Capítulo 8: Gritos vacíos.

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Jane P.O.V:

  - ¿Otra más? -digo en tono de burla después de verle rechazar a una de tantas "citas" que se le encariñan- No sé porque con ella actuaste tan lindo si no es tu estilo, pero, ¿no puede pasar más de una semana sin que rompas otro corazón?

  - No sé, quizá solo me dió lastima y le quise evitar una escena.

  - ¿Tú, considerado? Eso es nuevo.

  - Créeme, no es lo único nuevo en mi vida últimamente.

  - Pues ha de ser cierto, porque en verdad te notas muy perdido.

  - Solo... es que termine de asimilar un par de cosas, es todo.

Normalmente es un cabrón con cualquiera, pero hoy... apostaría que o hubo problemas nuevamente, o le asusta algo, pues le fue muy considerado a aquella chica al rechazarle lo cual no es habitual en él en lo absoluto, incluso se ve incluso más pálido de lo que en si es su piel.

  - Creo que necesitas un descanso, una buena siesta o algo porque estás bastante raro.

  - Mehhh, descansaré cuando muera -siempre tan necio-

  - Que bueno lo dices porque no tarda en sonar el -me interrumpe el timbre que marca el final del receso- vaya, justo lo que quería decir.

  - No creo haya problema si me salto una clase o dos.

  - Creo tus boletas no opinan lo mismo. Mejor ve...

  - Como tu digas y mandes mamá -dice mofandose de mi tono mandón antes de irse-

[*]

No me puedo sacar de mi cabeza el estado de humor de Alex, en todo el tiempo que le conozco sé que solo se pondría así por algo muy íntimo, o algo muy trascendental si fuera externo a su vida. Quizá es solo que se acerca el natalicio de su padre y eso lo tiene tan fuera de si, espero solo sea eso.

El claxon del autobús me saca de mi cabeza avisándome que ya puedo abordar, tomo asiento y me coloco mis pequeños audífonos para llegar a mi casa. Una vez llego, voy a prisa a cambiar mi vestuario para ir a mi práctica de ballet pues el recital es ya el viernes de la otra semana. Iba a invitar a Alex hoy, de hecho por eso le buscaba, pero verlo desconectado de todo me ha hecho pensar que mejor se lo digo en lo que termina de transcurrir esta semana. Supongo lo que menos necesitaba hoy era un compromiso o peso más; además, no podría asegurar su asistencia, su naturaleza de mujeriego y cabrón sin remedio le ha hecho faltar a muchos compromisos solo por sexo fácil, aunque no pierdo nada intentando invitarle. Pero bueno, basta de pensar tanto en él, mejor me concentro en mejorar y darlo todo en el ensayo para dar más todavía el día del recital.

[*]

Ha terminado la práctica, voy en el colectivo de regreso a mi casa para hacer la tarea, comer y dormir lo antes posible, amo el ballet, ha sido una de mis pasiones desde que era niña, pero no negaré que involucrarlo a mi actual estilo de vida si resulta algo extenuante.

Bajo, camino hasta la puerta y es imposible no escuchar a mis padres insultadose con argumentos sin pies ni cabeza. De verdad, ¿en qué momento decidieron estar juntos si se la pasarían peleando más veces de las que respiro?

Entro sin pausas caminando hacia mi habitación pretendiendo que mis audífonos son suficiente para callar sus insaciables gritos y cierro la puerta. Mi hambre es demasiada pero prefiero evitar salir y presenciarles por lo que empiezo con mi tarea de Física con la música aún resonando. Es bastante complicado, pues la nueva maestra es buena, el problema es que lo es demasiado para la escuela, sus problemas son complejos y a veces lo explica todo muy técnico, lo que en ocaciones nos impide entenderle, pero ni modo, tengo que pasar esta evaluación o los moretones regresarán.

Pasan 3 horas, mis padres aún se siguen soltando mentadas de madre, no entiendo como ningún vecino ha venido a quejarse, como nadie ha hablado a la policía por el ilógico escándalo, o como siquiera sus gargantas no han dado de si, pero ya me duele el estómago de tanto esperar a que se callen, así que ni modo, aprieto el botón de volumen aunque ya está a tope y me dedico a ir a la cocina y llevarme lo primero que me encuentre, sea pollo, pan, fruta, o siquiera las tortillas que puedan sobrar, solo necesito saciarme por esta noche y ya mañana he de comer mejor.

Logro mi objetivo y regreso a mi cuarto, una rosquilla, manzanas y un par de juguitos que han de ser de mi hermana, no es la mejor cena, pero es peor no comer, ¡además si que está rico!

Voy comiendo, esperando encontrarme a alguien activo en mi plataforma de chat, ya que si el volumen de mi reproductor no es suficiente, quiza hablar con alguien si lo sea. ¿Será que Alex esté conectado? Siempre sabe distraerme o cautivarme con las bandas que escucha, últimamente ha estado escuchando una que me ha llamado la atención, podría pedirle me pasara un par y las escucharía para ver que tal, o podría preguntarle si ya se encuentra mejor. Pero, ¿debería? Creo que me vería muy hostigosa o necia, en ocaciones hasta a mi me molesta ser tan preguntóna. Mejor busco a alguien más...

[*]

Ya pasan de las 3:30 A.M, ¡¿cómo es que pueden seguir desgarrándose tanto la voz por una pelea absurda?! Gritan tan a lo imbécil, interrumpiendose a cada rato por lo que es imposible saber el motivo de su irracional disgusto, pero conociéndoles ha de ser por algo tan simple como no contestar una llamada o porque a él no le gustara lo que ha cocinado hoy, y no me sorprendería.

Últimamente las cosas han estado aún peor de lo habitual, solo estoy esperando a que mi madre termine de hartarse y le pida el divorcio, pero con cada día que pasa ella sin mover un dedo en contra suya me mata de a poco esa esperanza. No estoy pidiendo le quite todo a él que mal no caería pues realmente no aporta a la casa, sino que mínimo ella pueda darse su lugar, darse a respetar, es lo único que quiero.

Las horas pasan, ya han dado las 5:30 A.M. lo cual indica me debo preparar para el colegio. No he dormido nada pues sus gritos continúan. No importa, tomaré un café por allá y al menos quedaré despierta durante clases, y ya que hoy no toca práctica y de hecho salgo un tanto más temprano, nada me impide dormir aunque sea unas cuantas horas antes de que ellos vuelvan de sus trabajos para seguir discutiendo.

Eve sale de su cuarto a la par mío, tomamos lo que encontramos de comida y la guardamos en nuestras mochilas para irnos al colegio cada quien, acompañandola yo al suyo como buena hermana mayor que soy, y puesto que está cerca de mi parada de autobús por lo que no me da problema alguno.

  - ¿Pudiste dormir un poco? -pregunta tallándose sus bellos ojitos-

  - No por desgracia.

  - ¿Por qué siempre tienen que estar peleando? ¿Acaso hacemos algo mal, o no somos buenas hijas?

  - No es eso chiquilla, los adultos siempre tienen problemas, solo que... A veces se molestan demasiado que les es imposible calmarse, pero tú realmente no haces nada malo.

Decirle éstas mentiras me es asqueroso, pero es mejor que crea eso en lugar de culparse, pues realmente nosotras nunca la hemos cagado como hijas, o al menos así lo veo. Es decir, siempre hacemos nuestros deberes, vamos a la escuela, si acaso les desafío en ocaciones es porque me es absurdo me levanten la voz por no vestirme de mil y un colores, pero nada más.

Dejo a Eve en la entrada de su escuela y me dedico a abordar mi autobús e ir al colegio y esperar no desvanecerme en una siesta durante las clases, pero no es como que no me haya desvelado otras veces por cosas así.

Accurate MomentumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora