Justin:
Estaba perdido entre mis pensamientos. No sabía que pensar con respecto a _______. Lo único que sabía era que la quería. Y que todo estaba perdido con ella. Sabía que ella no quería saber nada de mí, y también sabía que aunque eso no fuera así, no podría hacer nada. No sabía si ella estaba con alguien, pero yo si lo estaba. Estaba comprometido con una mujer, le había dado mi palabra a alguien. El destino estaba a favor nuestra, pero la vida se había encargado de destruirlo todo. No podía olvidar su carita, sus ojitos mirándome, esa sonrisa que no miraba desde hace seis años. No lograba sacarla de mi mente, ni de mi corazón. ¿Qué se suponía que debía hacer? Al parecer, ser infeliz por siempre.
-Hola, hemos regresado.- escuche la juguetona voz de Allie al acercarse a la mesa y sentarse junto a su novio, segundos después apareció _________ detrás de ella. –Oh nena, puedes sentarte aquí a mi lado.- dijo señalando la silla justo en frente de la mía, mi corazón latió con rapidez.
-Gracias- la vi sonreírle a su amiga, y un suspiró se escapo de mi pecho. No podía ser más perfecta. Vi como se sentaba en la silla que su amiga había indicado, pero su mirada me evitaba.
-De nada.- le sonrió Allie. –Y bien, ¿en que nos habíamos quedado?- dijo Allie sonriendo mientras se refugiaba en los brazos de su novio.
-Bueno- salto Kate de inmediato. -¡Justin y yo vamos a casarnos en unos meses!- exclamo Kate con demasiado entusiasmo. Yo la mire, sabía que lo hacía para que ________ lo supiera. Observe el rostro que estaba frente el mío, y vi como su mirada chispeo, aunque no supe de que.
-Los felicito.- escuche a Sthephen decir. –Nosotros dos vamos por el mismo camino.- comento sonriendo y abrazando a Allie.
-¿En serio? ¡Me encanta! Parece que ya somos dos.- dijo, dando por excluida a ________ obviamente. Y sonaré egoísta, pero estaba contento de que ella no estuviera en esa situación de compromiso con alguien más.
-¿Dos?- saltó Allie. –Dirás tres, cariño. ________ está perfectamente comprometida también.- vi la blanca dentadura de Allie al mostrar su más grande sonrisa. Trague en seco, y mi corazón dejo de latir. ¿Estaba comprometida también? Eso… Eso dolió mucho. Mire el rostro pálido de _______ al mirar a su amiga, ¿era acaso un secreto que había revelado? ¿O ella no quería que nos enteráramos?
-Oh, vaya…- vi a Kate observar a _______ con una ceja arqueada. –No nos lo habías mencionado.- Kate la estaba presionando, y eso me molesto.
-Bueno, yo..- la voz le tembló, y Allie la interrumpió nuevamente.
-Su nombre es Daniell, es un hombre increíblemente apuesto. Se conocen desde los dieciséis años, y están completamente enamorados. ¡Si los vieran! Son unas ternuras juntos. A _______ le chispean los ojos cada vez que mencionan su nombre, y él casi brinca cuando escucha el de ella. Creo que nunca en mi vida había visto a dos personas amarse tanto. ¡Se los digo! Ese sí que es amor del bueno.- Allie sonreía tan animadamente, sin saber que sus palabras destrozaban mi corazón poco a poco. Y así era, ya la había perdido a ella. Ya lo había perdido todo. Vi a Kate lanzar a ________ una mirada mezquina. Y no quería observar el rostro de __________. Sabía que a pesar de los años, ella aun me conocía. Y no quería que viera el dolor en mis ojos.
-Que bien.- escuche a Kate decir. -¿Sabían que Justin es un excelente empresario? En mi vida, jamás había visto a un hombre tan perfecto y exitoso. ¿No es el sueño de toda mujer?- dijo mirándome con una sonrisa y rosando su nariz contra mi mejilla. Trate de ocultar la incomodidad que me causaban aquellas cosas, pero no me salía muy bien.
