¡Hola! Espero que estén bien :3 quiería decirles que YA LLEGAMOS A LOS 10K :D felicidades a ustedes por hacer llegar esta historia tan lejos ;-; les agradezco por darme la oportunidad.
Y bueno, sin más, el capítulo...
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Hanna.
—¿Es que acaso eres un imbécil gratis? —exclamo, mientras me voy acercando a él.
¿Es que acaso no le da vergüenza venir aquí así como así? Dime que sólo él es así, dime que no todos los hombres son iguales. Aunque digamos que con las experiencias que tuve... Bueno, debería haber aprendido.
—¿A qué te refieres? —pregunta Bill.
Oh, no mames. Me ve cara de idiota, ¿cierto?
Por cierto, ¿acaso puso un candado? No, no volvió con Alissa, ¿no? Espero que no. Digo, jeje, me refiero a que... Bueno, lo admito. Me gusta. Pero, el candado, ¿a qué se debe?
Cuando llego frente a él, puedo oler su colonia. Mmmh, tan varonil. ¡Hanna! Contrólate.
Lo miro sería, a lo que él me da su típica sonrisa inocente. Mientras veo cómo tapa lo que identifico como un candado, recién puesto parece.
—Quítate.
—No.
—Vamos. Quítate. —Lo empujo con la poca fuerza que tengo, y cuando logro correrlo, además de estar minutos en una pelea entre "quítate y no", me acerco al candado.
Lo reconozco enseguida. Sí, es el que yo le dí.
—No lo veas, Sullivan —me pide el pelirubio. Rogándome.
Le hago caso omiso y leo lo que dice.
Ay. ¿Es enserio? No. Mames. Billy.
—¿Billy & Sully? —le pregunto—. ¿Escribiste mal tu nombre a propósito?
Me pongo con los brazos como jarras y lo observo con los ojos entrecerrados. Esto me parece muy extraño.
Bill ríe nervioso.
—Lo siento. ¿Sí? Sé que la jodí, y lo admito. Pero esto, Sullivan —dice, apuntando el candado—. Esto es una prueba de que lo siento realmente. Y bueno... Yo...
—¿Tú qué?
Se rasca la cabeza, lo noto nervioso. Pero, ¿por qué estarlo? Hay algo aquí que no está bien. Ayúdame, Sherlock.
—Yo —suspira—, te amo.
Comienzo a reírme despacio. Luego más fuerte. ¿Es que acaso me ha visto la cara de idiota? Sí, definitivamente.
—Oh, Bill —digo, parando de reír—. No es gracioso. Realmente me has visto la cara de idiota.
Él suspira una vez más.
—Mira, habló enserio. ¿Acaso me estoy riendo? No. Entonces —dice. Me pongo seria y ahora pongo mis brazos cruzados.
—Billy. Ni estoy para tus estúpidas bromas. No hoy. ¿Acaso sabes lo que he almorzado?
—No.
—Una jodido sopa de vegetales. Y eso, déjame decirte, es jodido. ¿Lo entiendes?
Niega con la cabeza. Bien. Perfecto. Para colmo tengo que explicarle porqué me siento tan irritada.
—Mira —susurro—. No he comido de mi pastel favorito en días. Y se aproxima mi cumpleaños. Así que imagínate esto, no podré comer la maldita torta de cumpleaños. Mi favorita, por cierto. Y eso me trae irritada como para soportar tus bobadas —hago una pausa—. ¿Entiendes?
—Nadie te ha obligado a hacer dieta. ¿Entiendes? Me declaro ante tí y lo que haces es reírte. ¡Eso sí que no tiene lógica! —exclama, sacudiendo los brazos.
Suspiro. Deslizo mis brazos hasta el comienzo de mis piernas. Me siento frustrada.
—¿Sabes? —digo—. Sólo esperaba venir aquí y encontrarme con el candado de mis padres. Esa es la única prueba que tengo de que el amor existe. Luego vienes tú y me dices que me amas —hago una pausa, y prosigo—. No te das una idea de cuánto desearía que dijeras la verdad...
—¡Pero si es la verdad, Sullivan! —exclama. Más alterado que yo—. ¿Acaso sabes lo jodido que es despertarse sabiendo que la chica a la que amas...? Espera. ¿Qué dijíste?
—Dije... Que desearía que estuvieras diciendo la verdad. ¿Pido mucho?
—Sullivan. —Se acerca a mí y para mi sorpresa, me abraza. Se aleja luego de unos instantes y toma una bocanada de aire—. Te amo.
No mames. ¡No mames! ¿Es que acaso sigue viéndome la cara de idiota?
—Billy —pongo mi mano en su hombro—. Eres un imbécil. ¿Creíste que podrías tratarme como una tarada? Oh, no. ¡Claro que no! Además...
Sin darme cuenta lo tengo sobre mí, besándome. Esto tiene que ser un jodido sueño.
Se aleja despacio.
—Hanna. Es cierto lo que digo —susurra cerca de mis labios—. Te. Amo.
Lo miro a los ojos. Sé que quizás esté mintiéndome. Pero... ¿y el beso? ¿Dónde dejar tanta hipocresía en tan pocas palabras?
—No tienes que besarme para quedar bien. No... —hablo— no tienes que fingir que me amas para que te perdone...
—Shh. —Me vuelve a besar. Esta vez le correspondo. Despacio. No hay porqué apurarlo a todo esto.
Aunque a decir verdad esto no parece real. Pero debería disfrutarlo, ¿no? Creo... creo que él habla en serio.
—Lo siento por todo. Por llamarte gorda, cuando no debía. Por dejarte de lado por un capricho. Realmente lo siento.
Me besa de nuevo. Un beso corto, pero tierno. Espera. ¿Qué cosas digo? Al diablo. Hanna Sullivan, hasta aquí mi reporte Joaquín.
Lo beso con ferocidad. Lo necesito. Necesito de él. Cuando nos separamos. Sonríe.
—¿Entonces tú también me amas? —pregunta, sonriendo.
Asiento con vergüenza. Pero más vergüenza me da cuando noto que llevo la ropa sudada. Rayos. Pero al diablo. Qué importa.
—Entonces... ¿qué somos? —pregunta.
Buena pregunta.
—No lo sé.
—Me tomaré el atrevimiento para decir esto —dice—. ¿Quieres ser mi novia?
Sonrío. Y asiento emocionada.
—Claro, Billie.
Y nos volvemos a besar. Esto no podría ser más imperfectamente perfecto.
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Ordinary World. [Billie Joe Armstrong] #FueledByPremios2018
Fanfiction[Cariño, no tengo mucho, pero lo que tenemos es más que suficiente]