Capítulo 22.

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Chiara

- ¡Kiviiiiiis!.- Gritó Juanjo mientras entraba en nuestra habitación por la mañana y levantaba la persiana.- ¡Buenos díaaaaaas!

Violeta escondió su cabeza en el hueco de mi cuello, huyendo de la luz del sol y me abrazó aún más fuerte.

- Kiki.- Susurró en mi oído.- ¿Para qué coño les daríamos las llaves de casa a estos dos? ¿Es tan necesaria su presencia en nuestras vidas?

- No creas que no te he escuchado, pero voy a obviar tu comentario.- Contestó él con esa forma tan característica suya.

- Seguro que has despertado a mi niña con tanto grito- Le dije.

- No te creas, la niña lleva despierta casi una hora, ya ha desayunado y la hemos bañado.- Contestó Martin orgulloso entrando a la habitación.

- ¿Pero cuánto tiempo llevas aquí?.- Preguntó Violeta levantándose de la cama.- Esto es allanamiento de morada.

- Me disteis las llaves cielos. Encima que os he ahorrado tiempo con la niña.- Se quejó.- Y tú.- Me señaló.- Levántate ya que tenemos un vuelo que coger.- Dicho eso salió por la puerta.

El vuelo.

En el momento que dijo eso comencé a ponerme nerviosa. Hoy volábamos con él a Granada para ultimar los detalles de la boda. Cosas que no podíamos hacer desde aquí, como probar el menú y esas cosas.

Quedaba una semana justa para la boda, y cada día que pasaba estaba más nerviosa.

Más nerviosa y más feliz. Es que de verdad, si me dicen hace un tiempo que me iba a casar y que iba a tener una niña tan maravillosa no me lo hubiera creído.

Teníamos el vuelo a las once de la mañana, sólo nosotros, el resto iría el día antes de la boda, para no molestarnos con los preparativos de los días previos y esas cosas.

- Amor.- Dijo Violeta entrando por la puerta de la habitación y sentándose a mi lado en la cama.- Estoy nerviosa.- Me sonrió.

- Yo también Vivi.- Cogí su cara entre mis manos.- Pero estoy deseando que llegue el día.- Comenté antes de posar mis labios sobre los suyos.

- Oye, qué te iba a decir yo.- Comentó mientras se acercaba lentamente a mi cuello y dejaba unos cuantos besos en él.- Que ayer no terminamos lo que empezamos.

- Mmm...- Suspiré.- Estábamos muy cansadas Violeta.- La cogí y la coloqué encima de mí.

- Ya, pero ya no lo estamos.- Introdujo sus manos por debajo de la camiseta que usaba para dormir.

- No, pero están los majos rondando por ahí.- Cerré los ojos en el momento en el que sus manos llegaron a mis pechos.- Vivi, estás desatada últimamente.

- Es que me pones mucho.- Susurró mientras ahora introducía su mano en mi ropa interior.- Con este piercing que me vuelve loca.- Siguió dando besos por mi estómago.

- Vivi...- Gemí y me tumbé en la cama para estar más cómoda.

- Mamiiiis.- Entró Olivia corriendo en el momento en el que Violeta empezaba a introducir sus dedos en mí.

Violeta se levantó corriendo y fue al baño a lavarse las manos. Suspiré y cogí a Olivia, que se había sentado encima de mí abrazándome.

- Buenos días mi amor.- Le di un beso.

- Benos días mami.- Me devolvió el beso.- ¿Hoy vamos a ver a los abus?.- Preguntó mientras me levantaba y buscaba en el armario algo para ponerme.

Me quedo contigo // KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora