Capitulo 4 ~•~ Sarunhays.

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POV Christopher.

A la mierda...

Mi cabeza empieza a palpitar mientras me siento y acaricio mi cien. Siento que la cabeza me puede explotar en cualquier momento.

—Cari, pásame una pastilla por favor.

—No soy "Cari" —Inmediatamente abro los ojos y lo primero que veo es una chica de cabello rojo con ropa negras. Me quedo observándola así como ella me observa a mi.

—¿Que ocurre? —Esta no es mi casa, menos mi trabajo. Antes de hablar más los recuerdos me invaden y miro a la chica con preocupación.

—Me van a matar ¿Cierto?

—Según tengo entendido, aún no lo haremos. —Empieza a caminar hasta una especie de mesita. —En un rato tendrás una reunión con el Concejo. Ellos verán que hacer contigo. Por ahora toma esto y espera tranquilo. —Ella me ofreció una píldora y agua.

—¿Cuánto llevo aquí? ¿Que es este lugar? ¿Que es el Concejo? ¿Quien eres tu?

—Wow, muchas preguntas chico. Supongo que o te matan o te dejan aquí así que da lo mismo si te lo explico o no. —Ella se acerca hasta tomar una silla y sentarse allí, justo frente a mi.

—Muy bien, llevas aquí cinco horas desde que te salvamos; este es el hospital solo te trajimos por el golpe que te dimos. —Sonrió luego de eso. Ella tiene una linda sonrisa, bueno, en general ella es linda, sus ojos cafés y su cabello rojo es muy atrayente. —El Concejo es como el gobierno en tu mundo y por último soy Tamina Black, un gusto.

Me quedo en silencio recibiendo la información.

—No entiendo. ¿Que demonios hago aquí?

—No lo sé, pero como dije antes, pronto tendrás una reunión con el Consejo y ellos te explicarán todo Christopher.

Si sabe algo más o no, no me lo dirá y por lo que ví antes ella es muy fuerte, si intento irme seguro me mata. Me concentro en mirarla, su rostro es pulido y es clara, su ropa es toda negra pero parece algo gótica, sus manos están cubiertas por unos guantes de cuero negros y su cabello es recogido en una coleta.

—Quiero preguntar algo ¿Tienes familia? —Su atención está completamente puesta en mi. Como si mi respuesta fuera importante.

—Si.

Veo como se levanta y sacude la ropa.

—Es hora de irnos, no mires a nadie, no hables con nadie y muestra respeto por el Concejo o estás muerto. —Me tomo un brazo y salimos de la habitación.

El pasillo por el que vamos era largo y al final habían escaleras. Tamina seguía conmigo detrás y empujándome para caminar por el lugar correcto. Hasta ahora no nos topamos con nadie pero tengo un mal presentimiento.

—Muéstrate fuerte, se aprovechan de la gente débil. —De alguna forma, siento como si ella estuviera preocupada. Cuando salimos del edificio vamos derecho por un camino entre árboles y luego de atravesar el pequeño camino empiezan a estar presentes las casas rústicas, una iglesia, tiendas y muchas personas, ahora noto que no todos están vestidos como Tamina, de hecho, ninguno. Algunos están vestidos de amarillo, azul, rosa e incluso rojo. Colores muy diferentes al negro que tiene la chica a mi lado.

Veo que todos tienen su atención puesta en nosotros pero al parecer a Tamina no le importa eso, ella solo sigue caminando conmigo. Escucho como sus zapatos suenan contra las piedras.

Este lugar parece un pueblo, solo que muy grande y no tan viejo. Poco a poco nos adentramos en lo que parece el centro de este lugar y a unos metros veo un palacio, si señores, un palacio de colores claros y algunas piedras o joyas de oro, esto parece un maldito cuento de princesas.

Protegerte (PTG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora