Cuando Chiara entró a casa, Olivia, ya despierta, dejó de jugar para ir a donde ella. La cogió en brazos y fue a jugar al sofá con ella esperando a que apareciera la pelirroja.
- Done tabas.- Pregunta Olivia mientras le enseñaba a Chiara uno de sus juguetes.
- Estaba en casa de Martin, princesa .- Sonrió.
- Tu tiste .- Hizo Olivia un puchero mientras la abrazaba .- Te quero.
- I love you too, my little princess.
- Kiki...- Dijo Violeta saliendo de su habitación y dirigiéndose al salón.
- Vivi...
- ¿Quieres ir a la cocina a hablar? Así la dejamos jugar tranquila.- Preguntó.
- Sure.
Una vez entraron por la cocina, Chiara se sirvió un vaso de agua y se sentó junto a Violeta en una de las banquetas que había en la cocina, desde donde podían ver a la pequeña Olivia.
- No sé por dónde empezar, Violeta...- Confesó Chiara posando el vaso en la encimera y mirando hacia el suelo. No era capaz de mirarla a los ojos.
- ¿Por qué me besaste?- Preguntó directa.
- Porque lo sentí así en ese momento. I just wanted to do it. Llevaba tiempo queriendo hacerlo, Vivi. Lo siento muchísimo, honestly...
- Kiki, quiero que me seas sincera, ¿vale?- Chiara asintió. Violeta puso una mano sobre la de Chiara.- ¿Sientes algo por mí?.
En ese momento Chiara levantó la cabeza para mirar a Violeta a los ojos. Quería hacer lo que le dijo Martin, confesarle todo a Violeta, decirle que no quiere perder su amistad, pero que no puede elegir de quién enamorarse. Dispuesta a contestar, agachó la cabeza, volviendo su mirada a un punto fijo en el suelo.
- Look, sé que es poco tiempo el que hace que nos conocemos, pero uno no elige lo que siente o deja de sentir, uno simplemente siente... y es lo que me ha pasado a mí contigo. I love being with you, I love being with Lola, me gusta hacerte reír, me gusta escucharte cantar esa canción cuando piensas que no te estoy oyendo, me encanta... me encanta tu sonrisa Violeta. Tu hoyuelo cuando sonríes. Me... me encantas tú, ¿Okay?. No lo puedo evitar. I'm so sorry, de verdad, sé que debería guardarme esto para mí, pero creo que después de haberte besado mereces una explicación, y la explicación es esa, que me he enamorado de ti como una tonta.
- Kiki...
- No, Violeta, let me finish, ¿sí?- Violeta asintió.- Te quiero, Vivi, te quiero como mucho más que una amiga. Quiero...- Chiara hizo una pausa y suspiró.- quiero estar contigo, besarte cuando quiera sin tener que dar explicaciones, que tú me beses a mí. Pero lo que más quiero, por encima de cualquier cosa, es que estés a mi lado Violeta. Que las dos estéis a mi lado.- Dijo refiriéndose a Olivia.- Y sé que no es posible de la forma en que a mí me gustaría. Lo entiendo perfectamente Vivi. Pero por favor, déjame superar esto, olvidemos lo del beso y sigamos siendo amigas. Por favor.- Finalizó Chiara alzando la mirada para mirar a los ojos de la otra.
- Kiki, nunca dejaría de ser tu amiga. Desde que llegaste a mi vida, todo va mejor. Te has convertido en una de las personas más esenciales en mi vida, en mi mayor pilar. Vamos a olvidar ese beso, no pasa nada. Quiero que todo esté como siempre contigo, Kiki.- Contestó Violeta.
- Gracias Vivi.- Dijo Chiara, por fin, abrazando a Violeta.
- Y que sepas que besas bien, cabrona.- Rió Violeta tras el abrazo para liberar tensiones.
- Me lo dicen mucho.- Contestó Chiara guiñándole un ojo.
- Venga, vamos a hacer un poco de caso a la nena, que ya sabes lo que le gusta que juguemos las dos con ella.- Dijo Violeta dirigiéndose al salón cogida del brazo de Chiara.
