Capítulo 1 - El Accidente

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Raoul se encuentra corriendo por los pasillos del hospital de la ciudad. En su recorrido debe esquivar a varios pacientes y varios enfermeros que le gritan que se detenga, pero él no puede permitírselo.

Está cansado, pues no sólo está corriendo desde que entró en el hospital, lleva haciéndolo desde que recibió ese mensaje de su madre esta mañana y tuvo que salir de casa para venir.

179.

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Al fin. 183. La habitación que estaba buscando. No se lo piensa dos veces y se adentra en ella aún sin saber qué es exactamente lo que va a encontrar en su interior. Una vez lo hace, se encuentra a su hermano mayor tumbado en la camilla. Lleva toda la pierna escayolada y se pueden intuir varias heridas superficiales por toda su piel. Al menos está consciente -piensa Raoul- pues el mensaje histérico que le ha dejado su madre en el buzón de voz de su móvil esta mañana le ha hecho colocarse en lo peor.

- Tete, estás bien! -dice Raoul abrazándose a su hermano- qué ha pasado?

- No ha sido nada -dice Álvaro riendo para quitarle hierro al asunto- estaba conduciendo y perdí el control del coche, ya está

La madre de los dos chicos, que se encontraba sentada junto al mayor mientras cobijaba la mano de éste entre las suyas, se levanta de un salto y se pone a pasear con nerviosismo por toda la habitación.

- Eres un inconsciente! -le dice más preocupada que furiosa a su primogénito- a saber lo que te podría haber pasado

- Mamá, creo que no es el momento de echarle la bronca -defiende el rubio a su hermano mayor.

- Tú a callar que seguro que has venido a toda pastilla con la moto

Y es que esa es una de las habilidades de Susana, regañar a Raoul y Álvaro por absolutamente todo. Los dos hijos aman a su madre más que a su propia vida, pero ambos admiten que puede ser un poco sobreprotectora cuando se lo propone. Aunque saben que lo hace porque los quiere, porque si algo caracteriza a Susana además de sus riñas constantes a sus hijos, es su gran corazón.

- Pues no, mamá, he venido corriendo desde casa -se defiende el pequeño de los Vázquez

- Eso explica que huelas peor que yo después de los partidos -se burla Álvaro

- No sé ni por qué me molesto en venir -se queja Raoul- qué te han dicho que tienes?

- La pierna rota y algunos rasguños -responde rápidamente el futbolista- nada grave, no te preocupes

- En serio? -recrimina el rubio a su madre- cincuenta WhatsApp y dos llamadas, una de ellas con un mensaje de loca, solo por una pierna rota?

- Estaba preocupada y quería que vinieras pronto... -se justifica Susana- tampoco es para tanto

- Mamá... por Dios... -le recrimina Raoul

El chico saca su móvil del bolsillo trasero de sus vaqueros y reproduce el mensaje de su madre:

"Raoul, cariño! Corre, ven al hospital que tu hermano se la ha pegado con el coche. Habitación 183, rápido. Ay mi niño que lo pierdo"

- Es o no es un mensaje de loca? -reafirma el rubio

- Mamá, eres una dramática -ríe el mayor

- Ya tendréis hijos y veréis...

Los tres, uno por obligación y los otros dos por compromiso, pasan el resto del día en el hospital. Recuerdan anécdotas de la familia, juegan a las cartas, miman un poco a Álvaro, ya que es él quien menos ganas tiene de estar ahí, y, simplemente, pasan el día en familia. Lo mismo se repite durante varios días.

EUPHORIA (Ragoney) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora