Séptimo año

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Y así fue como poco a poco las gemelas Mcgonagall llegaban al final de su educación en Hogwarts, había muchos sentimientos encontrados, no sabían que sentir, era abandonar su hogar para convertirse en personas adultas aunque la verdad sus padres la pasaban peor, ni podían creer que sus niñas ya estaban en último año, todo había pasado demasiado rápido y ni cuenta se habían dado.

Minerva estaba en su oficina como cada inicio de año, preparando sus clases y acomodando todo para que sea un año completamente exitoso y obviamente preparándose mentalmente para recibir a los mereodadores un año más, su hija y sus amigos que habían logrado sacarle canas verdes más de una vez, pero que internamente y aunque nunca lo admita los quería un montón y siempre le sacaban una sonrisa

-¿No deberías estar trabajando?-pregunto Minerva sin levantar la mirada al notar que su esposo estaba ahí, intentando robarle caramelos de limón

-Si debería pero quería caramelos de limón y ver a mi hermosa y adorada esposa-respondio él con una sonrisa mientras se llevaba el dulce a la boca y su esposa negaba divertida

-¿Cuando cambiarás Albus? ¿Cuando?

-Nunca porque tú me amas así como soy-dijo riéndose

-No me queda otra opción-dramatizo

-Ahora veo de quién saca nuestra hija sus genes bromisticos

-No se dice así Albus

-Yo lo digo como quiero, Mine

-Me agotas en serio-suspiro dramáticamente

-En el fondo me quieres-aseguro y ambos rompieron en carcajadas mientras se miraban, Albus se acercó y le robó un beso, luego se fue porque él también tenía que trabajar.

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En el cuarto de los mereodadores, Sirius estaba tirado en su cama mientras miraba como su novia le daba consejos a James de como finalmente conquistar a su pelirroja

-Deja de ser tan inmaduro y ya-suspiro frustrada porque James no entendía lo que tenía que hacer

-Pides un imposible-apunto Remus mientras ordenaba sus cosas en su baúl

-Ey si yo pude conseguir a Cass, tu podrás con Evans-lo alentó Sirius

-Puedes con ella hermano-aseguró Peter mientras comía unas golosinas que le habían sobrado de lo que compraron en el tren

-Es imposible chicos, intente de todo pero Evans no me da ni la hora-suspiro tirándose en la cama, James

-Algo de razón tiene, eres insoportable, la chica sabe bien lo que quiere, tiene ideas claras y tú no ¿Que puedes ofrecerle, James?-dijo Cassandra

-Amor

-Con amor no basta James, Lily es una persona que quiere proyectos, que tiene decidido lo que quiere hacer, no puedes ir ofreciéndole simplemente amor-dijo Remus

-Cuando madures, ella caerá a tus pies, te lo aseguro-dijo Cass

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En el cuarto de Samantha era otra historia, Sandra se reía de lo histérica que estaba su novia porque se había olvidado un par de cosas en su casa

-No traje mi peluche de hipogrifo-grito mientras tiraba todo lo que había traído para revolver mejor

-Amor, no puedo creer que aún duermas con peluches-se rió Sandra al ver varios peluches en cima de la cama de su novia

-Es que es una bebé-se burló Martina mientras Sam les tiraba un almohadón a cada una

-Tal vez mi hermana lo tiene, ya vengo-dijo Sam saliendo de su cuarto y corriendo para ir al refugio de los leones

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Los mereodadores estaban tranquilos cuando de golpe se abrió la puerta

-¡Dime qué tienes al señor hipo o voy a morir de tristeza!-grito Sam entrando al cuarto y agarrando de los hombros a su hermana

-Esta en mi baúl idiota, te olvidaste de guardarlo y yo te lo traje-sonrio Cass

-Te amo, te amo, te amo-dijo mientras besaba repetidas veces su mejilla

Agarro su peluche y se fue feliz a su cuarto, dejando a los mereodadores riéndose por lo que había pasado.

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Y hasta acá el capítulo.

Intentare actualizar más seguido, lo prometo

Bye bye

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⏰ Última actualización: Apr 01, 2022 ⏰

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