Varios largos minutos más tarde, Madara apareció cabalgando a toda velocidad por la colina, llevando tras él un caballo para Itachi. Le acompañaban sus hombres con las armaduras puestas, listos para entrar en batalla.
Itachi se montó de un salto en el caballo e ignoró el aguijonazo de dolor que sintió en el costado al montar por primera vez desde la emboscada.
Detrás de él, Shisui y Obito también montaron y seis de los hombres de Madara formaron un círculo alrededor de los niños que quedaban en la colina, para protegerlos y llevarlos de nuevo al interior de la fortaleza.
Sin esperar las órdenes de Madara, Itachi espoleó su montura por la nieve.
Al principio el caballo resbaló, pero en seguida recuperó el equilibrio y salió cabalgando a toda velocidad.
Siguió el rastro de los cascos de los caballos de sus enemigos y sus hermanos y el resto de sus hombres no tardaron en seguirlo.
—Ten cuidado, Itachi—le advirtió Madara—, podría ser una trampa.
Itachi apretó los labios furioso y lo miró.
—Le han secuestrado creyendo que era Minato. ¿Crees que estarías diciéndome esto si en realidad fuese tu esposo el que estuviese en peligro?
Su hermano lo miró a su vez serio, pero permaneció en silencio.
—Es imposible que creyeran que iban a llegar muy lejos con este tiempo. Es un secuestro muy arriesgado —comentó Itachi, estudiando el terreno.
—Sí. Están desesperados y buscan pillarnos desprevenidos atacándonos cuando menos lo esperamos.
Sasuke espoleó el caballo hacia un montículo de nieve.
—No deberíamos dejar la fortaleza sin vigilancia. Los que de verdad importan son Minato y el bebé.
En ese instante, Itachi le habría dado un puñetazo si lo hubiese tenido cerca. Tuvo que contenerse para no desmontar y acercarse a él para derribarlo del caballo. Lo único que evitó que lo hiciera fue que si perdía los nervios, Deidara todavía estaría más lejos de ellos cuando reanudasen la marcha.
—Basta —les ordenó Madara, enfadado—. Deidara es importante para el bienestar de Minato y del bebé. Iremos a buscarle. El clan está bien protegido. Sólo un idiota lo atacaría en pleno invierno.
—Danzo ha demostrado ser un idiota redomado —señaló Itachi—. Tenemos que encontrar a Deidara antes de que sea demasiado tarde.
El terror hizo presa en su corazón al decir esas palabras.
Sabía que en cuanto descubriesen que Deidara no era Minato, su vida dejaría de tener ningún valor. Le matarían, pues ya no les serviría de nada. Danzo era implacable en su lucha por conseguir su objetivo y no permitiría que nada ni nadie lo retrasase.
Espoleó su caballo hasta la extenuación. Cuanto más rápido cabalgaba, menor era la distancia que lo separaba de Deidara.
—Es una locura que vengas con nosotros —lo riñó Sasuke, furioso—. No estás lo suficientemente recuperado para cabalgar y mucho menos para luchar.
Itachi fulminó a su hermano con la mirada, estaba tan enfadado que le hervía la sangre.
—Si yo no lucho por él, ¿quién lo hará?
—No dejaré que Danzo se lo lleve —le dijo Sasuke—. No entiendo tu fascinación por ese rubio, pero no le abandonaré a su destino. Tienes que volver a la fortaleza.
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Seduciendo a un Uchiha
RandomItachi Uchiha siempre ha estado dispuesto a sacrificarse para defender los derechos de su clan, por ese motivo ha aceptado casarse con el hijo doncel del Lord del clan vecino. Pero cuando se dirige hacia las tierras de su prometido, Itachi y sus hom...