vacaciones de verano

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Las gemelas Mcgonogall habían terminado su tercer año, Albus volvía a ser el de siempre, aunque ahora era más cuidadoso con sus hijas.

Minerva estaba en la oficina de Albus organizando algunos papeles, él había salido, estaba investigando a Voldemort, ya que ambos habían decidido que no se dejarían controlar por un maniático de la sangre pura. Por eso, Albus estaba en el exterior mientras que ella se encargaba de dejar todo bien organizado para el siguiente año escolar

En la tarde, todas volvieron a su hogar, que había sido agrandado, habían agregado un piso más, ahora cada niña tenía su propia habitación y había dos habitaciones listas para cuando los amigos de sus hijas vengan a la casa.

Ese día llegaron Sandra y Martina, Sam estaba muy feliz de verlas, se encerraron en la habitación de Samantha y se pusieron a hablar de todo tipo de cosas, principalmente en español para que nadie entendiera lo que hablaban

Cassandra estaba enojada, su hermana la había ignorado completamente apenas llegaron sus amigos ¿Y desde cuándo hablaba español?

-Cassie llévale esto a tu hermana y sus amigas-pidió Minerva dándole una bandeja con jugo y galletas, ella asintió y fue al cuarto, abrió la puerta y estaban hablando en español, así que no entendía nada

-Mm, que rico, como las galletas que hace mamá-dijo Martina saboreando las galletas

-Lo que más amo de mi mamá, son sus galletas-bromeó Samantha. Cassie dándose cuenta de que ahí sobraba se fue a su habitación.

Sabrina estaba muy feliz, ya tenía once años, por lo tanto podría asistir a Hogwarts, esperaba quedar en Gryffindor como sus padres, aunque Ravenclaw no sonaba tan mal.

A Kendra aún le faltaba un año pero ella estaba segura que quedaría en Slytherin, le hacía ilusión estar en esa casa, demostrar que no por ser Slytherin eres malo. Quería darle una nueva imagen a la casa de las serpientes.

Al día siguiente, las amigas de Samantha se fueron y Cassandra la enfrentó

-¿Ahora te acuerdas de que tienes una hermana?-le preguntó

-Tú haces lo mismo cuando vienen tus amigos, no me reclames a mí-dijo Sam dando media vuelta para irse

-¿¡Y desde cuándo sabes hablar español!?-le gritó

-No te importa-gruñó

-Me da curiosidad, mi hermana de la nada sabe hablar otro idioma y yo ni enterada-replicó Cassie

-¡No te importa! Lo aprendí y punto, no hay un motivo especial-dijo fríamente

-¡Quiero ser parte de tu vida, Sam!-le gritó Cassandra a su hermana

-¡Y yo parte de la tuya! ¡Pero cuando aparecen tus amigos te vas con ellos! ¡Sin importarte dejarme de lado! ¡Los quieres más a ellos que a mí!-las primeras lágrimas salieron por sus ojitos, y ella cayó de rodillas, ella quería más a sus amigos.

Cassie se quedó en silencio, sus amigos eran una parte importante en su vida, no lo iba a negar, pero de ahí a quererlos más que a su hermana, no, aunque debía admitir que no había tratado correctamente a su hermana, que la había dejado de lado varias veces por irse con Remus. Cassie se acercó a su hermana para abrazarla fuertemente, ella era su hermana pequeña, su trabajo era cuidarla, a ella y a sus otras dos hermanas.

Sabrina y Kendra aparecieron en la escena y corrieron a abrazar a sus hermanas, haciendo que ellas dos empezarán a reír, ambas niñas eran muy adorables y admiraban a sus hermanas mayores

-Siempre estaremos juntas, pase lo que pase-rió Cassie mientras abrazaba a sus tres hermanas

-¡Contra viento y marea pelearemos por nuestra hermandad!-dijo emocionada, Sabrina

-Alguien leyó muchos libros sobre piratas-se burló Samantha, la pequeña de ya once años tenía una gran obsesión por los libros, leía de todo, incluso había agarrado libros de la biblioteca privada de su padre para leerlo. Sam era lectora pero Sabrina lo era mucho más.

-Sammy, ¿Tú sabes el proceso para hacerse animago?-preguntó Cassie en la noche cuando estaban en el cuarto de Kendra todas juntas, esa noche harían piyamada las cuatro juntas

-Algo sé, es muy difícil, y más para alguien que no terminó sus estudios en Hogwarts-dijo y fue a buscar un libro, al volver se lo dió a su hermana

-¿Guía avanzada de transformación? ¿Aquí dice como hacerse animago?-preguntó, esperanzada, Cassie, por fin sabrían hacerlo y podrían acompañar a Remus en luna llena, ya quería saber que animal sería

-Dice todo paso a paso, aunque me sé de memoria la teoría, nunca lo puse en práctica, así que no sé si es cierto, mi plan es en un futuro ser animaga, como mamá-sonrió, emocionada, Samantha.

Siguieron hablando un rato largo hasta que las cuatro decidieron irse a dormir.














Bye bye

Una historia de amor diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora