-Eres muy fuerte, pequeña- beso mi cabeza, y me abrazo más. –Demasiado fuerte, mi pequeña y frágil ___________- murmuro sobre mi oído. –Dios no tiene la culpa, él se lleva consigo a las mejores personas por alguna razón. Él se llevo a tu padre porque seguramente sabía lo mucho que su enfermedad lo hacía sufrir. Mi amor, todo en la vida pasa por una razón, todo- beso mi frente. –Yo se que duele, se que se siente como una perforación en tu pecho- así era justo como yo sentía. –Pero tú misma me lo dijiste una vez, él nos pone esas pruebas porque sabe que somos capaces de superarlas, sabe que esos obstáculos solo podrán detenernos si nos rendimos, sino luchamos por conseguirlos. Tú dijiste que tu padre te enseño el significado de la vida, ¿puedes decirme ahora cuál es?- me miro con ternura, respire hondo y seque las lágrimas que rodaban por mis mejillas.
-Ser feliz, el significado de la vida es luchar por ser feliz- dije con la voz entrecortada. –Papá siempre me dijo que luchará por eso- lo mire con los ojos cristalizados.
-Tú eres capaz, ________. Tú puedes levantarte, y tienes mi mano para ayudarte a sostenerte- me sonrío.
-Y tú tienes la mía- le sonreí, él tenía tanta razón.
-Te quiero, pequeña, siempre te querré- beso mi frente una vez más.
Después de ese día en el establo, salimos todas las tardes a pasear con nuestros caballos, y en cada cabalgata contábamos una anécdota que nos haya pasado, de alguna forma nos ayudaba a conocernos cada vez un poco más, y eso era bueno. Lo que no podía evitar era enamorarme más a cada segundo, y eso me tenía completamente preocupada. ¿Sería mejor alejarme? ¿Y si después del tiempo necesario yo no tenía valor de volver a hablar con él? Yo no sabía qué dirección llevaba mi vida, ni sabía en qué dirección me guiaba mi camino, todo eso era un misterio, el mañana era un completo misterio para mí. Yo ya no sentía solo mariposas en mi estomago cuando estaba con él, ahora sentía la selva entera gruñendo dentro de mí. ¿Cómo era posible que me hiciera sentir tantas cosas? ¿Cómo era posible que en cuestión de segundos me hiciera amarlo, quererlo, adorarlo, odiarlo, y amarlo de nuevo? Era algo que solo él lograba en mí. Pero yo ya no podía sentir eso, tenía que encontrar una salida. La cosa es que me di cuenta que siempre hay salidas, solo que duele tomarlas. Yo tenía que alejarme de él, por lo menos por un tiempo, tenía que hacerlo.
Hable con él de nuevo, le dije que ya no quería ser su amiga, que eso me lastimaba, y le explique cómo me sentía, él dijo que si yo pensaba que eso era lo mejor, estaba bien. Me dolía en el alma todo esto, pero no podía hacer nada más. El caos no duro mucho, tres días después él se disculpo conmigo por todo, y yo no pude resistir la tentación de perdonarle. Aunque nada era como antes, estábamos más distanciados. Él me había dicho que casi no me hablaba porque tenía miedo de que tuviera otros de mis episodios y le dijera que ya no quería ser su amiga, nuevamente. Ahora estaba recostada en mi habitación, sin saber qué hacer, completamente perdida. La próxima semana me marcharía, y no volvería a verle hasta luego de un año, pensando en eso tal vez esa fuese la solución, tal vez eso me ayudaría a olvidarlo, esperaba que así fuera.
La última semana trate de hablar con Justin, pero sentía como si mi sola presencia lo molestará, y eso me hacía sentir muy mal. En verdad quería hablar con él, pero lo único que hacía era evitarme.
El día anterior a mi partida lo busque por todos lados, pero no estaba. Pregunte al abuelo por él y dijo que había salido todo el día, que estaba en el pueblo. Esa noche me fui a dormir, con un fuerte dolor en mi pecho. Él no me daría ni la oportunidad para despedirme de él. El siguiente día desperté temprano, me duche y vestí rápidamente, me iría al medio día, y necesitaba hablar con él. Baje rápidamente, y me encontré al abuelo en la sala de estar.
-¿Cielo? Buenos días- me sonrío.
-Buenos días, abuelo- le sonreí también, y me senté en el sofá frente a él.
-¿Cómo te sientes?- dijo dejando el periódico a un lado, y dando un sorbo a su café.
-Cansada- suspire. –Agobiada también, me siento diferente a como llegue- hice una mueca con los labios, él me sonrío.
-¿Este verano te ah cambiado?- me miro.
-Cómo no tienes una idea- suspire. –Eh aprendido tantas cosas, y eh descubierto otras más. En este lugar eh vuelto a encontrarme, abuelo. Y me di cuenta de que este es mi hogar, y siempre lo será- suspire con tristeza. Como me costaba despedirme. –Me duele tener que decirle adiós a todo esto- lo mire con pesar.
-No tiene que ser un adiós, pequeña- lo mire. –Puede ser un hasta pronto- me sonrío. –Sabes que este es tu hogar, y que estas puertas siempre estarán abiertas para ti, y nuestros brazos siempre estarán esperándote- me sonrío, le sonreí también, me senté a su lado y lo abrace.
-Abuelo, gracias por traerme. Este ah sido, sin duda alguna, el mejor verano de mi vida- suspiré con tristeza. –Y te prometo ahora que todos los veranos a partir de este, me tendrás aquí sin falta- ambos sonreímos.
-Eso me hace muy feliz, cariño. Puedes volver cuando lo desees- me sonrío.
-Lo sé- murmure sonriente. -¿Sabías que te amo demasiado y que eres el mejor abuelo del mundo?- sonreí y lo abrace. Él me sonrío ampliamente.
-Lo sabía, si- sonrío correspondiendo a mi abrazo, reí. –También te amo, pequeña.- beso mi frente. -¿Tienes todo listo para irte?- me miro.
-Solo una cosa falta, abuelo, solo una cosa- suspiré y lo mire. -¿Has visto a Justin?-pregunte.
-Sabía que lo preguntarías- sonrío. –Salió a andar a caballo, dijo que necesita estar un rato solo pero bueno, no veo problema en que lo acompañes- me guiño un ojo.
Salí corriendo de ahí lo más rápido que pude hacía el establo, saque a luna y salí a buscar a Justin a el viñedo, necesitaba despedirme de él, necesitaba decirle que siempre lo iba a amar y que estaría esperando el próximo verano impacientemente. Sonreí. Lo busque con la mirada por todas partes pero no había rastro de él. Baje un poco más al lago y vi su caballo amarrado a un árbol. Sonreí y me acerque lentamente, pero algo hizo que me quedase completamente helada, no estaba solo. Me acerque con cautela para que no me vieran, él estaba con una chica. –Respiré hondo- Una chica muy linda, de cabello rubio brillante, sus ojos eran negros y profundos, tenía una cara bonita y le sonreía coquetamente. Era delgada y un poco más baja que él –trague en seco- Ese era nuestro lugar, que solo nosotros conocíamos. Y ahora él estaba ahí, con una chica. Veía como se sonreían, como coqueteando, y no necesite más que verlos darse un beso para salir de ahí lo más rápido que podía, con el corazón partido y con lágrimas en los ojos. Deje a Luna en el establo y corrí a casa lo más rápido que pude, cuando llegue vi al abuelo en el mismo lugar que se había quedado, me miro preocupado al ver las lágrimas deslizarse de mis ojos. Y eso fue todo, el verano había acabado.Olvide decirles que voy a empezar a subir una nove muuuy diferente a esta, va a estar adaptada, la original es de kogan y tu, pero todavia estoy dudando si subirla con ryan u otro amigo de Justin, si tiene alguna idea comentemenla plis, obviamente con respecto al personaje que quieren que acompañes a Jus y a ____ , gracias por leer c: