Treinta.

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By Tae.

Las cosas habían cambiado entre Hoseok, Jin y yo.

Me era un tanto incomodo estar ahora cerca de Hobi, me agradaba demasiado, se podría decir que lo consideraba un amigo para mí y le tenía aprecio como tal pero era difícil acercarse a él luego de aquella noche donde Jungkook se encargó de humillarlo y menospreciar sus sentimientos.

Sabía que Jin era quien más difícil lo estaba pasando, se trataba de su mejor amigo, el mismo que nos apoyaba, quien se había esforzado por nosotros en diferentes situaciones, quien realmente merecía ser feliz.

Por eso anime a Jin a ir con Namjoon, era obvio que hablarían de Hobi, pues el director se veía también desanimado por la situación y esperaba que juntos pudieran encontrar una solución y animar a Hoseok.

Termine mis labores a las cuatro de la tarde, había recibido un mensaje de Jin donde me decía que iría a buscar a Hoseok así que fui a buscar a mi hija al departamento de Jimin y de allí la lleve en su cochecito hasta lo departamento, necesitábamos despejarnos y caminar.

Pero la paz que buscaba se vio interrumpida al notar su presencia.

- ¡Hey Tae! - su voz grito una vez me vio pero la ignore, no quería verlo, no quería escucharlo, simple y sencillamente deseaba no saber más de él -  Tae por favor, solo regálame unos minutos - insistió caminando tras de mí.

Me detuve cerca de la entrada del edificio cuando pude visualizar a un par de las personas que Heechul había dispuesto para evitar que Jungkook se me acercara. Sabía que cualquiera de ellos evitaría que algo sucediera y podía sentirme tranquilo.

No estaría solo con Jungkook.

- Se breve - dije tosco.

- ¡Oh, vamos cariño! ¿De verdad me trataras tan indiferente? Te recuerdo que nos hemos amado por muchos años...

- Si no tienes nada importante que decir, me largo - camine con la intención de alejarme pero me detuvo tomándome del brazo.

- Vale Tae, he venido a dejarte esto - extendió un sobre blanco con una sonrisa en los labios - se acerca el aniversario de mamá y papá Kim por lo que he comprado ya nuestros billetes para viajar, pensé en que querrías corroborar datos por eso lo he traído. Pero mañana vengo por ti para que pases la noche en mi piso y veas si lo que he comprado para la mocosa le servirá de algo - miro hacia el interior del cochecito de Marie quien no tardó en regalarle una de sus lindas sonrisas.

Jungkook se detuvo a mirarla durante varios segundos, parecía afectado por la presencia de Marie. Sus ojos, aquellos ojos que por mucho tiempo me cautivaron, se mostraron toscos y desagradables hacia mi hija, en ellos había reproche y molestia por lo que no dude en cubrir a mi hija de su mirada.

- Debemos irnos - dije tratando de conservar la calma. Jungkook no despegó la mirada de Marie en ningún momento, soñó ssktnio con la cabeza antes de girarse a mirarme.

- Vale pero antes quiero pedirte algo - dijo tratando de ignorar la presencia de mi bebé que jugaba en su cochecito y reía tan dulcemente - puedo ayudarte con la mocosa, podemos enviarla a un hogar de acogida y ya después ver qué hacemos con ella. No es necesario que tu vida se complique por un error - sentí como la sangre en mi interior hervía.

Conté mentalmente hasta el número más alto que pudiera, no perdería el control frente a Jungkook, no le daría el gusto de verme mal.

Así que solo asentí esperando que se largara para poder tranquilizarme.

- Bien, verás que esa es la solución para nuestros problemas, así ya no necesitarás del viejo profesor ni de nadie más. Me tendrás a mi - se acercó a mí e intento besarme, instintivamente me aleje de él ganándome que me tomara con fuerza del rostro y me mordiera con saña exigiendo ser correspondido.

Save me ~ TaeJin (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora