Capitulo - 23

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¿Cómo podía ser esto posible? Habían pasado seis putos años desde la última vez que la vi. Habían pasado tantas cosas. Había llorando tantas veces por no poder tenerla a mi lado. La mire como si estuviera viendo mi vida pasar frente a mis ojos. Sentía mi corazón querer salirse de mi pecho y saltar de emoción. Vi como mojaba sus labios, y me miraba con los ojos como platos. Parecía haber visto a un fantasma, me imagino que yo estaba igual o peor. Observe sus claros y hermosos ojos mirarme, y yo la miraba también. Habíamos pasado tanto tiempo sin vernos, pero al mirar en sus ojos me sentí como si estuviera de nuevo en mi hogar luego de estar muchos años en el frío. Su pequeña y respingada nariz. Seguía siendo tan adorable y hermosa como siempre. Sus sensuales y bonitos labios me tentaban. Traía puesto un vestido de color azul marino que le quedaba jodidamente perfecto. Estaba hecha toda una mujer, una preciosa mujer. Sentí que iba a babear pronto si no dejaba de mirarla. Sentía tantas cosas en este momento. Tantas ganas de abrazarla, besarla, decirle que mi vida no había sido nada sin ella.
-¿Justin, qué sucede?- Kate me miraba preocupada y curiosa. -¿Ustedes dos se conocen?- preguntaba mientras nos miraba con preocupación y angustia. La mire un momento, y de nuevo fije mi mirada en la personificación andante de mis sueños. ________ trago en seco.
-Esperen…- dijo Allie mirándonos como cayendo en cuenta de algo. -¿Justin?- me miro sin poder creerlo. -¿Tú eres Justin Bieber?- tenía los ojos y la boca como platos, y me miraba sorprendida.
-Sí, él es Justin Bieber.- dijo Kate como si explicará a un niño las vocales. -¿Me pueden decir que sucede?- suspiro con frustración.
-¡Joder!- gimió Allie. Todos la miramos. 
-Yo… yo… tengo.. –trago. –Tengo que ir al tocador.- dijo respirando entrecortadamente. Yo la mire con un gesto de dolor. –Con permiso.- salió de ahí tan rápido como pudo.
-Espera, ¿cómo dijeron que se llamaba?- pregunto Kate abriendo los ojos, tan despistada como siempre.
-________.- murmuro Allie con los labios apretados. Kate me miro de inmediato con una mirada…
-¿_________?- pregunto colérica. –¿La chica del verano?- pregunto con los labios apretados.
-Si…-susurré aun pensando en los ojos de ________ mirándome, seguramente aun me odia por haber roto su corazón hace seis años. No la culparía, yo también me odio por eso.
-¿La chica del verano?- repitió Allie. -¿Así es como la llamas?- pregunto mirándome con los ojos entrecerrados. –Yo… Lo siento, debo ir con _______. –nos miro. –Amor, quédate con ellos y vayan a la mesa. Regreso en un minuto. –dijo dándole el número de la mesa a su novio y dirigiéndose al tocador de damas, con su amiga.
-¿Cómo es posible?- exclamo Kate, furiosa.
-Lo mismo pensé yo…- susurre con pesar. Verla de nuevo había hecho que mis sentimientos reaparecieran como el primer día. O en realidad, quizá nunca se fueron.
-Deberíamos calmarnos e ir a sentarnos.- aconsejo Sthephen, también muy confundido.
-Buena idea.- dije tratando de poner mi cabeza en orden. ¿Qué era todo eso? Quería correr hacía ella, darle un fuerte abrazo y no soltarla nunca más. 
-Bien.- murmuro Kate mientras me tomaba del brazo para ir a la mesa. Sabía muy bien que estaba enojada por mi reacción al ver a ________ de nuevo. Pero sinceramente, no me importaba. Yo aun me encontraba en shock, mi corazón aun no podía analizar bien las cosas. Ella estaba aquí. Estábamos justo en el mismo lugar. Yo podría haber estado en Manhattan, ella había podido estar en Egipto. Pero no, estábamos los dos aquí. Nuestras vidas se habían cruzado de nuevo. Estábamos ambos aquí, en la ciudad del amor. Y comenzaba a creer en el destino.

__________.
La cabeza me daba vueltas. Y tenía el corazón hecho un lío. No quería llorar, pero mis lágrimas siempre me traicionaban en el peor de los momentos. Suspiré. ¿Cómo podía estar pasando todo esto? Hace solo unos minutos había tenido esos hermosos y penetrantes ojos miel frente a mí. Cuando lo vi de nuevo, sentí como la sangre me abandonaba el cuerpo, y las rodillas me temblaban. Estaba tan condenadamente perfecto con su smoking. Ese hombre que vio hace unos momentos, era alto y fuerte. Y extremadamente guapo. Recordó como el traje se le ceñía al cuerpo. ¿Por qué tenía que ser tan jodidamente sexy? Tenía esos músculos… Y esa mirada, era simplemente hipnotizador. Recordó sus sensuales y tentadores labios. Recordó esas hermosas pestañas. Recordó todo lo que él era. Estaba igual que como hace seis años, o bueno, casi, ahora era todo un hombre. Aun así, estaba idéntico, simplemente con rasgos mucho más maduros. ¿Pero qué digo? Que no sentí cuando lo vi. Lance un suspiro y mire mi reflejo con tristeza. Ahora me resultaría más imposible olvidarme de él. Ahora tenía una imagen de lo que se había convertido. Había visto al Justin de ahora. Y lo seguía amando tanto como hace seis años atrás. Y estaba con esa mujer… Era ella la niña con la que lo había visto aquella tarde de agosto. Era ella la niña que le había robado todas sus esperanzas, sus sueños, su amor… Y seguía junto a él. Sintió más lágrimas saladas colarse entre sus labios, y respiró agitadamente. ¿Por qué no podía olvidarlo? ¿Por qué? Suspiró triste. La respuesta era simple, porque era el amor de su vida. 
-¿________, estás ahí?- escucho la voz de mi amiga llamándome. Limpió rápidamente mis lágrimas, no sirve de nada, otras vienen corriendo para remplazarlas. –Cariño…- me miro con pena cuando me encontró.
-Yo…-la miré tratando de contener mis lágrimas. –Que patética soy.- chillé mientras miraba a una frágil y tonta chica en el espejo. Una chica estúpida con su ilusión de un amor imposible. Un amor lejano… un amor que ahora era ajeno. Ahora miraba en el espejo, y no miraba a la ________ soñadora y con vida de hoy por la mañana. No miraba a una mujer llena de sueños y aspiraciones. No era aquella mujer cuya vida era un sueño hecho realidad y su futuro era un libro sin abrir. Era aquella niña destrozada por el recuerdo de su verano… Era la misma niña que lloraba cada noche por sus pesadillas. La misma niña que soñaba con despertar una mañana y sentirse amada, y llorar durante horas al darse cuenta de que su realidad no era así. Esa niña que creía que se había llevado el viento… esa que estaba viendo ahora. 
-_______, no eres patética.- suspiró su amiga dándole un abrazo. –Nena, eres la persona más jodidamente perfecta que conocí en mi vida. No puedes imaginarte como te admiro, amiga.- me miro con sus ojos aguados. –No sabes lo que me duele verte así.- dijo soltando un suspiró. –Eres como mi hermanita, y odio verte destrozada cada vez que Justin vuelve a tu mente.- me miro. –Tú eres fuerte, _______. Nunca vi a una persona enfrentar la muerte de sus seres queridos con tanta fuerza y madurez como lo hiciste tú.- suspiró. –Cuando decías que estabas bien, y que no querías hablar con nadie. Cuando decías que no te ibas a dejar derrumbar por esto. Yo no te decía nada, porque tú estabas tan convencida. Y estaba segura de que querías que creyera en ti, y por eso jamás te dije lo que escuchaba por las noches. Te escuchaba gritar en tus pesadillas. Te escuchaba llorar cada noche y preguntarte una y otra vez porque él no fue capaz de amarte. Yo escuche todo eso.- dijo soltando unas lágrimas. Yo la mire con el corazón destrozado, no tenía idea de que ella se había dado cuenta de todo eso. 
-¿Hablas en serio?- pregunte con lágrimas en los ojos.
-Sí, y quiero que sepas que te admiro aun más por todo eso.- dijo tomando mi mano. –Ahora necesito que me hagas un favor.- me miro.
-¿Qué cosa?- pregunte limpiando mis lágrimas.
-Prométeme que regresarás allá y le harás ver a Justin la maravillosa mujer que se perdió. Le harás ver todo lo que has construido sola, y que no necesitaste de él, ni de nadie, para lograr nada. Vas a salir, y lo harás arrepentirse con todo su corazón por haberte dejado ir hace seis años.- mi amiga me miraba entusiasmada.
-Allie, yo no puedo hacer eso.- suspire. 
-¿Por qué no?- me miro.
-¿Es que no lo viste? Es perfecto.- gemí. -¿Y no viste a la chica con la que estaba? Parece una modelo.-suspiré. –Aparte, está comprometido con ella. ¡Y es tu amiga! Allie, yo no podría hacer eso nunca. –suspiré.
-Mierda _______, ¿qué no entiendes que eres hermosa?-me sonrió. -¡Solo mírate! ¿Y qué no lo viste a él? ¡Lo dejaste babeando!- rió. –Y por Dios, ________. Ella es mi amiga, si, pero tú eres mi hermana. Es hermosa sí, pero tú eres perfecta. Así que vas a salir allá, vas a dejar a ese hombre más loco que Kate. Y le harás lo mismo que él te hizo a ti. Se retorcerá del arrepentimiento.- decía Allie muy enojada. –Vamos ______, hazlo por mí.-dijo poniéndome pucherito.
-No lo sé, Allie. Suena demasiado cruel.- dije haciendo una mueca con mis labios y lanzando un suspiro al aire.
-Suena, pero no lo es. Si quieres no lo llames venganza, llamémoslo… Karma.- dijo encogiéndose de hombros. –¿Lo harás por mi?- sonríe como una nena pequeña.
-Yo no…-la mire haciéndome ese puchero. –Está bien, lo haré.- suspiré.
-¡Wuju!- exclamo entusiasmada dándome un abrazo. –Ahora a retocarte ese maquillaje y acomodarte el vestido.- dijo sonriendo mientras me limpiaba el rostro y me retocaba el maquillaje completo. –Listo.- sonrío orgullosa. –Solo esto.- dijo poniéndome más de mi perfume. –Listo, ahora solo tienes que ir allá y demostrarle a Bieber que eres una mujer completa. Con un futuro resuelto, una vida exitosa. Eres todo lo que un hombre quiere: una mujer hermosa, muy inteligente, y con un gran corazón.- me sonrió tierna.
-Eres la mejor amiga, ¿sabías?- sonreí dándole un abrazo.
-Te eh dicho mil veces que lo sé, cariño.- respondió sonriendo. –Ahora vamos.- dijo tomándome del brazo y llevándome camino a la muerte, o bien, camino a la vida…

❤El chico de los ojos tristes❤ {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora