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Lo volví a levantar jalándolo de la camisa, empecé a quitar su suéter, el se quejaba, al parecer estaba siendo muy brusco con el pero no me importó.

Mire su pecho, era muy blanco, ni un rastro de Bello, podía ver sus venas marcadas en su cuello, algunas se podían ver azules, su piel era una de las mejores cosas que había visto.

Empecé a dejar húmedos besos en su cuello, el rodeaba mi cuello con sus brazos mientras de sus bellos labios salían jadeos, empecé a acariciar su abdomen, estaba algo marcado pero sin exagerar.

cuando llegue a su pantalón comencé a desabrochar el botón, baje lentamente el cierre mientras besaba sus labios. Lo baje hasta después de sus muslos y el se encargó de quitarlo completamente.

Quedó en esas pequeñas bragas que ya había visto de encaje, empecé a soñar su pene por arriba mientras el desabotonaba mi camisa, cosa que no dejaría.

-No JiMinie, est es un castigo no te cogere hoy, te haz portado muy mal-. Dije susurrando muy lento cerca de su oído.
Me aleje de el y lo tomé fuerte de el brazo, lo llevé a mi habitación y cerré las cortinas.

El estaba parado en medio de la habitación, no se movía, estaba Asustado siguiéndome con la mirada.

Saqué una mordaza metálica de araña y el dio un paso atrás, note sus ojos algo llorosos y le sonreí.

-acércate-. El negó y yo fui hacia el le di una patada no Tan fuerte en las corvas asiéndolo caer de rodillas. -¡ABRE LA BOCA AHORA!-. Grité enojado y el hizo lo que le pedí.

Le empecé a colocar la mordaza y el me miraba al parecer estaba apunto de llorar.

Con la mordaza el no tenía oportunidad de cerrar la boca, su boca hacia un círculo perfecto.  Le tomé el brazo y lo levante y lo lleve a la cama.

Empecé a sobar su miembro y el soltaba varios gemidos, lo trate de girar para poner lo en 4 y empecé a rozar mi dedo en su entrada, el movía sus caderas de arriba a Abajo tratando de que entrara en el. Se estaba volviendo ya estresante que se moviera tanto.

Mi mano tomó algo de vuelo y deje ir un azote, el soltó un grito y comenzó a pedir cosas sin sentido.

-Por favor pare Hy...¡AH!-. Le deje ir otro azote.-Daddy... duele mucho... ah... por favor pare...¡AAH!-. Seguí dando azotes.
-Se que te gustan JiMin... acéptalo...-. Deje ir otro y soltó un gran gemido.
-Ah... Daddy... ah..-. No mientas JiMin no te sale-. Lo tomé de el cabello y lo jale Para que me mire.
-Ahora probarás el pene de Daddy JiMinie-. Baje mi pantalón y saqué mi pene ya erecto, el me miro como si pidiera permiso para tocarlo.- es tuyo bebé tócalo-. El empezó a hacer leves masajes y con su pulgar en mi glande y empezó a masturbarlo.

Mire su cara, el estaba demasiado concentrado en su trabajo, iniciaba a sudar, pequeñas gotas corrían por sus brazos.

Sus labios estaban demasiado rojos, algo de saliva caía en su labio inferior, ya era hora de que el probara mi pene.

Quite sus manos de mi pene y lo tomé de el cabello. El me miro con lleno de "inocencia" cosa que me puso más que nada entonces empecé a meterle mi pené el la boca.

Sentí mi pene pasar por su lengua, empecé a soltar algunos jadeos,el tenía sus ojos cerrados mientras tenía mi polla en la boca, acerqué mi pelvis más a el haciendo que todo mi pene entre en su boca, noté como el se empezaba a atragantar pero no le di importancia, como ya había dicho era un castigo.

Me movía lo más rápido posible, el seguía en el mismo estado, pero ya tenía más lágrimas en los ojos las cuales salían.

No se como fue que en un movímiento mi pene choco con su lengua de una manera Tan deliciosa que llegue a el orgasmo en su boca. Cuando saqué mi pene el empezó a toser, yo le sonreí y le Quite la mordaza.

-¿como te sientes baby?-. El no me volteo a ver. - bien, Gracias-. Se levantó y se dirigió a la puerta, le jale el brazo y le di un beso.
-Ay baby... no lo tomes a mal pero debes de ser más cuidadoso con tus palabras enfrente de tu Daddy ¿si?-. El me miro a los ojos y asintió.-Ven dame otro beso-. El se acercó e hizo lo que pedí me acerqué a  la cama y me senté.
-Daddy Perdón-. Se empezó a acercar desde la puerta.- No lo debí de hacer-. Se sentó en mis piernas y me empezó a besar lentamente.
Empecé a sobar su trasero y me recosté en la cama mientras el se acostaba sobre mi.
Sobe su pené lentamente y lo saqué de las bragas, su mirada subió a la mía y se volvió a acercar para besarme.
-¿Quieres que tú Daddy té haga llegar a el oragasmo bebé?-. El me sonrio y asintió.
-lo recoste lento en la cama y empecé a pasar mis dedos por sus pezones, note como soltaba jadeos y su pene se levantaba más.
-Ah... Daddy...-. Inicie a tocar su pene de arriba a abajo, lo hice lento para que el sintiera el placer, sus manos tomaron las sábanas, el ya estaba más que exitazo, estaba a punto de llegar a el orgasmo.
Acerqué mi lengua a su pené y la pase desde su tronco hasta la punta empezando a succionar su glande de manera tranquila. Pero el no podía más, note como sus piernas empezaron a temblar. En ese momento empecé a mamar su pene rápido, rozaba mis dientes en su longitud para que tuviera una buena sensación.
-Ah... no aguanto.... ah... ah DAdddy...-.
El empezó a mover su pelvis pero yo la tomé pegándola a la cama para que no interrumpíera mi trabajo.
-Ah Daddy... por favor quiero llegar.
Saqué su pene de mi boca y lo masturbe rápido, en menos de un minuto el ya tenía todo su abdomen manchado de semen y yo lambiéndole de forma sedienta.

Me recosté alado de el y le di un beso y nos miramos sonriendo.

-Qué bien baby-. Empecé a sobar su cabello. - Gracias Daddy...-. yo le sonreí y el se sonrojó.
-ven te daré un premio-. Lo tomé de el brazo para después cargarlo de manera que el enredara sus piernas en mi cadera.

Llegando a la cocina lo senté en la barra desnudo y le sonreí acariciando su espalda.

-¿Quieres alguna golosina baby? -. El me sonríe y dice. - quiero gomitas...-. Dice algo tímido por pedirme cosas.
-Tu sólo dime lo que quieres y lo tendrás-.  Abrí un cajón de la cocina y saqué unas gomitas enferma de tiburones.
-ten bebe..-. El negó.
-No me gustan esas-. Yo le sonreí sin entender.-¿De cuales entonces?-. El hizo un puchero y me contesto.
-de esas que parecen cerezas-. Yo negué.- No tengo de esas...-. El hizo un puchero.
-¿Usted dijo que todo lo que quiera será mío no?-. Ya estaba entendíendo como jugaba. 
-Okey.. tienes razón-. Tome mi celular y busque el número de una dulcería.

Me dediqué a pedir esas estupidas gomitas y el sonrió.

Cuando termine la llamada el me abrazo y me dio un beso al el cual yo respondí.

No se en que problema me estaba metiendo, solo se que esto estába bueno.

- No Todo es Color R O S A - Kim NamJoon & Park JiMin. NamminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora