Capítulo 47

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— Ha dicho que todos van a ver un cambio notable entre esta nueva obra y sus anteriores novelas ¿Podía explicarse mejor? ¿A qué se refiere? ¿A qué cree que se deba? – Preguntó un periodista al Jannik enmascarado en la tarima del salón de eventos más grande de la biblioteca.

— No sería necesario explicárselo a los que me han leído con anterioridad, simplemente lo notarán. Para los nuevos lectores solo puedo decir que van a leer a un autor que está en su mejor momento. Así que, de nada – Contestó petulante, reconociendo por adelantado los agradecimientos de los lectores.

Las carcajadas explotaron por la sala. Como siempre, todos estaban fascinados con el aura seductora del autor en la sombra, con el zorro pícaro.

— Todavía falta una pregunta por contestar – Recordó el periodista.

— Siempre me niego a responder preguntas personales y creo firmemente que la razón de ser de este cambio está directamente asociado a mi vida personal. De hecho, como un plus, revelaré que está completamente ligado a mi vida íntima – Indicó – Sin embargo, podría decirse que se debe a que recientemente he vivido experiencias que me han cambiado. Cuando una persona cambia no puede concebir las cosas igual y de esa misma forma no puede dárselas a ver a los demás como en el pasado ¿No lo creen? – Cuestionó.

— ¿Qué cambió? — Insistió otra periodista.

Jannik se quedó en silencio y Aribba y Mitchel que estaban escondidos entre el público, como parte de personal, se miraron preguntándose qué locura podría decir.

— Por mucho tiempo estuve como quien está de manos atadas con un libro abierto frente a él como única referencia, siempre leyendo las mismas dos páginas: saltando de línea en línea, a veces apenas retrocediendo un poco; tratando de ver, en vano, si me había perdido algo en el camino, porque seguía sin darle sentido a la existencia. Estaba en un mundo que reconocía como inmenso, pero que me quedaba pequeño hasta el punto de ser asfixiante. En algún punto llegué a jurar que no había nada más y me resigné a creer que la vida sería un sin fin de eventos repetitivos, por lo que solo me quedaba imaginar, escribir, para tener emociones nuevas. Debo decir que estaba profundamente equivocado, alguien le dió vuelta a la página y me hizo ver cuán mente estrecha había estado siendo – Explicó.

— ¿Esa persona es ahora mismo alguien especial para usted? – Preguntó la misma periodista antes de que alguien más pudiera adelantársele.

— Sin lugar a dudas lo es – Aceptó Jannik de Inmediato, no veía ninguna razón para negarlo.

— Su pareja ¿Quizás? – Asomó un tercer reportero.

— Sí – Respondió, directo y sincero, lo que hizo que la prensa se quedara boquiabierta porque no lo esperaban. Cómo lo habían dicho, no era muy abierto cuando se le preguntaba por algo más que no fueran sus obras — Y ya que lo sacaron a colación... Le daré un mensaje a esa persona: Me siento muy afortunado de no poderme resistir a esto que sueles llamar "locura". Lo he pensado detenidamente, lo es. Es una locura porque no puedo mantenerme cuerdo cuando se trata de nosotros. Debido a ti a veces no puedo ver nada con claridad y otras veces puedo verlo todo, tan ridículamente claro que es como una revelación del más allá. Te amo, estoy muy seguro de ello – Dijo, explayando una sonrisa encantadora que fue captada por las cámaras y que sin duda sería la portada de las revistas especializadas de cultura y literatura, e incluso de la farándula amarillista debido a su alta popularidad.

La respiración de Mitchel se cortó, su corazón se estremeció y se expandió dentro de su pecho. Ese hombre hacía que él se llenara de arrojo, quería dar un paso al frente y enseñarle a todos que él era esa persona y finalmente decirle a Jannik que él también le correspondía, desesperadamente.

La excepción a la reglaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora