Loving you [BangYongguk]

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YG

¿Qué tipos de conocimientos acerca del amor tenía este hombre? ¿Podría acaso dar una definición acerca de lo que era el amor? ¿Era el amor, algo que podía caber en palabras? Era terapéutico, plasmar en letras las mágicas sensaciones que me inundaban cuando su presencia se acercaba a mí. Lo necesitaba, sublimar la explosión en mi pecho sobre un pedazo de papel, porque de otra forma todo se volvería un desastre, no permitiéndome funcionar como corresponde, mi cuerpo disuelto en miles de partículas flotando en el aire. Pero aun así, aunque según el resto de personas que había allá afuera, aquello fuera definido como amor, mis dudas seguían persiguiéndome.

No es que pretendiera hacer de nosotros expertos de algo que no veía como posible de ser dominado, pero al menos sí, disminuir el miedo que nos provocaba vernos empapados en intensa pasión, oscura dependencia. Quería que su alma estuviera sostenida en mis palabras, que sintiera que estaba siendo inmortalizada en otra de mis obras maestras, como a ella le gusta llamar a lo que escribía. Gracioso era que ella no sabía que mi única obra de arte era ella, su hermoso acontecimiento en esta tierra y la manera en que sus imprevisibles acciones sacudían mi mundo, borrando las preocupaciones superficiales, solamente para concentrarme en ella y en sus emociones.

Alena me ayudó una vez, sin siquiera saberlo, a cargar mis demonios, a expulsarlos después. Su extraño destello mientras caminaba frente a mí, sus perdidos ojos y el peso que mantenía en sus hombros, era el conocimiento de que la magia existía pero en las personas comunes. Eso me atrapó, básicamente haciéndome su caballero, el protector de cada cosa que ella atesorara. Y así firmamos un pacto, uno en el que estipulamos que nos necesitábamos el uno al otro, y así era como pensábamos caminar nuestro camino hacia la eternidad.

Nuestro transcurso dentro del maravilloso cuento de hadas nos pedía sutilmente, que descendiéramos nuestros ojos a la realidad y fuera allí donde construyéramos eso que queríamos llamar amor. Ahora, las cosas parecían requerir de un cambio de perspectiva. Parecía que la dependencia no era la única cosa que podíamos usar para describir el lazo que nos unía. Sí, el amor tenía un poco de eso, libertad. Así como tenía paciencia. ¿La tenía yo? ¿Valor para no transformarme en un desastre cada vez que su atontada existencia decidiera escapar? No lo sabía pero espera que sí, de otra manera, cualquier nuevo comienzo que estábamos simbolizando en aquel eterno abrazo, era inútil.

Aprender a amar...Por lo menos sabía que era ella con quien quería hacerlo.