Una historia de amor diferente

Hablando de sentimientos

Las vacaciones de invierno llegaron para todos y todas. Las gemelas se irían un año más a su casa en Hogsmade, está vez Sandra pasaría las vacaciones con Sam. Ella estaba nerviosa, pasar tiempo entre las tres la ayudaba pero ahora tendría que pasar tiempo a solas con Sandra sin tener a Martina para poder hablar con ella si las cosas se complicaban.

Llegaron a casa y todos estaban felices, Sandra y Samantha subieron al cuarto de la dueña de la casa. Ambas se sentaron, se miraron sin saber que decir.

Mientras en la cocina, Minerva había empezado a preparar la cena mientras su esposo la ayudaba, Cassie se había encerrado en su cuarto diciendo que debía hacer un par de cosas. Sabrina había decidido quedarse en el colegio para estar con sus amigos mientras que Kendra estaba en su cuarto pintando

-Que vida-rió Albus mientras se sentaba en una banqueta-Cuatro niñas, ya me olvidé la última vez que dormí una noche entera

-No seas exagerado, son niñas extremadamente adorables y se portan bien-las defendió, Mcgonagall

Su esposo solo negó con una gran sonrisa para luego acercarse a ella para dejar un suave beso en sus labios, amaba a esa mujer, enserio la amaba, y sabía que no habría día en su vida que no la ame.

Terminaron de hacer la cena entre los dos y luego llamaron a todas las niñas para que bajen a comer. Pasaron la cena entre risas y charlas sobre lo que harían en esas dos semanas de descanso.

Ya era de noche, Samantha y Sandra seguían hablando de todo un poco, hasta que en un momento, Sam se quedó mirando a Sandra embobada

-¿Todo bien?-preguntó Sandra y ella asintió

-No pasa nada-aseguró mientras agachaba la cabeza y se sonrojaba violentamente

-¿Que pasó? Puedes decirme lo que sea-aseguró Sandra

Sam no dijo nada, más bien actuó, en un acto totalmente impulsivo se acercó a ella para besarla, unió torpemente sus labios, Sandra se quedó en shock, no sabía que hacer. Sam se separó totalmente roja

-¡Lo siento! ¡Enserio lo siento! No sé porque hice eso, tenía ganas si, pero soy una idiota, perdón perdóname, por favor, yo....-decía de forma nerviosa, Sam entonces Sandra la tomó del cuello para volver a besarla

-Me gustas, Samantha Dumbledore o Mcgonagall, nunca me quedó claro, enserio me gustas-dijo en un susurro en sus labios

-Samantha Dumbledore, soy Samantha Dumbledore, solo que frente al ministerio soy Mcgonagall porque Mark no renunció a su paternidad por más que no nos vea nunca-sonrió para luego volver a besar a Sandra.

Sam estaba sentada en su cama y Sandra se sentó a horcajadas de ella para seguir besándola con más intensidad.

-()-

Todo bien por acá ¿Y vos? ¿Cómo estás?
Te quiere, Sirius

Solo es decía y fue suficiente para alegrar el día de Cassie, estaba feliz de que Sirius se preocupará por ella, por más de que sabía que era en modo amigos, pero el te quiero lo valoraba igual.

Decidió ir a molestar a su hermana, abrió la puerta y se encontró con la escena de Sam y Sandra besandose, ambas se separaron rápidamente al notar la presencia de Cassandra, quién por cierto estaba en shock aún no podía creer lo que sus ojos habían visto

-¡Cass! ¡No es lo que parece!-exclamó Samantha y quiso acercarse a su hermana pero ella se alejo

-¿Que es esto, Samantha? ¿Que mierda significa esto?-preguntó enojada a su hermana

-Me gusta Sandra-confesó con la mirada baja

-¡Pero es una chica! ¡No es normal! Tu y ella....¡Por Merlin me dan asco! ¡No te me acerques en la vida!-exclamó para luego irse a su cuarto.

Sam cayó de rodillas al piso mientras lágrimas salían sin control por sus bellos ojos, Sandra se acercó para abrazarla suavemente y besar tiernamente sus cabellos. Los leves sollozos de Sam se convirtieron en un llanto desgarrador.

Mienerva y Albus al escuchar un llanto, rápidamente subieron para ver qué estaba pasando, encontraron a Sam de rodillas en el piso llorando, ambos se acercaron a su hija para abrazarla

-Cariño ¿Que pasa? Cuentale a mamá-susurró Mienerva acariciando los cabellos de su hija

-Profesor Dumbledore, profesora Mcgonagall, lo que pasó es que Cassandra no aceptó que nosotras nos gustamos y le dijo cosas horribles a Sam-contó Sandra mientras tomaba la mano de su "más que amiga" y la acariciaba con su pulgar

-Hablaré con ella-prometió Albus besando la frente de su hija. Con ayuda de Sandra, Sammy se levantó del suelo, su futura novia la abrazó apoyando su cabeza en su pecho para seguir acariciando sus cabellos para que se tranquilice.

Hola Hola

Antes de que odien a Cassandra, recuerden que es 1974 en ese momento estaba muy mal visto la homosexualidad.

Bye bye