Reino de Abtule, ubicado en los desiertos Arábigos cerca de los territorios del río Nilo, era gobernada por la gran familia de Alfas, en dónde la palabra Familia era un valor importante y valioso para cada uno de los miembros. Y sin olvidar que cumplir las tradiciones te hacía ser una persona culta y correcta, eso era lo que los miembros más mayores pensaban y transmitían a sus siguientes generaciones.
Esta familia mantenía por años a su reino, llenó de grandes riquezas de cultivo y vegetación, sin dejar a ninguno de sus pobladores sin hambre y sed. Cada fin de la semana paseaban todos los miembros por el pueblo, para ver que es lo que hace falta, cómo van los cultivos o de ir de compras para los alimentos del día, su pueblo amaba que fueran gobernados por ellos desde que construyeron por primera vez el palacio.
Era envidiada por otros reinos, no todo el tiempo era de color de rosa en Abtule, sino que tuvieron que pasar por muchos obstáculos, por un intento por derrocar su poder, pero con gran determinación jamás pudieron completar.
Pero ahora, un nuevo reinado se estaba preparando para subir al trono, la generación de los príncipes más jóvenes ya habían llegado a la edad de los 19, entre ellos el Príncipe Miguel y Marco, dos Alfas destacados por su atractivo, inteligencia y habilidades para gobernar. El sultán Enrique había elegido a sus dos hijos, tenía fe que uno de ellos era el indicado para llevar su reino más allá de lo que sus ojos pudieran ver. Aún se viera el camino fácil para llegar a ser sultán, los debían pasar por grandes pruebas, una de ellas realizar algunas actividades de gobierno, otra evitar que omegas y alfas forasteros intenten de todas las formas quitarles su poder y el tercero deben escoger sabiamente a su pareja que estará a su lado.
Y aquí es el momento en que los dos Príncipes no estaban de acuerdo, pues al escoger a su pareja eso limitaba que fuera a su cuenta, sino que los prospectos a su pareja eran decididas por los miembros mayores entre ellos sus padres. Miguel era más creyente en las parejas destinadas y que algún día lograría a encontrarla, eso era un buen punto de no querer subir ahora al trono, mientras que Marco no era creyente a esa leyenda, sino el iba más a lo físico sin importar si era Alfa, Omega o Beta, con qué pudiera encontrar a alguien bien parecido con eso le bastaba.
Ahora los dos Príncipes estaban frente a su padre el Sultán, mirándose entre sí, uno de ellos con el corazón hasta su límite, mientras que el otro despistado por la situación sin darle mucha relevancia.
-Hijos míos, ¿saben porqué están aquí ante mí?- dijo el Sultán Enrique con una leve sonrisa en su rostro, y tomando de la mano a su esposa Luisa quién estaba sentada a un lado, dando apoyo a lo que su esposo hiciera.
-Por...qué...este...- estaba Miguel rascando su nuca nerviosamente.
-¿Será porqué has decidido subirnos al trono?- contestó Marco quién aún tenía una actitud indiferente, teniendo sus brazos cruzados.
-Exactamente, y Miguel no estés así, solo quiero hablarles un poco sobre lo que sucederá en adelante.
-Lo siento Padre- agachó la mirada con sus mejillas un poco sonrojadas por la pena.
-Saben que ustedes son mis dos hijos que están en la edad para seguir mis pasos, pero como saben deben pasar por varias pruebas y pasos para demostrarme si son capaces de llevar esta gran responsabilidad.
-¿Pero todo lo tenemos que hacer a su manera no es así?-dijo el chico moreno de ojos más claros.
-Esas son las reglas, en este mundo nuestro reino corre grandes riesgos, bendiciones, traiciones o uniones, somos uno de los mas fuertes en todos los reinos de la Arabia. Y ustedes pertenecientes a una familia que en su mayoría somos Alfas, corren grandes pruebas y riesgos, y más que son jóvenes.
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Oasis (Higuel)
FanfictionEl reino de Abtule, es gobernado por una gran familia de Alfas, donde el príncipe Miguel no esta de acuerdo en tomar responsabilidades tan pronto, teniendo en cuenta que sus miembros más mayores ya tienen arreglado sus tareas próximas como Sultán. P...