*************
Dos semanas después las cosas habían vuelto a la normalidad. No del todo, pues Chiara no podía evitar tener algún gesto con Violeta o quedársela mirando hasta que la pelirroja le decía que dejase de hacerlo, pero eso era algo con lo que Violeta no se sentía incómoda, es más, le gustaba, pero era algo que no pensaba admitir.
Violeta, desde el beso, la conversación y la confesión de Chiara, se sentía extraña en cuanto a la morena. No porque le incomodara su presencia, todo lo contrario, sino porque no paraba de pensar en si ella sentiría algo más hacia Chiara.
Chiara había encontrado trabajo por las mañanas en una tienda de ropa y Violeta seguía sin un horario fijo, por lo que contrató una niñera, Ana, una conocida de Chiara, para que se pudiera quedar con Olivia en caso de tener que trabajar por las mañanas, ya que ahora Chiara no podía hacerse cargo de la niña cuando ella estuviera de mañana, y no podía depender de sus amigos toda la vida cuando la niña era únicamente responsabilidad suya.
Un lunes por la tarde, coincidiendo que Violeta había estado de mañana, quedaron con Ruslana y Naiara para tomar algo y dar un paseo en centro. Violeta, en compañía de Ruslana, iba empujando el cochecito de Olivia, mientras ésta iba unos metros metros más adelante, corriendo y jugando con Chiara y Naiara.
- Quiero tener un hijo, de verdad, es que Oli es monísima.- Se manifestó Ruslana.
- Es muy pronto Rus, te lo digo por propia experiencia.- Rió.
- Ya, si no me refiero a ahora, sino en unos años. Me refiero a que quiero tener hijos con ella. No sé, siento que es la persona indicada.
- Ya... lo sé.
- Lo siento Vio, no quería decir eso, perdón. Sé que tú también considerabas a ese cabrón el indicado. Perdón.
- No pasa nada Rus, de verdad.- Dijo Violeta pasando un brazo sobre los hombros de Ruslana y acercándola a ella.- Te entiendo, ¿sí?. No todos son iguales, y Naiara es una tía de diez, se ve a leguas. Julio no lo era, pero yo estaba muy ciega entonces. De todos modos, si tienes un hijo con ella más que porque sea la persona indicada es porque ambas queréis. Lo mío, a pesar de quererla con todo mi ser, fue un accidente.
- Ese cabrón no os merece. Merecéis a alguien mejor. Oli merece una persona que la quiera lo que él no la ha querido y más, y tú te mereces a alguien que sepa quererte, que te quiera bien. En lo bueno y en lo malo.- Dijo Ruslana mirando al frente.
- Lo sé, espero encontrar pronto a esa persona.- Suspiró Violeta mirando a su hija.
- Lo harás, créeme.- Finalizó la más pequeña mirando cómo Chiara cogía en brazos a una Olivia que lloraba porque se había caído, y la llenaba de besos mientras la acurrucaba en su pecho para que se tranquilizara.
Ruslana notaba algo entre las dos chicas. No sabía nada del beso, eso era algo que decidieron guardarse para sí mismas y para Martin. Nadie más lo sabía. Pero Ruslana sabía que a Chiara le pasaba algo con Violeta, y que a esta también con Chiara. Sabía que, por mucho que ambas lo intentaran, lo que había entre ellas no era un simple amistad. Su mejor amiga siempre había sido muy libre, sobre todo después de que su padre le rechazara y se fuera a Menorca a vivir con su abuela y su tía, y nunca la había visto tan atenta y pendiente de alguien como hacía con la otra pelirroja y su hija, ni si quiera con ella.
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Me quedo contigo // Kivi
RomancePara Violeta, el haberse quedado embarazada con 23 años no suponía ningún problema porque lo tendría con la persona de la cual estaba locamente enamorada, su novio desde hacía tres años, Julio. Pero todo en su vida se derrumba en el momento en el qu...