-¿Qué es lo que acabas de decir?- preguntó el mayor de los Hamada. Desirée asintió y miró al joven Giro quién también estaba extrañado por lo que acaba de decir. ¿Cómo era posible que un Omega en proceso de dar a luz, deba ir a la batalla?
-Hiro es el único que puede derrotar a Asra. Eliminarlo antes de que su oscuro tormento caiga en nuestro mundo. Él ha estado buscando a ambos desde que vino a este reino. Y ahora que están aquí, debe ir.
-¡Mujer estás loca!- exclamó Leo- ¡Hiro está a casi de traer al mundo a su hijo! ¡¿Que acaso quieres que nazca?! ¡¿Qué muera?!
-Confíen en mí. El pequeño estará bien, lo he visto todo.- al escuchar lo último se sorprendió el Omega. Sabía que las visiones de aquella mujer no se equivocaban y siempre sucedían. Recordó aquella vez cuando cambió su lugar para irse con el rey de la Calamidad. Si estaba aquí de vuelta, logrando convencer a los tres reinos más fuertes, nunca se equivocó de sus predicciones.
-Eso no podemos...
-Lo haré.- habló Juro quien todas las miradas presentes se posaron en él.-Si debo e salvar a Miguel y nuestro mundo...debo de hacerlo.
-Gracias Hiro...
-¡No puedes arriesgarte así!- exclamó Kubo.- ¡Será peligroso!.
-No queda de otra Kubo.- caminó con dificultad hacía Desirée y miró a los demás- no puedo dejar que Asra nos haga esto...que destruya lo que más amamos.- llevó su mano derecha a su vientre acariciándolo- se que mi pequeño entenderá lo que haré...si Desirée dice que estaré bien. Yo le creeré.
-Escuchen a mi hermana....-hablo una voz masculina que hizo sorprender a los presentes. En la puerta yacía el joven albino con heridas y golpes, en una de sus manos sostenía el cetro de Judal.
-¡Jack!- grito el joven castaño corriendo a abrazarle. La Omega comenzó a sollozar y de inmediato también se acercó a él. Jack sonrió tiernamente al tener a su pequeña familia.- ¿Y Judal? ¿Dónde... Dónde está?
-Su magia...lo traicionó. Estaba a punto de darme el último golpe cuándo fue absorbido, solo quedó su cetro...o mejor dicho...tu cetro Hiro.- el alfa lo extendió al asiático. Cuándo lo tomó esté se impregnó e luz y cambio de forma. De inmediato sintió que algo recorría en su cuerpo, el Omega rápidamente vino una extraña imagen o recuerdo de alguien, un joven de piel morena sostenía su mano con fuerza. No sabía de quién trataba, sin embargo, su corazón lo reconocía.
Una extraña calidez en su frente se hizo presente, una marca dorada apareció resplandeciendo con intensidad. Esa luz despareció y la expresión del Hamada parecía haber cambiado, el joven se miraba al sentir aquella sensación que recorría en él.
-Tus poderes necesitaban despertar...pero no podías ya que Judal tenía tu antiguo cetro.
-¿Cómo que esto me pertenece?...
-Hiro... tú y Miguel, son reencarnaciones de dos poderosos dioses de la creación. Tiempo y la Reencarnación, Asra los estuvo buscando por años para eliminarlos y poder quedarse con el mundo. Él como antiguo dios de la Muerte, había quedado enamorado del dios de la reencarnación....- habló Desirée.
- Quién eres tú- terminó de responder Jack.
-Pero el amor puro que nació de ustedes lo hizo convertirse en un simple mortal, pero, no contábamos que despertaría su poder de nuevo. Y ahora que el hermoso producto de su amor está por llegar a este mundo, está más convencido en eliminarlos.
-Por eso Desirée y yo hemos estado junto a ti...somos hechiceros fieles a ustedes cómo dioses.
- Por eso...éramos destinados...- susurró el asiático al ver aquél cetro que tenía entre sus manos, pero, el dolor de la contracción lo hizo sacar de sus pensamientos.
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Oasis (Higuel)
FanfictionEl reino de Abtule, es gobernado por una gran familia de Alfas, donde el príncipe Miguel no esta de acuerdo en tomar responsabilidades tan pronto, teniendo en cuenta que sus miembros más mayores ya tienen arreglado sus tareas próximas como Sultán. P...