-Por supuesto.- dijo Allie mirándolos. –Y oigan, hablando de personas exitosas y jodidamente perfectas. ¿Sabían que _________ tiene su propia compañía de arte?- Allie sonrió emocionada y orgullosa a la vez. Necesitaba saber más de ella, todo lo que me fuera posible, así que hable.
-¿En serio? Eso suena increíble.- sonreí mientras tomaba mi copa con Champan.
-Lo es.- aseguró Allie con una sonrisa, y sentí la mirada de _______ sobre mí. Sonreí de nuevo.
-¿Una compañía de arte?- preguntó Kate. -¿Aquí en Paris?- la miró.
-Si.- la escuche hablar por fin. Y otra sonrisa se escapó de mi rostro. –En realidad, también tengo una en nuestro país.- se encogió de hombros con modestia. La recordé cuando era una niña, siempre había sido tan modesta. Recordé sus mejillas sonrojarse cada vez que le decía lo hermosa que es.
-Oh, ya veo.- dijo Kate tomando de su vino.
-Algún día tienes que mostrarnos lo que haces.- dije mirándola con intensidad mientras tomaba un sorbo de mi copa. Ella aparto la mirada y continuó.
-Claro, cuando quieran.- me miro mientras tomaba un sorbo de su bebida también.
Narrador Omnisciente.
Todos los presentes en la mesa podían notar la intensidad de aquellas miradas.
-Bien, porque a mí también me gusta el arte y me gustaría acompañarlo.- dijo Kate con los labios apretados por el enojo, mientras se guindaba del brazo de Justin.
-Podríamos ir todos.- sonrió Allie. Era claro que iba a encargarse de distraer a Kate y que ________ y Justin pudieran tener su momento a solas cuando eso pasará. Stheven, quien los miraba confundido, simplemente se encogió de hombros y sonrió.
-Y bueno Kate, ¿que nos dices de ti?- preguntó Stheven mientras abrazaba a Allie por la cintura.
-Bueno, soy modelo.- respondió Kate muy orgullosa. –Pronto tendré un desfile de modas aquí, espero que puedan asistir.- dijo con arrogancia. Ella quería encargarse de que _________ viera todo lo que ella era. Ella quería encargarse de que _________ no tratará de quitarle a Justin. Porque sabía que si trataba, se lo quitaría más rápido de lo que quisiera admitir.
-Nos encantaría acompañarte. Espero que ________ pueda desocuparse un poco y también nos acompañe.- sonrió Allie. –Su vida es de locos. Pero claro, cuando tu vida es un sueño hecho realidad, tampoco se tiene mucho tiempo libre.- decía Allie metiendo cizaña. Y aunque bien era cierto que la vida de ________ era un sueño hecho realidad, para ella no era así. Tenía todo lo que una persona desea, pero le faltaba el amor. Ella nunca había logrado amar a nadie más que a aquel hombre. Y ahora simplemente, se encontraba sola en el mundo, y a la única persona que tenía era a su amiga Allie.
-Tengo tiempo, Allie.-sonrió ________. Ahora se encontraba un poco más relajada. Y se dio cuenta de que Allie tenía razón en algo, debía mostrarle a Justin Bieber que era perfectamente capaz de lograr lo que quería. Y que a pesar de todos los altibajos en su vida, había logrado salir adelante siempre. No inmune, pero al menos viva. La vida de _________ había sido siempre como una rueda de la fortuna. Había tenido tantos momentos felices como tantos momentos de dolor. Recordaba aquellas tardes en las que hablaba tan cómodamente con Justin. Cuando ella le decía que siempre debía salir adelante con su vida, a pesar de los problemas, hablaba muy en serio. Desde muy niña había tenido que enfrentarse con situaciones desastrosas. El haber perdido a su padre a tan corta edad la había lastimado como nada en el mundo. Su padre siempre había sido lo mejor en la vida de _______. Y continuamente se preguntaba si él estaría orgulloso de lo que ella era. La respuesta era positiva, todos sabían que si su padre hubiese vivido se hubiese sentido orgulloso hasta las lágrimas. Su hija había logrado tanto en su vida que era de admirar. Cuando murió su abuelo, en febrero de hace tres años, ella se sintió completamente desolada y triste. Su abuelo había sido como su segundo padre, y el hecho de que ya no tendría ni una sola figura paterna en su vida, la dejo destrozada. Su abuelo era un hombre muy sabio, al igual que su padre, y le había enseñado grandes filosofías de la vida. ________ recordó cuando su madre murió un año luego que Richard. Los médicos habían dicho que se había dejado morir. _________ se sintió completamente destrozada. Ella sabía más que nadie que su madre nunca superaría la pérdida de su esposo. Y tras la muerte de su padre, la madre de ________ se había sentido realmente sola en el mundo. Esto a _________ la mataba por dentro, porque incluso cuando su mamá sabía que la tenía a ella, nunca había logrado ser feliz de nuevo. Ahora que ________ pensaba en ellos, se sentía un poco más aliviada, porque a pesar del dolor que había en su corazón, sabía que ellos estaban mucho mejor ahora. Muy alejados del dolor, del caos, y de los golpes de la vida. ________ era una muchacha soñadora. Ella jamás en su vida le había temido a la muerte. Ella sabía muy bien que las personas que temían a la muerte, no era a eso realmente a lo que le temen. Le temen a morir, sin haber hecho algo interesante con su vida. Se encontró pensando en su vida nuevamente. Las mejores historias siempre estaban llenas de momentos caóticamente dolorosos, eran las vidas de personas que jamás se dejaban caer por los obstáculos. Cada vez que se sentía frustrada, o incluso sin ganas de seguir. Se recordaba a si misma por todo lo que había pasado y que no valía la pena darse por vencida en medio de la lucha. ________ poseía una gran inteligencia desde que era muy niña. Cuando apenas tenía unos pocos años de vida, era muy lista. Siempre había sido una niña muy inteligente y llena de vida. Tenía el don de hacer sentir mejor a las personas, de mostrarles que la vida era una sola y que debían disfrutarse al máximo. Tenía el don de llenar de brillo una habitación con tan solo entrar en esta. Si bien era cierto que ahora se encontraba sola. _________ era como la luna, que a pesar de estar sola, nunca deja de brillar. Estuviera donde estuviera, siempre destacaba de entre todos. Siempre había sido una niña soñadora, y esa capacidad para soñar era la que la había llevado a lograrlo todo. Allie admiraba el hecho de que a pesar de todo el sufrimiento que opacaba los rayos de felicidad que chispeaba su amiga, ella jamás había escuchado a ________ ni una sola palabra sobre acabar con su vida. Y la admiraba, por el simple hecho de que ahora todas las personas son incapaces de lidiar con sus problemas y casi siempre eligen esa opción. ________, sin embargo, tenía muchas razones por las cuales esa jamás había sido una opción para ella. Ella sabía muy bien que el suicidio era simplemente un acto de cobardía. Era algo terrible. Las personas que recurrían al suicidio eran las personas sin valor que temen a enfrentar sus problemas. ¿Se imaginan? Las personas que hacían eso, quemaban el libro de su vida. No habría más páginas que leer, no habría más historias por descubrir. No más sorpresas, no más aventuras. No más recuerdos. Y no solo acaban con sus vidas, también con sus almas. Porque matar, es uno de los mayores pecados existentes. Y matarte tu mismo, debe ser aun peor. La vida es un regalo, y quemar un regalo así es imperdonable. Entendía que muchas veces el color de la vida se tornaba a negro, pero claramente ninguna vida es color de rosas. Cuando era muy pequeña, leyendo se había dado cuenta que las mayores y más grandes historias tenían sentido por todos esos altibajos. Díganme, ¿Qué sentido tendría una historia donde todo es color de rosa todo el tiempo? Ningún sentido, y sería completamente aburrida. Ninguna vida es perfecta, pero todas tienen momentos perfectos. ________ jamás hubiese acabado con la aventura de su vida. Ella sabe muy bien, que detrás de las nubes grises, siempre habrá un sol.
