-Nuevo Destino, Nuevo Reino-

844 91 26
                                    

Nota: la imagen que está arriba es una idea de cómo eran antes de dioses. (Son dioses Egipcios pero el diseño me hicieron relacionarlo). El de la izquierda es el dios del Tiempo (Miguel), en el medio dios de la muerte (Asra) y en la derecha el dios de la reencarnación (Hiro). No son reales como los mencioné,pero me sirven de como serían nwn.

Ahora sí vamos a la historia 😛😛🤭🤗








Al fin había llegado la ayuda de los tres reinos más poderosos Desirée había hecho buen trabajo con convencerlos, ya en caballos yacían la Sultana Karmi, Gael y el rey de la Calamidad junto a la divina.

El joven asiático estaba tan aliviado al ver la llegada de la ayuda pues los hombres que estaban bajo el poder de Judal ya estaban preparados y listos para atacar. Sin embargo, otros más llegaron para votar la entrada de los reyes al palacio, el joven Gael no se hizo esperar más y bajo de su caballo para ir en contra de los soldados aturdidos. El sonido de su espada sonaba al chocar con todos los atacantes, la Sultana Karmi también no sé hizo esperar y comenzó a ayudarle al príncipe de Hikari.

-¡Hiro!- gritó Desirée bajando con velocidad del caballo del rey de la Calamidad. Pasó sus brazos para abrazarle con mucha delicadeza, al separarse pasó su mano por su vientre- ya ha llegado la hora...

-Debemos llevarlo de inmediato a mi consultorio- habló el joven médico. Sin embargo, la joven adivina se quedó unos segundos en silencio y evitó que avanzarán.- ¿Desirée​?...

-No puede Hiro estar allá, necesita que ir a dónde esta Miguel.

-¿Qué?- habló Tadashi- que no estás viendo, mi hermano está apunto de dar a luz. No podemos arriesgarlo.

-Lo siento pero hora necesita estar cerca.

-Discúlpame Desirée​ pero no puedo en contra de la estabilidad de Hiro- comentó Leo con algo de molestia. La mujer no dijo nada y dejó que siguieran su camino, mientras se retiraban los jóvenes, los soldados caían al suelo como un simple costal de saco. Karmi y Gael guardar su espada al terminar de luchar contra el enemigo. En verdad eran muy fuertes y valientes, en su cuerpo podías ver qué estaban libres de heridas.

-¿Porqué quisiste detenerles?- habló el rey de la calamidad.- ¿Fue una visión cierto?

-Si, exactamente. Hiro debe de estar presente en esa pelea...debemos que impedir un poco de tiempo a su parto.

-¿Que eso no le dañará?- habló la joven Sultana.

-No. Él estará bien hasta este momento. Debemos seguirle.- pero cuando hablo la adivina, más soldados fueron a su encuentro. El joven Gael de nuevo saco su espada listo para luchar. Karmi le dio una señal de que no se separan de los demás, así que ella decidió quedarse para protegerlos.

-Debiste irte con ellos.- comentó el alfa de Hikari.

-No te preocupes. Estarán mejor ahora sí dos se quedan a pelear.

-Ja ahora veo el porque te tienen miedo otros reyes.

- Pues ahora me gustaría que tú me tuvieras miedo.-sin más ambos comenzaron a luchar dejando que Desirée y el sultán fueran a donde estaría Hiro. Pues jamás las visiones de la Omega se equivocaban  y más si se tratara de sus destinos. Del otro lado del palacio el joven hechicero al uno estaba quedando sin energías al igual que su enemigo, todo de su alrededor estaba hecho un desastre, la magia había hecho de las suyas, la oscuridad y la luz habían hecho una clara señal de quién quería gobernar.

-¿Tan pronto te rindes..?- habló el ojirojo con una sonrisa cansada.

-No, aún no. Debo detenerte...-tomo con fuerza su cetro para seguir de pie. Judal lo miro con furia y de nuevo s preparo para atacar, sin embargo, el collar que tenía el joven de cabellos oscuros estaba brillando, como i estuviera dando le es parpadeos. Esto lo pudo captar Jack con facilidad, conocía perfectamente el poder que tenía aquel mago, pero, al daré cuenta de aquel collar. El tiempo de su estancia estaba por acabar.

Oasis (Higuel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora