Capítulo 39

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[Reproduzcan el video]

Hanna.

Hay cosas que nos hieren, que caminan en círculos, y no se detienen ni aunque el infierno les arda los pies. Y a veces, algunos de nosotros logramos salir de ese círculo.

Y otras veces, aunque nos alejemos demasiado, vuelven a atraparnos y nos hacen sentir perdidos de nuevo.

Y alrededor de mí, vuelven las cosas que antes dejé atrás; las burlas, el sobrepeso, el exceso de comida, la falta de amigos, el bajo autoestima...

Suelto otro suspiro, intentando que el nudo en mi garganta desaparezca, pero no lo hace.

Gorda estúpida, dice en la puerta de mi casillero. Y las risas a mi alrededor no se han detenido en estos tres minutos que he estado aquí parada.

Para que te actualices, te cuento. Han pasado dos semanas desde la pelea con Billy. Y en todo ese tiempo he recibido burlas y otras cosas con respecto a Alissa y su separación con él. Pero oye, no es mi culpa. No es mi maldita culpa.

La he pasado tan mal, maldigo mi día de nacimiento.

—Oye, gorda...

—La cerdita está llorando...

No son más que algunos comentarios que he recibido esta mañana.

Mira, la he pasado tan mal últimamente, como en los viejos tiempos. Nunca fui de esas niñas que soportan los malos comentarios. A lo contrario, sufro con cada uno de ellos.
¿Es que acaso no ven que dañan con sus palabras? Aquellos pequeños comentarios pueden destruirte la vida. ¿Acaso no lo ven?

¿Por qué vivimos en una sociedad tan... sucia? ¿Por qué no podemos ver el alma del otro y juzgarlo con el corazón y no con los ojos?

Quisiera que todos esos bastardos, que nos llaman por insultos, vieran dentro de ellos. ¿Podrías ver, y juzgarte según lo que ven tus ojos sobre tí?

Te tratan como si tu nombre fuera un insulto. Todos lo mencionan y se llenan de risas. Me siento como el fenómeno de un circo. Hago a la gente reír pero yo sufro con sus risas.

Ahora, quisiera ver a todos desaparecer. Mi Nana dice que nunca debo rendirme. Pero, ¿sabes? Es tan difícil. Es muy fácil decirlo, pero llevarlo a cabo... bueno, eso es otra cosa.

Sí todos desaparecieran, al menos, por unos segundos, quisiera ver el cielo una última vez. Y saber que hubieron personas que pasaron por esto igual que yo. Porque esto no se detiene. Hay gente cruel que sigue maltratando a los más débiles.

Y eso es jodido. Tanto como los monstruos bajo mi cama. No quiero ni pensar en Billy ahora.

[Detengan la canción]

—¿Sullivan?

Ahora no, por favor. Es todo lo que no necesito. Me volteo y lo veo allí parado. Tiene su camisa negra y una corbata gris, jeans demasiado ajustados a sus piernas y tiene los ojos cansados.

Me encamino a salir del pasillo, choco mi hombro contra el suyo y salgo corriendo, mientras las lágrimas siguen cayendo por mis mejillas. Salgo hacia a fuera y me voy corriendo al mismo sitio de siempre.

Suelto sollozos, ya me duele demasiado todo esto. Siento una presencia detrás de mí, y no necesito voltearme para saber de quién se trata. Me limpio las lágrimas y me volteo.

—¿Satisfecho? —susurro, en una pregunta. Me mira con pena—. No. No necesito tu pena.

—Hanna, lo siento. En serio, realmente lo siento —murmura.

Suspiro, intentando que las lágrimas desaparezcan, pero no lo hacen.

Permanecemos en silencio, un silencio incómodo quizá, si le estuviera prestando atención.

—¿Sabes? —digo—. La jodes tanto que ya ni siquiera sé si somos amigos realmente. Eres un completo idiota. ¡Y te odio! No haces nada bien, jodes a todos y para colmo ¡a mi también! Sólo eres un...

Y choca su boca contra la mía. Me quejo entre sus labios y luego lo alejo.

—¿Qué rayos acabas de hacer? —exclamo.

—Déjame hablar —dice, cabizbajo—. Déjame hablar.

Me niego internamente a escucharlo, pero mi inconsciente me dice otra cosa. ¿Debería oírlo? No, claro que no. Me acerco despacio, con una sonrisa ladina. Me sonríe y alza sus brazos, como para abrazarme. ¿Se cree que así como si nada vamos a volver a ser amigos? Me le acerco lo suficiente como para poder patearle la entrepierna con mi rodilla, y lo hago. 

Cae en el suelo, quejandose, pero lo ignoro. 

—¿Sabes, Bill? La mujer... el alma de una mujer es muy vengativa, no te creas, eh.

Y me alejo. No lo necesito. No lo necesito más.

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Hola, buenas tardes muchachas.
Quería informarles que la historia no me está gustando. Es decir, cómo va yendo. Si a ustedes le parece que no es así, les pido que por favor comenten y me den críticas constructivas :3

Con cariño, Ashley.

Ordinary World. [Billie Joe Armstrong] #FueledByPremios2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora