Capítulo 5.

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- ¡Papi!.- Dijo Violeta con Olivia dormida en brazos mientras abrazaba a su padre, que las había ido a buscar al aeropuerto, pues eran muchas horas como para ir en coche desde Barcelona con la niña.- Te he echado muchísimo de menos.- Volvió a hablar secándose las lágrimas.

- Yo a vosotras también mi vida, nunca habíamos estado tanto tiempo separados.- Respondió Juan Carlos, el padre de Violeta, a la vez que cogía a Olivia con cuidado de que no se despertara.- Ven, vamos, el coche está justo a la salida. En casa te espera tu hermana.

Violeta había llegado a Granada más que cansada. Cuando llegó a casa, saludó a su hermana Tana con un gran abrazo, se llevaban genial, eran como mejores amigas, y la había extrañado mucho. Era lunes día 24, nochebuena, por lo que el viaje sería de lo más corto, pues mañana mismo tenía que volver a Madrid porque el trabajo lo requería. Por ello, quería aprovechar el tiempo lo máximo posible. Después de llegar del aeropuerto y comer, decidió ir a una especie de feria que había al lado de la playa, donde había un gran mercado navideño, acompañada de su hija, su padre, su madre - que se había incorporado después de trabajar - y su hermana.

Una vez llegó la hora de cenar, Violeta subió a su cuarto y se preparó para la ocasión tras vestir a su hija. Cuando bajó ya estaba toda su familia allí, y tras decirle que estaba guapísima y que su pequeña se parecía un montón a ella, comenzaron a cenar. Violeta amaba la manera en la que cocinaba su madre, y había echado tanto de menos sus delicias, que casi se come hasta los platos.

La cena fue muy tranquila, hablaban de lo bien que les iba a todos los de su familia, incluida a ella, y en ningún momento se tocó el tema de Julio, no como la navidad pasada, la cual terminó siendo un desastre porque a la tía de Violeta se le ocurrió sacar el tema.

- Mamá.- Dijo Olivia tirando del vestido de Violeta.

- Dime amor.- Respondió cogiéndola en brazos y achuchándola.

- Teno sueño.- Contestó mientras se acurrucaba en su pecho con McRisas en el brazo.

- ¿Me dejas que la acueste yo? ya son las doce y cuarto, es muy tarde para ella.- Dijo Tana.

- Claro que sí, así aprovecho y hago una llamada.- Dijo Violeta cogiendo el teléfono una vez que Olivia estaba en brazos de su tía y sus padres habían ido a la cocina a terminar de recoger.

Una vez estaba llamando, se dirigió hacia el jardín y se sentó en el balancín mientras esperaba a que cogieran el teléfono.

· LLAMADA TELEFÓNICA·

- ¿Hello?

- ¿Qué pasa que no tienes mi número guardado o qué?.- Preguntó Violeta riendo.

- Viviii.- Respindió contenta.- I'm so sorry, es que no me ha dado tiempo a mirar quién era.

- Feliz navidad Kiki.

- ¿En serio has dejado de estar con tu familia a la que hacía meses que no veías para felicitarme la navidad? podías haber mandado un mensaje y ya.- Vaciló Chiara, aunque por dentro le derretía el gesto que había tenido Violeta acordándose de ella.

- No te preocupes que para la próxima voy a hacer eso.- Respondió haciéndose la enfadada.

- Es broma Vivi, me alegra que te acuerdes de mí. Feliz navidad a ti también.

- ¿Qué tal todo?.- Preguntó Violeta después de unos segundos en silencio- ¿Has cenado algo?

Me quedo contigo // KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora