemos de lucidez, la nicotina de los cigarros que fumamos y el exceso de alcohol dejan nuestro estado de conciencia en casi nulo.

Bailamos solos en la pista, tontamente desinteresados del asqueroso género comercial que resuena por los altavoces, es el estilo de música el cual, estando sobrios, nunca disfrutaríamos, pero ese pensamiento se desvanece cuando noto que a Alex lo ha abordado una preciosa chica, de claro y colorido cabello, con un interesante tatuaje, pero lo que más resalta es la protuberancia de sus senos. Que afortunado hijo de perra.

Él la besa por instinto aunque noto en su rostro cierta expresión, como si él ya la conociera, lo cual no era del todo relevante, la interacción entre ambos hacía más que evidente lo que ocurriría, él se la cogería.

Tardan prácticamente nada para que los vea pasar de la pista hacia el pasillo en donde les pierdo de vista sin que me preocupe, pues sé cual es el resultado, lo único que me consterna, es que le tomaría cerca de un par de horas en terminar, por lo que estaba yo solo en medio de una multitud de desconocidos en los que abundaban asquerosos niños fresa y preciosas chicas fáciles. Es una situación que no me molestaría en lo absoluto, de no ser por el hecho de que ahora tengo novia, y por más que mi inhibición sea destacable, mi sentimiento de moral es más fuerte todavía.

De pronto me retiro de la pista a la inmediata terraza por al menos unos segundos, estoy ahora ciertamente mareado y un poco de aíre fresco es lo que necesito, y podría decirse que me encontraba tranquilo, en paz, o así era hasta que escuche esa voz.

- No has cambiado casi nada -dice Montse, provocando en mi más asco del que la embriaguez ya me provoca-

- ¿Qué demonios haces aquí?

- Seguí tu consejo y continué preguntando por ti.

- Bueno, ya me viste, ahora largate.

- Ay, que malo eres conmigo.

- Si te molesta tanto...

- De hecho me exita -interrumpe y se me insinua-

- Me importa una mierda -digo y regreso mi mirada a la vista que la breve altura de mi actual posicion me otorgaban-

- Esa no es forma de tratar a un viejo amor.

- Eres una cualquiera que sigue sin soportar que te haya descubierto y rechazado. No mereces ni el mínimo respeto.

- Te volviste más testarudo, ¿eh?-dice algo indignada y la ignoro- No importa, en algún punto tienes que dejarme convencerte.

- No lo lograrás.

- Ya veremos. Hasta entonces, espero a tu amigo le lleguen mis saludos.

Ella se va y yo permanezco ahí un momento intentando contener las inminentes ansias por vomitar que ella y mi exceso de tragos me han provocado.

"Espero a tu amigo le lleguen mis saludos." La frase resuena en mi cabeza y me deja con mala sensación, ¿qué carajos querrá haber dicho?

Volteo y a la distancia me es a penas posible notar como Montserrat está hablando con Mike y le apunta al pasillo por el que acababan de bajar Alex y su reciente conquista, el cual este sigue dejándome con muy mala impresión de lo que ocurrirá.

Sin pensarlo demasiado salgo corriendo en su camino, como un fuerte y certero instinto por proteger a mi amigo.

- ¡Rick, ven abajo! -le grito al pasar corriendo por la zona VIP en la que él se encontraba acompañado de sus colegas y un par de zorras-

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