Capítulo 31: Confusiones

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Alex P.O.V:

  - ¡¿QUÉ?! No puedes estar hablando en serio.

  - ¿Parece que esté mintiéndote?

Tras haber dicho eso mi cuerpo se ve invadido de terribles escalofríos, mi rostro se palidece a modo de verme cual cadáver y un nudo en mi garganta me impide hasta respirar, ¿será verdad? ¿Querrá engañarme? ¿En sí que es lo que pretende este sujeto?.

  - Sé que es difícil de creerme, después de tanto tiempo jamás haberme acercado a ti, pero...

  - Demuéstramelo -es todo lo que puede sonar de mis labios aún congelados con el resto de mi rostro-

  - Alex...

  - ¡Hazlo!

  - Se llamaba Jonathan Cerulli, un hombre pasional, noble y necio con su trabajo como empresario independiente, que murió a sus 43 años teniendo tú tan solo 12, por un fallo respiratorio después de un extenso coma tras aquel fatídico accidente automovilístico hace ya 6 años, dejándolos a ti y a tu madre endeudados hasta el cuello por la hospitalización previa a su deceso. -acertó en todo, pero no debía mostrarme crédulo, tenía que pensar claro-

  - Fácil decirlo después de infiltrarte tres veces en mi casa, ¿cómo sé que no me has investigado cada que te escabulles?

  - Supongo que confiando en mi...

¡MIERDA! ¿Qué debía hacer o decir? ¿Confiar en él o no? ¿Pero por qué a penas deja esto a la luz? Si lo que decía era verdad, ¿por qué es que Amser no soporta la idea de mi contacto con él? Las dudas eran demasiadas, inundaban mi cabeza a la par de la nostalgia de haber mencionado a mi padre.

  - Sé que parece demasiado que procesar, pero espero entiendas así el porque de mi interés en ti, no negaré que quizá cometí el error de esperar demasiado, pero...

  - ¿Quieres darle competencia a Amser? -le interrumpo amenazante de lagrimear por la nostalgia- Dime lo que él no, ¿por qué no se soportan?

  - Es una historia demasiado larga y un tanto confusa moralmente, pero supongo se puede resumir como la consecuencia de un choque en cuanto a nuestras ideas, un día él empezó a pensar diferente a mi, no pudimos quedar de acuerdo y por su impotencia y deseo de control, decidió llevarme la contraria, desprestigiarme y odiarme desde entonces.

  - Suena un tanto estúpido...

  - Bueno, no estamos hablando de la persona con mejor control emocional o con mayor interés en la verdad, ¿o me equivoco? Tan solo mira como ha llevado todo hasta ahora, te insulta, juega con tus intenciones, te amarra a su tutoría sea cuál sea su conveniente motivo y encima se involucra con tu mejor amiga. Dime, ¿qué clase de persona crees que sea? ¿Y de verdad piensas que te conviene involucrarte con semejante personaje?

Es que puede atemorice como se ha comportado este anciano desde un inicio, pero no puedo quitarle razón a cada uno de sus argumentos, y Amser no es como que tenga demasiado con que defenderse. Mi cabeza estaba totalmente perdida, carecía de control sobre mis ideas y pensamientos que actuaban de un modo más errático que de costumbre, por lo que en este instante me era prácticamente imposible hablar, moverme, incluso entender con claridad.

  - Como intentaba decirte Alex, eres un chico listo, tu padre lo fue y es algo que siempre le admiré, por lo que confiaré comparten dicha virtud y dejaré pienses mejor las cosas. -se dirije hacia las escaleras con la salida como objetivo- Y, fuera de toda formalidad, me dio gusto volver a verte y en si encontrarte después de tanto.

Yo solo quedo inmóvil, cual idiota ante la superación de sus límites intelectuales, pues si, esta vez no necesitaba de nada paranormal para saber que mi mente estaba por estallar, tenía demasiado que procesar, simplemente abundaba en exceso la información a ser asimilada, pero a pesar de mi actual estupefacto, también estaba consiente que debo ver ambas caras de la moneda, me guste o no aún falta un testimonio al respecto de todo esto, y era el de Amser.

[Al día siguiente*]

Pam P.O.V:

No he hablado con Luke por un par de días, y su orgullo impidiendo tenga los huevos para venir a hablarme al respecto solo me jode y duele más. Mi estado de animo no ha sido el mejor, entre esto, los nuevos problemas con mi madre por nuestra próxima mudanza y el estrés de las evaluaciones provocan en mi un humor pésimo e irritable, incluso Eddie que es serio se sorprende de mi actitud tan volátil mientras me hace compañía junto a Caro y Cathie en el parque fuera del colegio.

  - Vaya mala cara que me llevas.

  - Estoy hasta la chingada Caro, de verdad dudo que haya algo que pueda joder más de lo que van las cosas.

  - Yo ya te lo he dicho mil y un veces, por más que aprecie a Luke y todo, la forma en la que avanza su relación no es sana.

  - No sé si esto sea como para tronar con él

  - Es que Pam -entra Cathie a la conversación- quizá no es el peor disgusto que te ha provocado pero tampoco es el primero ni será el último. Tan solo la vez pasada que le cachaste los mensajes de texto, él ya estaba contigo cuando ocurrió, y tú lo perdonaste solo porque estaba llorando.

Honestamente no puedo negar razón de las chicas, Luke casi siempre provoca los problemas, entre su actitud controladora, mal temperamento y sus pasadas infidelidades no le dejaban el mejor perfil ni conmigo ni con nadie, incluso Alex sin gustar de involucrarse demasiado en nuestra relación ha preferido abogar por mi en diversas ocaciones.

  - Creo que tengo que pensarlo, porque si lo analizamos, él no tuvo la culpa de que la pendeja esa de Montse reapareciera.

  - Yo insisto que lo deben resolver, AMBOS. -argumenta Eddie quien permanecía callado hasta el momento

  - Supongo tienes razón.

La conversación era un tanto disgustante, realmente prefería cambiar de tema, además, mi pansita me exigía alimento, y ya que él no está aquí, me puedo dar el lujo de comer un poco más este receso, así que...

  - Se me antojó una Maruchan, ¿me acompañan?

  - ¡Yo quiero unos tacos! -complementa Cathie-

  - Yo debo terminar la tarea, así que provecho, las dejo. -se despide Eddie de nosotras-

  - Vamos por la comida, total, el puesto de tacos está cerca de donde pides tu Maruchan.

Las chicas y yo vamos por nuestra comida a los respectivos puestos; llego y pido lo mío mientras me conecto a la red del lugar para escuchar la canción que Alex me mandó desde el lunes para calmarme, y normalmente da en el blanco para esas cosas. Reposaba tranquila en mi asiento mientras esperaba, cuando una voz me saluda superando el volumen de mis audífonos.

  - Hola dulzura, ¿me extrañaste?

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