Capítulo 32 - Pelea

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Raoul está en clase de educación física, tras dar un par de vueltas de calentamiento al campo de baloncesto, toda la clase se pone a hacer los estiramientos. Sin darse cuenta, Olga y Mireia lo acorralan para someterlo a uno de sus interrogatorios.

- Hay novedades sobre el trabajo de Agoney? -pregunta Olga

- Sí, resulta que su jefe era un mamón y lo había contratado para alegrarse la vista, básicamente -resume Raoul sin darle mucha importancia

- Hala, qué cabrón! -se escandaliza Mireia

- Ya... pero bueno, ya no trabaja ahí, así que no pasa nada -se encoje de hombros el rubio

- No, pero qué mierda que el cerdo ese se haya ido de rositas -se queja su amiga

- Bueno, de rositas tampoco -ríe Raoul- que igual alguna hostia sí que le cayó...

- No te creo -ríe Olga por la ironía de la situación- señoras y señores, el futuro enfermero aquí agrediendo a personas...

- Qué hostias? Se lo merecía -defiende Mireia al rubio- que le den, por asqueroso

Terminan los estiramientos pero no dejan la conversación.

- Entonces vuelve a estar en el paro? -se interesa Olga

- No, ya tiene otro trabajo -Raoul niega con la cabeza frente a la cara de entusiasmo de sus dos amigas- no sé si es peor...

- Ay madre, qué ha hecho? Dónde se ha metido? -pregunta Mireia

- En la carpintería de David -suelta sin rodeos el rubio

Las dos chicas comparten una mirada cómplice como diciendo "este chico no tiene remedio".

- Raoul, te pasas -afirma Olga- tu padrastro lo ha hecho de buena fe, no entiendo por qué te cabreas...

- Porque no quiero que Agoney pase tanto tiempo con él -explica el catalán como si recordara algo- y si le hace sentir incómodo? O le hace alguna pregunta desagradable?

- Raoul, por Dios... -se queja Mireia

- No, es que parezco yo ahora el niñato de turno, pero él...

- A ver, el niñato de turno y las Maricarmenes que lo acompañan -les interrumpe el profesor- queréis hacer la clase vosotros?

Toda la clase, incluidas Mireia y Olga, empieza a reírse haciendo que Raoul se sonroje. Tras una disculpa, atiende al profesor y se centra completamente en la clase dejando de lado el tema de Agoney. Al acabar las clases, sale lo más rápido que puede para irse a casa sin que sus amigas le hagan retomar el tema.

- Hola, tomatito -ríe su hermano cuando lo ve aparecer por la cocina- qué ha pasado?

- Vengo corriendo desde el insti -dice Raoul casi sin aire- Mireia y Olga casi me atrapan

- Tete, saben donde vives -razona Álvaro

- Ya, pero no creo que vengan aquí solo para dar por culo -argumenta el menor sirviéndose un plato de comida

- Y eso? -pregunta con curiosidad el mayor

- Que se han empeñado en decirme que le dé una oportunidad a David y nosequé mierdas... no sé qué mosca les ha picado

Silencio. Aunque no los mire, Raoul siente un par de ojos azules clavados en su persona.

- Qué? -acaba saltando el rubio

- Pues que tienen razón -admite el de ojos azules pese al gesto de disgusto del otro chico- no te pido que le llames papá o que le des un beso cada vez que lo veas, pero hace lo que puede, Raoul

EUPHORIA (Ragoney) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora