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Las delgadas líneas marcaron su camino hacia la habitación. Todo se llenaba de a poco con ese aroma a menta que a él le agradaba, y entonces desperté. Caminé hacia el living y lo encontré perdido en las melodías del jazz, su cuerpo descansando sobre el sillón, sus manos acariciando su pecho, sus pestañas tocando sus mejillas. Parecía una pintura.

El sol apenas estaba saliendo pero él ya estaba complemente despierto, luego de esas horribles horas en las que tenía que conformarme con su inmóvil existencia.

Me acerqué al sillón y le acaricié el cabello, como si se tratara de un cachorrito y entonces, sus ojos se abrieron. Pegó su mirada a la mía y se quedó así por un tiempo, mientras la música seguía resonando en la habitación. Cada una de las notas pareció llenarse de vida y viajar desde el reproductor de vinilos hacia mi corazón, haciendo que éste latiera cada vez más rápido, esperando algo más que aquella intensa mirada proveniente de aquel hombre. Sus piernas descubiertas, su torso escondido debajo aquella blanca camiseta, todo él me tentaba, invitándome a desear algo más.

-Buenos días.

Pude finalmente decir. Una media sonrisa se estampó en su rostro, se sentó y golpeó el lugar a su lado, para que yo también me sentara. Obedecí y al mirarlo, lo encontré sumergido en los sonidos. Amaba la música, era una de las cosas que lo calmaban. Me pregunté si escuchaba música cuando no estaba con él, durante esos días oscuros.

Su suave respiración era apenas audible pero como siempre, yo le prestaba más atención a él que a la escena, y por eso la noté. Cómo su pecho subía y bajaba rítmicamente, al mismo tiempo que sus manos marcaban sobre sus piernas, los compases de la canción. Una obra maestra. Su mente parecía en paz, todo parecía estar yendo hacia un lugar prometedor, sin embargo mi corazón dolía.

Se levantó y tomó mi mano, arrastrándome con él. Nos paramos en el medio de la sala y mientras la música sonaba más vívida, tomó mi cintura y comenzó a balancearse de lado a lado. Lo miré, todavía sin saber qué era lo que se suponía que debía hacer. Se acercó entonces a mi oído y murmuró.

-Baila conmigo.

Y nuestros cuerpos se movieron desde un lugar hacia el otro, sus fuertes brazos siempre rodeándome, haciéndome sentir parte de algo que él creó con esa mágica mente suya, con esos pensamientos profundos. Su sonrisa se volvió cada vez más grande y mi corazón parecía no poder aguantar un paisaje tan glorioso como ese.


N/A: Vi mi oportunidad y la tomé (?)

N/A2: Dije que iba a hacer capítulos más largos pero pos no :)

Loving you [BangYongguk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora