La princesa Potter y Hermanas

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El tiempo pasó....

Dorea Potter tenía en brazos a su hija, era una preciosa niña de cabello negro azabache y ojos avellanas, era igual a su padre pero con los ojos de su madre. El pequeño James de 3 años, estaba encantado con su hermana pequeña. Todos los Potter estaban felices de la pequeña. Sus padrinos eran Pomona y Albert. La niña se llamaba Alexa Dorea Potter

2 años después....

Las gemelas Mcgonogall tenían 5 años, tenían una hermana pequeña, Sabrina Ariadna Dumbledore que tenía 1 año de vida. Mcgonogall tenía una apuesta con Dumbledore, Ella apostaba que Molly y Arthur terminarían juntos, ambos pelirrojos eran como unos sobrinos, ya que, Minerva se llevaba de maravilla con los señores Weasley y Prewett.

En los jardines de Hogwarts...

Molly Prewett estaba sentada bajo un árbol, hacia una semana que había empezado tercer año, sus hermanos habían entrado ese año y ya habían sido castigados varias veces. Arthur se sento a su lado

—¿Qué haces?—pregunto Arthur

—Nada, simplemente disfruto la paz, hasta que mis hermanos aparezcan corriendo porque hicieron una broma—rio la pelirroja

—Son unos diablillos esos dos—rio el pelirrojo

—Mama y papá no saben qué hacer, ya los llamaron 5 veces ¡Y solo llevamos una semana de clases!—rio Molly. Hablaron un rato mas y decidieron entrar, había comenzado a anochecer y hacia frío.

Andrómeda Black, estaba nerviosa, frente a la oficina de la profesora Sprout, habia ido a pedirle que la dejé estar con su hermana pequeña. Se armó de valor y tocó la puerta, la puerta se abrió dejando ver la amable sonrisa de Albert

—Señorita Black ¿Que se le ofrece?—pregunto, sabiendo la respuesta, Albert

—Y-Yo....—tartamudeo, un débil llanto se escucho, y por debajo del brazo de Albert apareció una niña, de unos dos años, una dulce sonrisa estaba en su rostro, sus ojos grises brillaban de curiosidad y su cabello castaño le caía sobre los hombros

—Cassiopeia—grito Pomona Desde adentro, la alzó a upa—¿No te he dicho que debes dejar de correr de esa forma? Eres muy pequeña—rio la profesora de Herbologia, alzó la mirada y se encontró con Andrómeda—Señorita Black ¿Piensa quedarse en la puerta? Pase—Albert dejó que la niña de 11 años entrará, la pequeña, se sentó frente al escritorio. Albert tomo a su hija adoptiva y la llevó al otro cuarto, para bañarla, Andrómeda se quedó mirando por donde su hermana se había ido

—Profesora, y-yo quería preguntarte, s-si usted me dejaría pasar tiempo con mi hermana—murmuro, Pomona Tomo las manos de la pequeña niña

—Por supuesto que puede, es su hermana y que la hayamos adoptado no quita el hecho de que es tu hermana pequeña—sonrio—Puedes venir todos los días que quieras, la pequeña siempre sabrá de sus orígenes y siempre sabrá de ti, su hermana mayor

—Gracias, profesora—sonrio Andy

—Ahora, vuelva a su cuarto o deberé castigarla, se ha pasado la hora en que podías estar fuera—rio Pomona, la niña salió de la oficina y se fue hacia su sala común.

En la oficina de Dumbledore....

Minerva estaba luchando para que Sabrina se quedará quieta, Albus estaba durmiendo a las gemelas, luego de que ambos terminaran sus tareas, se tiraron a la cama, agotados, pero una imborrable sonrisa vivía en sus rostros, ambos se miraron y empezaron a soltar carcajadas, cuando lograron calmarse, se miraron a los ojos con mucho amor

—Agradezco el momento en el que llegaste a Hogwarts y luego, aceptaste ser profesora—confeso Albus, besando suavemente los labios de la profesora—Se que ya Tenemos una hija y es como si estuviéramos casados pero ¿Te casarias conmigo?—pregunto mientras le mostraba un hermoso anillo de compromiso

—Por supuesto que si—sonrio Minnie y lo besó, mientras Albus le ponía el anillo

—El otro día escuché una canción Muggle y me encanto—comento Albus y Minnie rio a carcajadas

—¿Cómo lo haces, Al? ¿Cómo haces para sacarme siempre una carcajada?—rio Minnie

—Es un don—dijo, misteriosamente.

En casa de los Potter....

James Charlus Potter estaba en su cuarto, preparado para dormir, cuando la puerta se abrió y dejó paso a su madre, está sonrió y besó su frente

—Dulces sueños, mi niño—susurro en su frente, luego hizo lo mismo con su hija Alexa.








¿Les gusto?

¿Quieren que la siga?

Dos comentarios y subo hoy mismo otro capítulo

Una historia de amor diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora