El primer año de las gemelas

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5 años después....

Cinco años habían pasado desde que Albus y Minnie se habían casado, hoy era primero de septiembre y sus gemelas entraban por primera vez a Hogwarts como alumnas.

Fueron a la estación 9 ¾ para despedirlas, Sabrina de 6 años no quería separarse de sus hermanas y la pequeña Kendra solo miraba el tren maravillada

-Las seguirás viendo, te recuerdo que vives en Hogwarts-rió Albus mirando a su pequeña Sabrina, que la miró con esos ojos iguales a los suyos con enojo, era igual a Minerva cuando se enojaba.

El tren partió y la familia Dumbledore tomó un trasladador hasta los límites de Hogwarts, caminaron hasta el castillo y en la entrada estaba una de las niñeras, a tan solo un año de casados, se dieron cuenta de que solos no iban a poder solos, ya que con cuatro niñas se le había complicado al tener que atender el colegio y a sus hijas. La niñera Marta se llevó a las dos niñas para prepararlas para la noche mientras que Minerva y Albus se dedicaban a preparar el castillo para la llegada de sus alumnos.

Ya era de noche, Sabrina y Kendra estaban sentadas al lado de Albus, mientras que Minerva se había ido a buscar a los de primer año. Ingresaron todos los alumnos.

Mientras tanto afuera Minerva les daba la bienvenida a los de primero y les explicaba las cuatro casas y sus fundadores

-Mientras estén acá, sus casas serán sus familias, si rompen las reglas, pierden puntos y si hacen las cosas bien, ganan puntos, competirán durante todo el año por la copa de las casas que se entrega a fin de año a la casa con más puntos-dijo seriamente, las gemelas no escuchaban a su madre ya que ellas siempre la habían acompañado en la bienvenida a los nuevos alumnos y se sabían de memoria el discurso

-Miren, miren, las gemelas Mcgonogall, es obvio que donde ellas queden ganarán la copa, incluso su padre adoptivo es el director del colegio-se burló un chico de pelo negro, era Severus Snape

-¡Vuelve a repetir eso!-exclamó Cassandra mientas que Samantha se quedó callada

-Que es obvio que ustedes son unas acomodadas-rió un chico a su lado, era Theo Nott

-¿Todo en orden por acá?-preguntó Minerva a los niños

-Todo en orden profesora-dijo Nott rápidamente

-Ellos se estaban burlando de Samantha y Cassandra-informó un niño de cabellos castaño y cicatrices en la cara

-Ya basta, los cuatro, la selección empezará pronto, vengan -dijo y todos siguieron a la profesora.

Albus miró con una gran sonrisa a su esposa e hijas adoptivas.

-Black, Sirius-llamó Minerva

-¡Gryffindor!-anunció el sombrero

-¡Evans, Lily!-llamó Mienerva

-¡Gryffindor!

-¡Potter, James!

-¡Gryffindor!

-¡Mcgonogall, Cassandra!-llamó Mienerva a su hija con una gran sonrisa

-Mmm, difícil, si ya sé-anunció el sombrero-¡Slytherin!-gritó y Casandra se asombró mucho pero se negaba a levantarse

-No quiero Slytherin, sombrero apestoso-se quejó, Cassandra

-Cass, debes ir a tu mesa-pidió Minnie

-No quiero Slytherin, mamá-dijo la pequeña Mcgonagall

-Esperen, esperen, veo algo más, algo que recién noto, eres inteligente, lo aprendiste de tu padre, es obvio-dijo el sombrero-Te cambiaré pero debes saber que el mal puede venir de cualquier casa ¡Gryffindor!-anunció dejando a todos atónitos, no era normal que el sombrero cambiara de opinión.

-¡Mcgonogall, Samantha!-llamó Mienerva a su hija y le dió una sonrisa de apoyo

-Veo valor, pero no suficiente para estar en Gryffindor, veo astucia pero no ambición así que Slytherin no es tu casa, veo mucha inteligencia quedarías muy bien en Ravenclaw pero no te pondré ahí, ¿Dónde te pongo? ¿Dónde te pongo? Si creo que ahí estarás bien, encontraras a tu familia y muy buenos amigos ¡Hufflepuff!-anunció y la pequeña Samantha corrió a su mesa, la verdad siempre había querido quedar en Hufflepuff, sentía que era la casa que más la representaba.

Luego pasaron los demás niños y la subdirectora se llevó el sombrero. Ya estaban todos sentadas y Albus se paró para decir unas palabras a sus queridos alumnos

-Ver sus caritas deseosas de aprender cosas nuevas, llena el corazón de cualquier profesor, espero que este sea un año lleno de aprendizaje y de amor....¡Disfruten el banquete!-sonrió y se sentó mientras la comida aparecía frente a todos los alumnos y profesores.

Terminado el banquete y los alumnos se fueron a sus cuartos. A medianoche las gemelas Mcgonogall se encontraron en la torre de astronomía, querían hablar seriamente de como se iban a manejar de ahora en adelante

-Será raro no compartir cuarto-admitió Cassandra cuando se estaban despidiendo

-Lo sé, debo irme, ¿Esto no cambiará nuestra amistad, cierto?-preguntó con miedo, Samantha

-Nada podría alejarme de ti y lo sabes, ahora ve a dormir, mañana es nuestro primer día-ordenó la Gryffindor.

Ambas se fueron a sus respectivos cuartos con una gran sonrisa en sus labios. Y pensando en cómo sería su vida de ahora en adelante, ambas se dejaron caer en los brazos de Morfeo.
















¿Que tal?

Las gemelas quedaron en diferentes casas ¿Creen que eso a la larga afectará su relación?

Bye bye

Una historia de amor diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora