-El Rey de la Calamidad-

2.3K 213 130
                                    


Nota: la música en la multimedia me ayudó a inspirarme en el cap, si quieren ambientarse les recomiendo escucharla durante todo el cap :3. Comencemos !!!

Unos leves ronroneos hicieron que los ojos del joven Omega abrieran lentamente para ver un nuevo amanecer.

-Mochi...déjame descansar un poco- debajo de las sábanas Hiro intentaba de nuevo reconciliar el suelo, pero el pequeño minino pasaba por arriba de él sin dejarle reconciliarse y llegar de vuelta con Morfeo. Hiro suspiró cansado y quitó aquellas sábanas que les estaban brindando quedarse en cama, se tallo los ojos al ver que él Sol estaba ya entrando a sus aposentos, se levantó y caminó hacía aquella ventana, miró con tranquilidad todo el Reino de Abtule, comenzando sus actividades y trabajos. Una leve sonrisa se formó en su rostro, pues ya su vida aquí en el Palacio era mucho más tranquilo y no había nadie que lo estuviera hostigando. Recordó que sus familiares habían venido por él, pero aún así acataron (a fuerza en  su hermano mayor) su deseo de seguir un tiempo aquí. Había olvidado todo las peores atrocidades que le habían hecho durante el camino a su supuesto comprador y que resultó ser un mismo miembro del Consejo Real, pero no podía revelarle al Sultán sobre el tipo de hombre que tenía como mano derecha, porqué hace unas cuántas noches atrás este comenzaba a mandarle amenazas, pero lo extraño era que hace unos 3 días atrás dejó de seguirle y de hecho no había estado en el Palacio.

Un pequeño maullido lo hizo sacar un poco de su trance, Mochi caminaba y acariciaba sus piernas, el Omega se agachó para pasar sus manos en aquél suave pelaje de su compañero de habitación.

-Ya sé, quieres que te mime un poco, ¿Cierto?- el pequeño gato sólo ronroneaba fuertemente- bien, vamos a darte un poco de alimento.- el asiático camino a su mesa de desayuno qué cómo siempre, todas las mañanas ya estaba preparada, todos los días las sirvientas del Palacio entran a primera hora a dejar los alimentos de los invitados aún cuando ellos están en pleno sueño. Tomó un pedazo de pan y lo hizo en pequeñas migajas, lo colocó en su plato que le habían hecho especialmente para el minino, virtio un poco de leche tibia y lo dejó en el suelo para que comenzara a comer. Él sólo tomo un pequeño vaso de agua para calmar un poco su sed matutina, de pronto la puerta de su habitación fue golpeada.

-Pase- dijo Hiro esperando quién era la persona qué lo buscaba, la puerta abrió lentamente y dejó ver al responsable- buenos días Tadashi.

-Buenos días Hermano- este le sonrío y desordeno el cabello del Omega-¿Descansaste?.

-Si, aunque sabes me siento algo extraño el día de hoy.

-No me digas que...- Tadashi formó una expresión preocupada, haciendo que Hiro lo viera sorprendido.

-Ah no no, nada de eso mi celo llegará en la siguiente semana. Si no qué es extraño, cómo si hoy fuera a suceder algo.

-Ay hermano, de nuevo con eso. Siempre nuestra Tía Cass, se asustaba cuando decías eso, pero tranquilo-puso su mano en su mejilla- no pasará nada, ¿De acuerdo?.

-Si esta bien- cuando iba tomar de vuelta su vaso, éste cayó de la mesa quebrándose en varios pedazos. El corazón del chico se aceleró pues para él esto era un gran mal presagio, pero su hermano sólo se agachó para limpiar su vaso, igual manera se unió para limpiar el desastre. De algo estaba seguro, que esas sensaciones que sentían lo estaban preocupando mucho más.

Mientras tanto, los jóvenes príncipes estaban en clase de caligrafía internacional, pues cómo próximo Sultán debían tener una buena escritura para futuros negocios con otras tierras lejanas, pero para el joven Alfa de está historia estaba perdido en sus pensamientos, en sus notas sólo hacía algunas palabras al azar, pero que si lo leías de manera continua, no tenía algún sentido.

Oasis (Higuel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora