Jane P.O.V:
Amser y yo nos la pasamos hablando durante el camino a mi casa, con él contándome de aquella ocasión que fue a una ciudad colonial española, cuyo estilo arquitectónico era de mis favoritos por lo cual quedé encantada de cada dato que decía al respecto, solo podía imaginar lo magnifico de estar ahí.
- No tienes idea de como te envidio.
- Jaja, vamos, no creo sea para tanto.
- Es que realmente no entiendo como has viajado a tantos lugares y tu sentir es tan... Frío o desinteresado al respecto. Yo me enamoraría de cada segundo allá y...
- Si, ehm, no sé... Supongo que cuando descubrir, viajar y explorar se volvieron simples gajes del oficio, dejaron de maravillarme.
- ¿"Gajes del oficio"? -le pregunto y su expresión pasa a ser de sorpresa, o como si reaccionara sobre algo de inmediato-
- Si, digo... Ya sabes, por el trabajo de mis padres.
- Ahh, ya, entiendo.
- Pero al Diablo, no porque sea un amargado deberías perder la esperanza o el deseo por visitar algún lugar ajeno a tu residencia. Créeme que a pesar de mi actitud al contar mis experiencias, visitar un lugar nuevo siempre es algo incomparable,solo depende de las circunstancias de cada quien supongo.
Entiendo que con la edad uno aprende más y más, pero él solo me supera por poco menos de un año y hay momentos donde habla como algún adulto de mediana edad. Quizá exagero, pero no miento cuando digo que al escucharlo demuestra mucho más conocimiento o armonía que cualquier otro de nuestra edad.
A escasos pasos de llegar a mi calle y asimismo a mi casa, se genera un muy agradable silencio, uno que me da paz, tranquilidad, confianza, emociones que compartíamos cuando niños, pero un tanto diferentes, diría que es por el hecho de que ya no somos niños sino jóvenes, pero creo hay algo más detrás.
- ¿Sabes? -rompe el hielo mientras comenzamos a subir las escaleras hacia mi piso- Cuando regresé a la ciudad, tenía cierta corazonada, podría asegurar que algo me llamaba a gritos porque volviera y simplemente me fue imposible ignorarlo.
- ¿Y cuál era esa corazonada?
- Ja, a día de hoy sigo sin obtener respuesta a esa pregunta... Solo sé que en cuanto me encontré contigo nuevamente, descubrí que no me había equivocado.
Amser me sonríe y se acerca levemente a mi, mientras me mira seguro y con un toque ególatra que puede tomarse tanto sexy como chocante; yo, sin embargo yo no sabía bien como reaccionar, digo, feo no es en lo absoluto, pero ¿debería intentarlo? Pues ni contestarme pude, pues la persona menos esperada quiebra lo íntimo del momento.
- No interrumpo, ¿o si? -dice Max quien observa y escucha todo, apoyado en la puerta delante de la mía-
- ¡Max! -exclamo y salto de la sorpresa-
El momento había cambiado a ser tenso e incómodo en solo cuestión de segundos, en los ojos de Amser se podía notar un enorme rencor y resentimiento además de, obviamente, desprecio, y estoy segura porque ese mismo tipo de miradas se le han escapado también a Alex también en torno a Max. Ambos se observan de modo bastante fuerte por lo que guiada más por la curiosidad que por la moral rompo la desagradable ausencia de habla.
- Q... ¿Qué haces aquí?
- Vine a hablar contigo sobre... Bueno, a conversar, pero no me esperaba vinieras acompañada.
- ¿Algún problema con eso, niño? -Amser le contesta desafiante-
- Quisiera hablar con Jane a solas, si no te molesta...
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Accurate Momentum
General Fiction¿Realmente ocurrió? Y de ser así, ¿cómo podemos saber si fue real? Si todo es tan abstracto, ¿por qué no darle más significados, más posibilidades, más finales, o abstenernos de aquello? Aún si la repercusión es incorregible e inamovible, ¿qué tal s...