Una historia de amor diferente

Vacaciones de invierno

El tiempo pasó bastante rápido para la familia Dumbledore, las gemelas se habían acostumbrado rápidamente al ritmo de las clases, obviamente destacaban en transformaciones, debido a que desde pequeñas veían a su madre dar clases. Samantha era una niña muy inteligente mientras que Cassandra era más problemática, se había juntado con otros cuatro chicos y hacían muchas bromas, James Potter, Sirius Black, Remus Lupin, Peter Pettigrew y Cassandra Mcgonagall eran un grupo bastante problemático.

En cambio, Samantha se había hecho muy amiga de sus dos compañeras de cuarto, Sandra Flores y Martina Prado, la primera era hija de muggles, sus padres habían nacido en Argentina al igual que ella, pero a los tres meses de nacer, se vinieron para Londres. La segunda era mestiza, su madre le había dicho a su padre que era bruja recién cuando ella hizo magia accidental por primera vez. Ellas tres se llevaban muy bien con Lily Evans, la Gryffindor más responsable, según la mamá de Samantha. Además que con Remus Lupin siempre se juntaban en la biblioteca para estudiar, él era un gran amigo, alguien en el que podías confiar, apenas iban un cuatro meses de clase y Samantha ya confiaba plenamente en el castaño con extrañas cicatrices

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Mcgonogall estaba en su oficina mientras revisaba los trabajos de primer año, gruñó al notar que Cassandra no había entregado la tarea que había mandado, era un trabajo para repasar todo lo que habían visto hasta ahora, Minerva siempre hacía un repaso antes de las vacaciones de invierno para que sus alumnos no pierdan el hilo de las clases al volver de las vacaciones.

La puerta se abrió y dió paso a su amado esposo

-¿Quien no entrego la tarea?-preguntó Albus al ver la cara de la mujer que amaba, una cosa que adoraba de su esposa es la pasión que sentía por la enseñanza, era la mejor profesora que Hogwarts tenía

-Cassandra, luego hablaré con ella, es la segunda tarea que va a entregar tarde, en cambio, Samantha hizo una muy buena redacción, ordenó todo perfectamente por clase, de lo más fácil a lo más difícil que vimos, incluso hay dibujos del movimiento de la varita que deben hacerse para cada transformación-contó, muy orgullosa, Minerva-Aunque debo admitir que Cassandra es muy buena en lo práctico, siempre es una de las primeras en lograr hacer la transformación, si tan solo se esforzará un poco en lo teórico, sería la mejor de mi clase

-Nuestras niñas son muy diferentes la una de la otra, pero ambas tienen un gran corazón y creo que es lo más importante-dijo Albus besando a su esposa

Iban a seguir hablando pero la puerta volvió a abrirse, ahí estaban Sabrina y Kendra, de 7 y 6 años respectivamente, las pequeñas ya sabían llegar a todos lados prácticamente, habían nacido en el castillo, así que se ubicaban muy bien, además siempre tenían a alguien que las ayudaba si se perdían

-¡Mami!-exclamó la pequeña Kendra corriendo a los brazos de su madre, no la había visto en todo el día debido a que ella estaba dando clases

-Mis amores-dijo Minerva besando la mejilla de sus dos hijas-Albus ¿Puedes pedirle a Cassie que venga?-pidió con una sonrisa y Albus salió de la oficina.

Minutos después, Cassie entraba por la puerta mientras que su madre la miraba seriamente

-Cass, falta tu trabajo-dijo Minerva, ella será su hija, pero no por eso le iba a dejar pasar nada, lo que era justo, era justo

-Lo siento, mamá, se me olvidó, prometo que mañana mismo te lo entregaré-dijo con una tierna sonrisa

-Tienes hasta mañana, ni un día más-dijo Mcgonagall y su hija la abrazó fuertemente, amaba a su madre pero igual haría el trabajo, no quería imaginarse lo que pasaría si mañana no entregaba ese tp.

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Samantha estaba en su cuarto, haciendo sus deberes de DCLAO, le llamaba mucho la atención esa materia, en su mesita de luz tenía varios libros abiertos y enfrente suyo también, le habían mandado a hacer una investigación sobre los vampiros y había agarrado muchos libros, a ella le encantaba eso de estudiar criaturas como hombres lobos, vampiros, centauros, etc.

-Wow ¿Piensas abrir una biblioteca en nuestro cuarto?-preguntó Sandra entrando a la habitación

-Ja Ja Ja, que graciosa-le sacó la lengua Sam-No solo que estamos viendo vampiros, amo ese tema, nos mandó a hacer una redacción de dos pergaminos, voy cuatro y apenas llevo la mitad-rió ella

-Y yo con suerte llegó a un pergamino-se quejó, Martina que venía atrás de Sandra

-Me apasiona este tema, es más en tercero quiero tomar Cuidado de Criaturas Mágicas, amo todo lo que tiene que ver con ellas-sonrió Sam

-Esta se vuelve loca si algún día se cruza con un hombre lobo o un vampiro-bromeó Sandra

-Ojalá algún día pueda conocer a algún licántropo o vampiro, ¡Le haría tantas preguntas!-exclamó emocionada, Samantha haciendo reír a sus amigas.

Las vacaciones de invierno llegaron, Sandra y Martina se fueron a casa, en cambio, Samantha debía quedarse en el colegio debido a que sus padres no podían volver a casa por Navidad.

Pasaron las fiestas entre risas y cenas familiares, las gemelas no podían amar más a sus padres y hermanas. Ambas podían decir que tenían la mejor y más loca familia del mundo muggle y mágico.

Holaaaaaa

Narraré los años de las gemelas en Hogwarts, solo que serán tres capítulos por año, primer día, vacaciones de invierno y vacaciones de verano.

Esto es una historia Dumbledore x Mcgonagall, no una historia de los mereodadores jajajaja

Bye bye