Capítulo 18 (1/2)

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Hanna.

Mañana es el gran día, el bendito día. Sábado, el día del baile.

El gimnasio ya fue decorado y las parejas ya están formadas, y me alegra saber que soy parte de esa mayoría que tiene pareja. Sería triste ver a un árbol gordo solo...

-Y Hanna, ¿cómo será tu vestido? -Levanto la vista de mi tarta, y observo a Alissa.

No.
Tengo.
Idea.

No he ido a comprar el vestido. Y mañana es el baile... ¡Maldición! Siempre me olvido de lo más importante.

Tengo el traje de árbol pero no tengo el vestido para la fiesta. Me siento como una de esas niñas tontas de las películas.

-Está en casa -miento-, no lo he abierto. Quiero que sea una sorpresa también para mi.

Sonríe y sigue comiendo su yogur.

-El mío será celeste cielo, corto y con un poco de escote -Me mira-, ¿sabes quién me invitó?

Niego. Tampoco me interesa. Al menos sé que no irá con Andy, claro que no. Él ya tiene novia, su pareja.

-Andy -responde-, parece ser que terminó con su novia, y pues... me invitó y acepté.

Vaya. Estoy segura que Alissa tuvo parte de la culpa. Juliet y Andy llevan, llevaban, tres años de relación. ¿Cómo podían terminar así como así?

Además, Andy no se veía afectado.

Maldita sea, quisiera un cuerpo como el de Alissa. Así sería más fácil conseguir chicos guapos para el baile. Y no es que Jason no sea guapo, es solo que... él es diferente a lo que yo me imagino como "mi tipo".

-Tú irás con ese drogadicto, ¿no? -dice. Asiento, sin darle importancia, hasta que la palabra drogadicto entra por mi cabeza.

-¿Drogadicto? No se droga, Alissa, ni tampoco lo hacen sus amigos -explico-, fue un mal entendido, solo eso.

Hace una mueca.

-¿Por qué los defiendes?, ¿acaso son tus amigos? -pregunta, con desagrado-. Ellos no son más que malas copias de chicos Metaleros que se drogan.

Ay, cierra tu maldita boca.

-Punkers -corrijo-, son Punkers, y si, son mis amigos. Y me junto con ellos porque son buenas personas.

Suspira, con un toque de pena. ¡Oh, no, perra! No sentirás pena por mi.

-¿Por qué te importa tanto? -pregunto irritada.

-Ya sabes, todos saben que ellos son unos malditos drogadictos, y ¿acaso sabes lo que se habla de ti?

Niego con la cabeza, y me quedo pensando. ¿Han hablado se mi? Rayos, no creo que sea la gran cosa.

-¿Qué han dicho? -pregunto.

-¿Qué mas dirán? Que te drogas -dice con obviedad-, y eso arruina nuestra imágen.

Vale, ¿qué? SU imágen, al carajo la mia. De hecho, ya han hablado mal de mi tantas veces que ya me vale una jodida mierda lo que digan.

¿A quié demonios le interesa la imágen? A Billie no, entonces... ¿por qué debería importarme a mi?

-No me importa -digo-, ni ellos ni yo nos drogamos, y si lo hicieramos ¿tanto te molestaría?

Me levanto de la mesa, y me llevo mi bandeja. Tiro el resto de comida al cesto de basura, y luego la bandeja en otra mesa vacía.

Ordinary World. [Billie Joe Armstrong] #FueledByPremios2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora