Capítulo 21.

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Violeta.

No pude evitar echarme a llorar

Chiara estaba delante mío, pidiéndome que me case con ella y yo simplemente soy incapaz de reaccionar.

Cuando era pequeña siempre jugaba a ser mamá y a tener la típica familia feliz. Tenía tropecientos muñecos y me encantaban los cochecitos para llevarlos, iba con uno a todas partes.

Tiempo después de empezar una relación con Julio, pensé que él era el indicado, que con él formaría esa familia que tanto quise de pequeña, por lo que cuando el médico me dijo que estaba embarazada, supe que iba por buen camino, que tendría un bebé con el chico del que estaba enamorada y el cual me quería.

Fue entonces cuando me pegué la hostia.

Ahora sí que siento que lo estoy haciendo bien. Tengo una hija con la mujer más maravillosa que he conocido nunca, junto a mi abuela, que la quiero y me quiere por encima de todo, y que está justo delante de mí esperando por una respuesta.

- Kiki...- Me acerqué a ella.

- Vivi, por favor, responde, si no quieres no pasa nada pero responde por dios.- Rogó con cara de sufrimiento.

- Pues claro que me quiero casar contigo, idiota, claro que sí.

Fue entonces cuando rompió el pequeño espacio que había entre nosotras y me cogió entre sus brazos comenzando a darme vueltas.

- ¡Kiki! Que me voy a marear.- Reí.

- Mami yo tamén quero.- Apareció Olivia corriendo por el pasillo.

Reímos y tras dejar un beso en mis labios y susurrarme que me quería, me bajó al suelo para acto seguido coger a la pequeña y darle las vueltas que quería.

Reí ante esa escena, me encantaba verlas así.

**

Chiara.

Me había dicho que sí y me había hecho la persona más feliz del mundo. Ese mismo día, al salir de trabajar, me dio tiempo de ir a una joyería cercana a la academia y comprarle un anillo. La verdad es que no me podía creer que estuviera haciendo eso.

Yo he tenido muchos rollos y he estado con muchas chicas, no de pareja, ya me entendéis, pero con ninguna sentí lo que sentí con Violeta, de verdad. Cuando llega la persona correcta lo notas, y ella es mi correcta.

Esa misma noche se le di, casualidad que cuando llegué a casa, me había preparado una cena y había dejado a Olivia durmiendo con Ruslana y Naiara, según ella "para celebrarlo bien", palabras textuales, así que ya os podéis imaginar lo que pasó.

Ahora, dos semanas después, nos encontrábamos cenando en casa de Martin, quien también, cómo no, había invitado a Juanjo.

- ¿Ya habéis puesto en marcha los preparativos de la boda?.- Preguntó Juanjo mientras cogía la fuente de patatas y se servía.

- Sí.- Contestó Violeta sonriendo. Me encantaba verla tan ilusionada.

- Va a ser en El Camborio, con vistas a la Alhambra- Sonreí yo también.

- Te quiero tanto.- Me besó.

- Bueno bueno, ya basta de momentos empalagosos.- Bromeó Martin.- Estoy tan contento.- Dio palmadas.- Como capitán del barco Kivi espero ser el padrino de bodas.

- ¿El capitán del qué?.- Preguntó Violeta.- ¿Qué es Kivi?.

- Ay VioLenta. Kivi es como he llamado a vuestro shippeo...

Me quedo contigo // KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora