Capítulo 24: Como si nada.

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[Jueves por la noche]

Alex P.O.V:

  - Entonces ¿que ocurrirá ahora?

  - Pues no es un misterio esa respuesta, te entrenaré, no puedo dejarte a tu suerte si llegas a meterte en aprietos de nuevo.

  - ¿Y cuándo empezamos?

  - Empezaremos el lunes después de que te den el aviso de desalojo, así practicarás mientras mejoras tu situación, evitando así ser arrestado por participar en un robo bancario.

  - ¿Y hasta entonces hay algo que deba hacer o corregir?

  - Hmmm, pues no que yo crea, la verdad este fin de semana no altera significativamente nada, aunque te sugeriría lo dejarás tal cual lo viviste con anterioridad.

  - ¿Incluyendo la paliza que casi me ponen?

  - Admítelo, cogerte a esa chica no te disgustó en lo absoluto; además, tu novio llegó al rescate antes de que te apalearan.

  - Sabía que no podían faltar tus burlas sarcásticas.

  - Si, sé que te encantan, pero el punto es que no alterarás nada durante los próximos 3 días...

[Sábado al medio día]

Jane P.O.V:

Voy terminando de alistarme para así verme con Alex en su casa, puesto que por su mensaje hace un par de horas he estimado la duración de la misa y así también de su retorno.

Me veo al espejo una última vez con intención de arreglar mi delineador antes de cruzar la puerta de mi habitación para así salir de la casa y tomar el colectivo.

  - ¿A dónde vas? -me interrumpe mi padrastro-

  - A ver a un amigo con el que he quedado.

  - ¿Y en qué momento pediste permiso o avisaste siquiera?

Es cierto, de lo mucho o quizá poco que ha transcurrido me olvidé de avisarle mi salida, por lo que me esperaba un posible sermón de porque no reconozco su lugar, el cual no se ha ganado en ningún puto momento.

  - Ay, déjala -interrumpe mi madre- es Alex con quien se verá, así que no le veo el menor problema.

  - ¿Y por qué no me he enterado yo?

  - Tranquilo, además ya sabemos todos, ¿no? -dice mi madre bromeando, pero él pone un seño fruncido mostrando que esto no pintaba bien-

  - ¿Así que mi opinión aquí no vale? -dice y mi madre se da cuenta de la rabieta que se avecina-

  - Hija, ve con Alex.

  - Pero yo...

  - Solo sal, diviértanse. -dice haciéndome señales con la mirada para que acate sin replica-

  - No has contestado mi pregunta mujer. -le replica Joseph a mi mamá-

  - Ay, vamos, yo...

Es lo último que escucho antes de cruzar la puerta, la cual cierro detrás de mi para después ponerme los audífonos y así desconectarme de la discusión que una pequeñez mía había provocado, no puedo decir que es en si mi culpa, yo no lo he mandado a exigir un respeto a la autoridad que no se ha ganado, ojalá mi madre se diera cuenta de eso, pero no es momento para pensar en eso, ahora Alex está algo sensible por la fecha, y si puede tener aunque sea un poco de apoyo que lo reconforte, creo el mío no vendría del todo mal.

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