Una historia de amor diferente

Vacaciones de invierno

Albus salió rápidamente a buscarla pero en la puerta de salida hacia Hogsmade, la encontró, estaba tendida en el suelo, su cara tenía rasguños dónde un hilo de sangre salía, la niña tenía su mano derecha presionando fuertemente el brazo izquierdo, Albus la ayudó a sentarse.

Sam apoyó su cabeza en el pecho de su padre, estaba demasiado débil. Albus corrió suavemente la mano para ver y su hija tenía una frase grabada en el brazo

"Deja de investigar Albus"

Era un mensaje bastante claro para él, suavemente Albus cargó a su hija hasta el castillo, al abrir la puerta se encontró con Mienerva que rápidamente se tapó la boca con ambas manos y unas lágrimas bajaban, se acercó a su hija mientras besaba su frente y acariciaba su cabello

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Cassie había ido a buscar comida, en el camino de vuelta se encontró a sus padres en la puerta cargando a Sam que parecía inconsciente, rápidamente se acercó a ver qué pasaba

-¡Sammy!-exclamó, horrorizada, Cassandra mientras veía como su hermana era rápidamente llevada por su padre a la enfermería. Mienerva de acercó a su hija y la abrazó fuertemente-¿Va a estar bien?-preguntó con miedo mientras se refugiaba en los brazos de su madre

-Lo estará, mi vida, lo estará-aseguró mientras besaba su coronilla.

Al día siguiente, Sam despertó en la enfermería, se miró el brazo y notó que la frase ya no estaba. Levantó la mirada y estaban sus amigas junto a su familia

-¿Cómo te sientes?-preguntó Mienerva mientras acomodaba las almohadas para que ella pudiera sentarse

-Algo mareada, me duele todo el cuerpo-lloró la niña-Usaron la maldición cruciatus conmigo, decían que era un mensaje para papá, para advertirle algo

-Mensaje recibido-murmuró, entre dientes, Albus-¿Cómo llegaste a la guarida de Voldemort?

-Goyle y Rabastan me llevaron, estaba leyendo en la biblioteca y me obligaron a ir hasta una casa abandonada, ahí estaba Voldemort y Mark Menry-dijo Samantha, su hermana gemela se sentó en la camilla apoyando su cabeza en el hombro de su hermana.

-Tú descansa, cariño, cuando estés mejor, hablaremos con más detalles-sonrió Albus besando la frente de su hija.

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Ya eran las vacaciones de invierno, Albus y Minerva estaban en su cuarto, el primero estaba callado y mirando por la ventana, desde que había aparecido Sam, Albus ya ni hablaba con Mienerva, pasaba el día encerrado en su oficina, apenas si veía a Sabrina y Kendra, evitaba todo el tiempo a las gemelas

-Me cansé, Albus, estoy cansada de esto, ya me siento como si siguiera casada con Mark-dijo la profesora de transformaciones, sentada en su cama mirando al hombre que amaba

-Estuve pensado mucho, Min, sobre nosotros, sobre nuestras niñas, sobre todo-confesó, haciendo que Minerva se preocupará al instante-Creo que lo mejor para ustedes, es que se alejen de mi, deberíamos separarnos

-¿Que estás diciendo, Albus?-lloró la pelinegra mientras se acercaba a su esposo para obligarlo a mirarla a los ojos

-Soy peligroso para ustedes, ya viste lo que le hicieron a Sam solo para darme un mensaje a mi, sabes la cantidad de enemigos que tengo, si sigues conmigo, lo único que lograrás es que esos enemigos que tengo vayan a por ti y las niñas, Grindelwald empezando, Mark, Voldemort, y la lista sigue y sigue-dijo mientras miraba a los ojos de la mujer que amaba y acarició su mejilla-Yo me muero si algo te pasa a ti por mi culpa

-Al, nada de esto es tu culpa-dijo Mcgonagall mientras abrazaba a su esposo, quién escondió su rostro en el cuello de su esposa, y simplemente se rindió, dejó de hacerse el fuerte y lloró por absolutamente todo, se desahogó en los brazos de la mujer que amaba-Shhh....Todo está bien, Al.....Estoy aquí, nada me va a pasar, te amo y jamás voy a dejarte, aunque me lo pidas de rodillas

Cuando Albus se recuperó, de quitó las lágrimas y abrazó a su esposa, en ese momento necesitaba abrazarla, necesitaba sentir el latido de su corazón, oler el exquisito perfume que ella usaba. Apoyó su cabeza en la cabeza de Minerva, negandose a soltarla.

-Te amo, Min, te amo más a que nada en el este mundo, lo eres absolutamente todo para mí, yo no podría seguir si algún día no estás a mi lado-dijo Albus besando profundamente a su esposa, transmitiendo todo lo que sentía en ese beso.

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Samantha estaba en su cama leyendo un libro tranquilamente, cuando la puerta se abrió y dió paso a Cassandra, quién se sentó en la cama de su hermana gemela, lentamente le quitó el libro para dejarlo en la mesita de noche

-¿Todo bien?-preguntó Sam haciendo que Cassie niegue y empiece a llorar, mientras se acostaba y apoyaba su rostro en el regazo de su hermana, quién empezó a acariciar sus cabellos con dulzura

-Tuve mucho miedo, Sam, cuando te Vi inconsciente en los brazos de papá, creí que te había perdido, pasaron dos semanas y nunca hablamos de eso, sé que ahora que estamos en casas diferentes, todo cambió entre nosotras, pero en ese momento, cuando ví como tú cabeza caía hacia atrás y parecía que no respirabas, creí que te había perdido para siempre, creí que....Creí que ibas a dejarme sola

-Cassie, jamás te dejaría sola, eres mi hermana, por más que peleamos todo el tiempo, te amo, hermana, siempre voy a amarte, yo estoy bien, mírame estoy bien, no me pasó nada, estoy contigo, siempre voy a estar contigo-dijo Sam sin dejar de acariciar los cabellos de su hermana.

Y por primera vez en mucho tiempo, durmieron las dos en la misma cama abrazadas, sin querer alejarse la una de la otra.

Hola Hola

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Bye bye