- Joven príncipe- habló una sirvienta quién entró a la habitación en donde de encontraba Hiro. El Omega la miró y asintió con su cabeza, ella se acercó con delicadeza y colocó una bandeja con un poco de agua fresca y fruta a un costado de la cama.Había pasado ya un par de horas de que se desvaneció, no supo nada de lo que había sucedido desde entonces, pero, algo dentro de él lo hacía sentir extraño.
- Mi sultana me pidió que le diera mis servicios mientras se recuperara.
- Muchas gracias, pero , no es necesario. Solo fue un simple desmayo.
-Mi señora me mencionó que no fue así.- Hiro se sorprendió a la respuesta de la mujer, sabía que su secreto ya había pasado a oídos de la Sultana , esperaba que no fuera aún tarde para decirle a Miguel sobre su estado.- ambos deben descansar, ha pasado por muchas cosas mi señor.
- Lamento darles estos problemas...¿Y el príncipe Miguel supo de ello?.
- No señor. Mi señora iba hablar con él, pero desconozco sí ya sale mencionó.
- Ya veo ...- dijo el joven príncipe con algo de desánimo, tenía un poco de que el Alfa sacara sus propias conclusiones si él no se lo decía. Pero, lo que no contaba que era demasiado tarde.
-No ponga esa cara mi señor, iré a traerle un platillo delicioso que les subirá sus ánimos a los dos.- dijo la sirvienta dándole una dulce sonrisa.
- Esta bien...¿Cuál es tu nombre?
- Me llamo Yuleira. No tardaré.- Hiro asintió y la mujer se retiró dejándolo solo. De vuelta, el joven Omega soltó un profundo suspiro y llevó sus manos a su vientre, intentaba estar tranquilo ahora pero necesitaba decirle, verle a Miguel para decirle. Sin embargo, su corazón estaba sintiendo una presión de terror, de que algo peor se iba acercar. Sacudió su cabeza y se iba poner de pie para poder caminar para calmar todos estos sentimientos.
-No deberías precipitarte en levantarte.- habló una voz masculina que hizo saltar de inmediato al asiático, pues, aquella voz no era familiar para el Omega. Hiro se dió media vuelta y entre las sombras salió un joven con turbante que solo se fijaba ver sus ojos, notó que eran de un color tan llamativo similar al cielo azul, llenos de curiosidad y energía. En una mano llevaba una especie de bastón de madera con detalles de plata por todo el tallo. Podía ver su piel que era blanca como la seda y su complexión era de un joven fuerte entre los 20's.
Hiro dió unos pasos atrás al ver a aquél joven que lo hizo chocar con la pared de la habitación. El joven solo camino a una silla de madera que estaba allí, tomó asiento y solo se quedó mirando al Omega.
-¿Quién es usted?.
-Mi nombre no tiene importancia en este momento Hiro.
-¿Cómo es que...?
-Tranquilo no soy ningún enemigo, ladrón o asesino.
-Entonces, ¿Cuál es tu intención de estar aquí? ¿Cómo te filtrarse sin que los guardias te vieran?
-Woo Woo, tranquilo- dijo aquél joven levantándose de su asiento- solo vine a darte un mensaje príncipe Hamada, un mensaje que te ayudará a tener fuerzas para luchar contra la penumbra que se asoma en la luz de su destino.
- ¿Qué...?
- "La oscuridad esta tapando el camino de su destino, su futura descendencia peligra desde este momento, Abtule está en segundos de extinguirse si la maldad deba revelar."- el Omega miró directamente a aquellos ojos de azul profundo, viendo como una extraña imagen se revelaba en ellos. Pudo ver una silueta oscura levantando su mano para dejar caer su poder, pero cuando el Omega miró que esa silueta formaba su identidad, la puerta fue abierta.
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Oasis (Higuel)
FanfictionEl reino de Abtule, es gobernado por una gran familia de Alfas, donde el príncipe Miguel no esta de acuerdo en tomar responsabilidades tan pronto, teniendo en cuenta que sus miembros más mayores ya tienen arreglado sus tareas próximas como Sultán. P...