– Del uno al diez ¿Qué tan guapo soy? – preguntó con esa sonrisa radiante mientras sus hoyuelos lograban su cometido. Hacerme suspirar y pensar en cuan afortunada era al tenerlo.
– ¿Quién es el del ego, ahora? – contesté con otra pregunta. Por supuesto que él era guapo pero no pensaba decírselo ahora. Se suponía que estaba molesta con él.
El chico de ojos claros me miró con un leve puchero. Tenía que admitirlo, era guapo y tierno. ¿Qué más podía pedir?
– No has respondido a mi pregunta – dijo sin quitar ese puchero de sus rosados labios.
Sonreí instantemente más no me voltee pues no quería que me viera sonreír. Insisto, se suponía que estaba molesta. Seguí cortando la fruta para mi batido bajo en calorías mientras escuché un largo suspiro. Mi sonrisa se ensanchó cuando escuché sus movimientos al venir hacia mí.
– Princesa, me estas ignorando ¿Por qué me ignoras? – preguntó poniendo sus grandes manos sobre mis caderas con firmeza. Sus dedos tocando mi piel descubierta pues sólo tenía un polo sin mangas y la parte de debajo de mi ropa interior. Mi cuerpo reaccionó casi al instante; mi piel erizándose.
Siempre había sido débil ante sus caricias, a pesar de todos los problemas con los que he tenido que vivir día a día; llegar con Bruce me mantenía en calma. Me daba paz, me daba tranquilidad; estabilidad.
– Preciosa... recordé que tenemos que ir a cenar con mis padres – río entre dientes mientras sus caricias seguían ese ritmo lento.
Solté un leve gruñido, fastidiada porque eso significaba que esto lo dejaríamos para después, y no quería eso. Lo quería ahora.
– Sabes que te deseo, preciosa, pero en verdad quiero que mis padres conozcan al amor de mi vida – susurró cerca a mi oído con aquella voz varonil que simplemente era mi kriptonita.
Asentí incapaz de pronunciar algo más – Llamaré a mis padres para confirmar – dijo Bruce dejando un beso en mi frente antes de que pudiera pararme y dirigirme al baño.
Me tomo mi tiempo para bañarme, asegurándome de que mi cuerpo esté completamente limpio. Enjabono mi piel mientras sonrío. Bruce me hace tan feliz, lo amo tanto. Nunca pensé amar a alguien de esta manera. Un amor, como el que siento por él, hace mi corazón vibrar de alegría y a la vez, lo hace temblar de miedo. Porque amar a Bruce no es fácil pero tampoco es imposible. Enamorarte de Bruce Morris es tan fácil en ese sentido, es la persona más hermosa que pudieras conocer. Desde cierto punto, puedo decir que él es el típico chico que soñarías tener.
Envuelvo mi cuerpo en una toalla al igual que mi cabello con otra. Empiezo a secarme el cuerpo y a escoger que ponerme. Debía encontrar el outfit perfecto, iba a conocer a mis suegros. Aún estoy con bragas y una camiseta cuando la puerta del cuarto se abre.
– Preciosa ¿estás lista...
Su pregunta muere en cuanto me ve. Las luces están apagadas porque supuestamente debo estar cambiándome, pero aun no podía decidirme
Bruce se ha quedado sin palabras y yo siento que mis mejillas van a explotar de tanto calor acumulado.
– Voltéate – susurro entre dientes tratando de reprimir mi risa. Amaba cuando me miraba de esa forma pero si seguía así no iríamos a ningún lado.
Bruce sonríe mostrando sus hoyuelos y alzando las manos en señal de paz, se da la vuelta
Me río y cojo los una camiseta suya.
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FOREVER BESIDE YOU 「Libro#3」
Fanfiction¿Qué hay detras de una mentira? ¿Qué nos lleva a ocultar la verdad? ¿Qué es lo que esconde un corazón roto? ¿Podrá esta relación sobrevivir a todo lo que está por venir o será el fin de una gran historia de amor y el inicio de otra? El perdón es el...