Oasis (Higuel)

-Fe-

-nota: la canción me inspiró para este cap, si quieren oírla pueden reproducirlo las veces que quieran :3 .

- Miguel...no por favor...no es lo que piensas...- decía el joven​ Hamada mirándole suplicante de que creyera su palabra, pero el rostro del moreno decía todo lo contrario.

-¡Qué calamidad!- exclamó Asra fingiendo una sorpresa por la escena, dentro de él celebraba por el éxito de su malicioso plan. Marco comenzaba también a levantarse, cuándo también miró confundido el estar junto con el amante de su propio hermano.

- Tú...- habló molestó Miguel mirando con furia a su hermano quién aún sabía lo que estaba sucediendo y el porqué estaba en esa situación.- ¡¿Cómo pudiste!?.

- Ey Miguel...espera...yo no sé lo que está...- el otro joven Alfa respondió pero no logró acabar por su hermano.

- ¡Te entregué mi confianza con Hiro! ¡¿Y con ésto me lo estás pagando?!

- Cálmese mi señor- hablaba Asra- ésto es inaudito. ¿Cómo es que pudieron hacerle esto al joven Miguel?.

- No espera...esto no es lo que están concluyendo- respondió Hiro quién se levantó de la cama tomando una sábana para cubrir su cuerpo que aún estaba desnudo.- yo no recuerdo haber estado con Marco, me sentía mal y estaba en mi habitación...

- Oh, entonces ¿Tu celo llegó?. Mis fieles sirvientes me dijieron que habías estado aquí después de salir de sus aposentos, joven Hamada.- siguió hablando aquél consejero aún empeorando los sentimientos confundidos que el joven príncipe estaba pasando.

- ¡Eso no es verdad! Mi celo...es...- bajó la mirada Hiro evitando decir lo que realmente había estado pasando en el celo. Sin embargo eso fue una señal más clara para Miguel quién apretó con fuerza sus puños, de pronto levantó su mirada con gran seriedad mirando a los presentes.

-Asra...

- Si dígame señor- respondió con una leve sonrisa ladina, una que puede pasar por persabida.

- Dígale a mi padre, que la familia Hamada se le ha terminado su estadía aquí.

El Omega sintió en su interior que algo le habían estrujado con demasiada fuerza para hacer sentir que la vista estaba siendo inundado por las lágrimas, sin embargo su orgullo volvía a surgir en su interior, sabía que Miguel era cómo cualquier Alfa caprichoso de los cuál detestaba  pero aún algo le hacían tener esperanza en que se solucionaría de alguna manera y que sólo era una forma de actuación de él frente al codicioso consejero.

- Ey Miguel...cálmate y déjanos explicarte las cosas...

-¡Cierra la boca Marco! ¡Cómo siempre sus malditos instintos!- Miguel dió media vuelta para retirarse, sin embargo, se detuvo y dijo algo por última vez- Aborrezco a los malditos Omegas...que sólo buscan que alguien se los hagan como locos...- sin más el Alfa se fue del lugar acompañado de Asra, Hiro sólo se quedó mirando a la dirección que se había ido tal es ahora su antiguo amante, con esas simples palabras de hacerlo sentir cómo una persona sucia y sin valor, hizo que su esperanza se haya ido a la borda.

- Hiro...tranquilo.. ésto lo podemos solucionar.- le habló el príncipe Marco quién intentaba alentarlo un poco de aliento, pero el asiático se levantó busco sus ropas que por suerte los habían dejado en el suelo, y sin decir más salió de toda prisa de esa habitación. Marco gritaba su nombre para poder buscar una buena aclaración, pero ahora posiblemente todo esté en su contra.

Corría por los pasillos para poder llegar a sus aposentos, ya no le importaba al joven Omega que alguien lo viera sólo cubriendo su cuerpo con una sábana y en brazo llevar su ropa hechas un desastre. Su corazón estaba adolorido, cada palpitar parecía un golpe con una daga que le hacía debilitar todo su cuerpo. Sus frías lágrimas ya corrían por sus pálidas mejillas creando una especie de pequeñas cascadas que comenzaban a crecer, el dolor de la "marca" en su cuello le hacía recordar lo horrendo que se había convertido, sentirse sucio de sí mismo. Sabía, que no había sucedido nada y que era posible un plan de ese maldito consejero, pero ¿Quién le podía asegurar aquella "marca"?, ¿Cómo fue posible que apareciera?.