-¡Quiero ir al mar!- Dije tan alto como un grito y me separé rápidamente quedando frente a el.
Lo mire esperando que olvidara la propuesta anterior; y tal como esperaba funcionó. Soltó una risa después de ver por unos segundos mi cara ruborizada y asintió con la cabeza y una genuina sonrisa.
-Esta bien- se acercó a mi y tomó mi cabeza depositando un beso en ella para posteriormente acariciarla- Lo que quiera la reina.
Tras otra sonrisa salió de la habitación.
-¡Refréscate un poco y vamos por un bañador a la ciudad!- se escuchó su voz desde la planta baja y suspire aliviada.
...
-¿Hay alguno que te guste?
Mire nuevamente el aparador de la cuarta tienda que visitábamos. Llevábamos poco más de una hora en una de las plazas de la ciudad y ningún traje de baño lograba convencer a ambos por completo. "No voy a comprarte cualquier cosa" decía, sin embargo tampoco aceptaba comprar algo una vez que veía que a mi no me gustaba del todo.
-El guinda es bonito- Dije aun sintiéndome extraña por la situación.
-Vale, entremos- Dijo y tomó mi mano entrando en aquella boutique.
Una de las empleadas se acercó a nosotros y Marshall le pidió ver el traje de baño que anteriormente había señalado. Una vez nos lo entrego en la talla adecuada, ambos entramos en los probadores.
-De verdad... preferiría un poco de privacidad para estas cosas- Reproche mientras colgaba el bañador en un gancho de pared.
-Vamos ____, no seas penosa, no hay nada de ti que no haya visto ya- Y sin hacerme caso una vez más, comenzó a desvestirme de forma tan natural como si estuviera más que acostumbrado a hacerlo... y de hecho lo estaba- A parte, me encanta quitarte la ropa- dijo con voz ronca al desabrochar el sujetador como última prenda y pasó sus manos por mis hombros y espalda, llegando a mi cintura la cual abrazo apegándome a el. Bajo su cabeza hasta mi hombro derecho besándolo suavemente.
Mire mi rostro sonrojado en el reflejo y mi cuerpo desnudo temblando ante sus caricias y sentí vergüenza de mi misma.
-Marshall... detente, nos van a regañar.
Respingando me soltó y tomó el traje de baño ayudándome a ponérmelo.
-Tu siempre te vez maravillosa ____, pero justo ahora no veo un ángel, ¡Veo su Diosa!
Sonreí inconscientemente al escuchar su comentario. Nuevamente mis mejillas tomaron una tonalidad carmín mientras me miraba en el espejo.
-No tienes que exagerar- Respondí bajando un poco de ánimos.
La verdad es que aun me sentía incomoda cuando me decían algún cumplido, no solo era por que se tratara de Marshall (que ya lo hacia naturalmente incómodo para mi), me costaba creer cualquier cumplido que me hicieran, y lo descubrí después de conocerlo a el, luego lo confirmé con Gumball y los comentarios de mi papá.Creo que toda mi vida solo busque verme bonita para Finn en algunas ocasiones especiales, aunque Finn no era precisamente el tipo de chico que se fije mucho en eso, así que nunca recibí algún cumplido de ese estilo por su parte. Ahora, recibirlos todo el tiempo por Marshall me hace sentir rara. Aunque... a una parte de mi la hace feliz.
<<Supongo que es inevitable>>
-Contigo no puedo exagerar.
La seguridad de sus palabras me obligó a verlo directamente a el, y sus ojos me confirmaron el significado de aquella frase.
Salimos tras volver a cambiarme con mi ropa habitual y la misma chica que nos atendió inicialmente nos esperaba con una mano en la mejilla, una enorme sonrisa y ojos relucientes.
-Eh... nos llevaremos este- Dijo Marshall extrañado al verla de aquella forma.
-Oh, ¡Por supuesto!- La joven pareció volver a la realidad y tomó la prenda caminando hacia la caja registradora.
Marshall termino de pagar; la chica se despidió de ambos pero al despedirse de mi, hablo aun con su enorme sonrisa y evidente ilusión en la voz.
-¡Que afortunada es!
<<¿Qué?>>
Ella no pareció notar mi desconcertada mueca y siguió hablando.
-Tener un novio guapo que te acompañe de compras, te ayude a probarte ropa y te diga lo hermosa que te ves... ¡Debe ser un sueño!- Hablo suspirando cada palabra.
No pude evitar burlarme internamente de la situación.
<<Si supieras chica...>>
-¡____! ¡Linda, ven!
Marshall me llamo desde la entrada del local y camine hacia el escuchando el suspiro una vez más de la joven que tenia a mi lado.
-Hagamos una parada más para comer algo y tomamos rumbo directo a la playa ¿Te parece?- pasó su brazo sobre mis hombros comenzando a caminar hacia la zona de comida- ¿Qué te gustaría comer?
-Lo que sea esta bien...
-Será mejor que escojas antes de que algo malo pase.- Me miro seriamente al decir esas palabras.
-Es Qué... n-no... no se- Tartamudee por los nervios del momento tratando de pensar en algo.
-Te lo advertí.
Y con esas palabras, el me soltó para abalanzarse sobre mi haciéndome... cosquillas (?)
¡Me estaba haciendo cosquillas!
Estaba riendo tan fuerte en medio de la plaza que no me percaté cuando todos al rededor habían parado para mirarnos.
"¡Qué adorable pareja!" "¿Donde consigo uno así?" "Que suerte tiene esa chica"
La gente murmuraba y yo me moría de vergüenza.
Tras un par de minutos, Marsh se detuvo y aun riendo me beso cargándome rodeando su cadera con mis piernas.
<<Como se nota que quiere montar un show en este lugar>>
Las personas seguían comentando su aprobación ante lo que veían. ¡Yo estaba gritando internamente! ¡Este no es Marshall! ESTOY SECUESTRADA.
<<¡DEJA DE FINGIR, MALDITO!>>
De seguro si lo hubiera gritado de no ser por el beso que me estaba dando.
Termino el beso, me apoyo nuevamente en el suelo tomando mi mano y camino nuevamente hacia la zona de comida.
-Entonces... ¿Qué es lo que querías comer?
Nunca pensé odiar tanto una sonrisa. Su estupida sonrisa.