- No Todo es Color R O S A - Kim NamJoon & Park JiMin. Nammin

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-¿Estan bien tus gomitas bebé?-. El asintió metiendose otra ala boca.
Sus dedos rosaban suaves sus labios, los cuales ya estaban Algo rojos por el colorante de estas.-¿le das una a daddy?-. El se levantó de mi lado parando mis caricias.

Se puso de rodillas en el mueble viéndome y acercó una gomita a la boca, yo abrí lentamente mis labios y volteé mi vista a la pantalla de mi computadora mientras esperaba la gomita. Pero ella nunca llegó, sin embargo sentí los dulces labios de JiMin tocar los míos. Cuando el soltó mis labios me dio una sonrisa Algo tierna y yo le sonreí y le dije aun así.

-No me haz dado la gomita que te pedí-. El se limitó a sonreír.
-Es Qué ya se acabaron...-. Dijo cubriendo tontamente la bolsa en su espalda.
-Entonces cuando me pidas más no te las daré por ser malo con Daddy, ¿Te parece?-. Dije acariciando su rostro.

El Me miraba a los ojos atentó, como si simplemente se perdiera en sus pensamientos.
Me acerqué a sus labios y comencé a dejar pequeños besos en la conmisura de estos, el cerro sus ojos y se dejo llevar lentamente por mis cariacias en su espalda. Su agarre a la bolsa se aflojaba cada vez más y debia aprovecharlo.

Pase una mano por su cabeza y con mi dedo índice empecé a rascarla algo lento y suave, el estaba demasiado relajado como para notar que yo ya no lo besaba.

Pare de rascar, me miro sonriendo y paso su mano por su cabello haciéndolo hacia atrás. Su cabello era entre rosado y rubio,  pero aún así se veía sexy. Todo en el se volvía sexy. Traía puesto un pantalón Gucci rojo que era mío pero se lo di para que usara.

-Daddy... yo...-. Dijo cuando empecé a comer una de sus gomitas que le había quitado.
-¿Si bebé que necesitas?-. El me sonrió y se acercó a mi oído juguetón como si de un Niño se tratara.
Tome una de sus lindas manos y la comencé a sobar. 
-Quiero comer...-.dijo en un susurro casi un audible.- ¿Qué quieres comer baby?-. Me sonrió y volvió a contestar.- No lo sé...-. Se sentó en el mueble confundido.

-¿Qué quieres bebé? En la alacena hay varias cosas busca, o si quieres podemos pedir una pizza o igualmente si quieres una hamburguesa-. El lo pensó un poco y negó.

Empezó a jugar con sus dedo y sonrió.
-Quiero Alitas y puerco agridulce-. Yo asentí.-¿Quieres ir o que lo traigan?-. El negó y pidió que lo trajeran.

Yo asentí y empecé a hacer el pedido, JiMin pidió que no fueran Tan picantes las alitas a lo que yo hice caso.

El estaba acostado con la respiración Algo agitada, el se retorcía un poco sobre el mueble y tocaba su garganta.
Su mirada estaba buscando algo, y lo hacía demasiado rápido.
Crei que había perdido su celular por lo que no tomé tanta importancia, pero cuando me di cuenta y colgué el teléfono el estaba algo morado.

Entonces recordé el problema, su asma, empecé a buscar rápido su inhalador en la sala entonces cargue a JiMin y lo lleve a mi habitación, lo puse en mi cama y busqué su inhalador.

Lo busqué entre la ropa que le  había quitado horas antes y ahí estaba, en su pantalón.

Cuando lo encontré fui corriendo hacia el y se lo di, el empezó a inhalar con mucha fuerza releídas veces, cuando se recuperó cerro sus ojos y medito un poco.

Si el se la pasaría acá se necesitaban más de esos.

-Gracias Hyung...-. Dijo sentándose, le di un pequeño golpe en la nuca y el río.
-¿ahora que?-. Me miro algo enojado.
-fue por no decirme Daddy y por no ser responsable con tus cosas-. El se hizo pequeño.
-Yo que iba a saber que me daría un ataque-. Por eso mismo debes de tenerlo a la mano-. El miro a el techo como si estuviera constado de mi.
-exagera-. Dijo serio. - Bueno, para exagerar mejor mañana iremos por 2 más de esos, y te castigaré por no tenerlo a la mano-. El se levantó de la cama y se fue a la puerta.

Me quede sentado un momento pensando, pero cuando me levante a buscarlo el se había ido.
Ya no estaba en mi departamento, por lo que fui directo a el de el.

Su departamento estaba muy bien arreglado, todo estaba en orden, su cama estaba tendida, pero el no estaba en ella.

Escuche pequeños murmuros en el baño, obviamente eran de el.

-Siempre lo arruinas todo, no puedes hacer nada bien, además de que tus mejillas se inflan cada vez más y no puedes dejar de comer, tu cabello ya es un desastre-. En eso escuché cómo abrió un cajón.- A ver si así dejas de ser tan idiota.

Salí de ahí, no con miedo, sino con decepción, este fabuloso y tierno chico tenía graves problemas, no tenía confianza en si, no se aceptaba como era y sobre todo no se daba cuenta de la gran persona que es.

Me senté en el sillón declinable de su mini cuarto e hize como si me estuviera tomando fotos y como si nada hubiera pasado.

-Perdón por irme, yo... debía pensar en mis errores...-. Se sentó alado de mi y le sonreí.- A todos mis pasa, es lo de menos-. Se acercó y recargó su cabeza en mi hombro.

Yo lo mire y le tomé su mano, el me volteo a ver y le sonreí nuevamente, el miro mis labios y se acercó un poco, estábamos a punto de besarnos cuando un olor llego a mi nariz.

Realmente no era un olor feo pero si raro, Olía a medicamentos, cosa que no deje pasar.

-Baby...¿estás enfermo?-. El me miro confuso.-Solo el asma ¿Por que Daddy?-.

Yo me aleje de el enojado y fui a su baño, busqué en los cajones rastros de pastillas pero no había nada, busqué con la mirada, hasta que en la basura encontré 1 bote vacio de pastillas relajantes o calmantes si se podía decir así.

El no me siguió, se quedó en la sala sentado mirando a el piso, no hacía más, solo eso.

-¿piensas que es bueno?-. El negó.-¿haz notado cambios buenos  en ti desde qué haces esto-. El negó de nuevo.
-Entiendo que tengas problemas, que no te guste lo qué haces, como te vez o lo que sea, pero debes saber que nada se areglara tomando esta basura-. Vi ciertas lágrimas salir de sus ojos, el tapó su cara y empecé a escuchar ciertos sollozos, no podía dejarlo solo, si se volvía a hacer esto y algo le pasaba ¿Como me sentiría conmigo mismo?

Lo cargue y lo lleve a mi departamento, nos sentamos en el sofá y el miraba a el piso de nuevo.

-en unos minutos va a llegar la comida, quiero que por favor comas bien, si algo te pasa, no podría cargar con la culpa-. El asintió y se recostó en el mueble con su ipad.

Teníamos graves problemas aquí, cómo acabarían, ni yo lo sé pero lo harán.

Trate de calmarme y me senté a su lado, el dejo el iPad me sonrió, por obvias razones supe que su sonrisa era falsa, tomé sus manos y empecé a jugar con sus dedos.

-Tus manos son muy pequeñas baby-. El se sonrojó-. Daddy...-. Lo voltee a ver a los ojos y el hablo de la manera más sincera a mi parecer.- Quiero ser un buen baby, tratare, enserio-. Me acerqué a sus labios y le di un pequeño beso.
-Solo no vuelvas a hacer estupideces, ya verás que todo estará mejor-. Le apreté un poco su manita. - Quiero que vivas conmigo, ósea no en el mismo edificio sino conmigo acá, se que no haz usado el otro apartamento, pero puedes usarlo para guardar tu ropa o lo que más uses lo pasa para acá ¿entiendes?-. El soltó un leve sonrojo.
-Hyung... usted sabe que yo me pongo ropa...-. No me interesa eso, tú trae y viste lo que quieras pero, quédate acá-. El asintió.
El timbre sonó y sus ojos soltaron felicidad.
-la comida-. Se levantó de el mueble para ir a la puerta, pero no lo deje.
-Yo voy, tú no traes camisa, vete a poner una de las mías por favor-. El me sonrió y fue a mi cuarto.

Me encargué de recibir la comida y pagar, cuando JiMin llegó, no tenía una sonrisa como antes de que se pusiera la camisa.

-¿ahora que baby? Te tenias que poner una camisa..-. El negó.
-¿Ha tenido otros babys?-. Yo negué con seguridad.-¿Entonces de donde salió ese peluche de Ryan?-. Solté una carcajada y note su ceño fruncirse más.
-Es Mio JiMinie, yo también tengo mi lado tierno-. Le dije haciendo un aegyo.-Ademas no entiendo por qué tienes celos, eres solamente un baby para mi.

Y realmente hablaba enserio.