La oscuridad nunca fue un hogar, más yo pasé gran parte de mi vida allí. Mi misión siempre fue la misma, simplemente era El.
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Mi vida no era perfecta, más sin embargo, no era real y mucho menos era un caos. ¿Lo curioso? Todo empezó la noche que...
Mentiría si digo que dormí lo suficiente, pero algo es algo, ahora solamente me puedo rebajar a quejarme del dolor tan insoportable que siento en los brazos y en mi garganta. Esta mañana cuando desperté no había nadie en el castillo, nadie aparte de Sheir quien ha estado dándome clases de botánica todo el día sin parar.
—La botánica es un tema muy importante en nuestro mundo, puedes hacer muchas cosas si consigues los ingredientes necesarios, claro, no es algo que los humanos conozcan pero justo por eso te ayudaré a entenderlo. —Sheir tenía guantes de color blanco y un tapabocas igual al mío. —Algunos cuentos humanos no son del todo mentira así que pon atención.
Tomó varios tarros de cristal con plantas dentro.
—Estas plantas suelen ser medicinales para nosotros, pueden darnos tiempo de llegar a un sanatorio o realmente curarnos si las aplastas y pones en el lugar adecuado, claro, estando en batalla lo mejor es aplastarlas con la boca y mojarlas. Las reconocerlas por su variedad de tonos verdes y casi todas tienen rasgos lisos ¿Entiendes? —Sus ojos oscuros me observan con mucha paciencia.
—Si, claro.
—Ahora, la Verbena afecta un poco el sentido de ubicación y olfato de los vampiros, el eucalipto es especial para los lycanos, tiene un olor fuerte y es especialmente fácil de reconocer. Las hojas de menta no tienen efecto en nosotros más sin embargo son una especie de trampa para las hadas de naturaleza agua, a ellas les huele demasiado bien y tratan de recolectarlo. ¡Oh, este es mi favorito! Se dice que las rosas de pétalos negros eran un éxtasis para la raza de los dragones, claro, nunca lo comprobamos pero le tengo mucha fe a estas.
—¿Raza de dragones, ninfas de agua? No te entiendo Sheir.
—Tamina es la encargada de enseñarte Historia, ella te lo explicará. Continuemos... Para realizar las famosas posiciones se necesitan más de un ingrediente Chris, no te pierdas de nada...
Mientras ella me habla yo solo me concentro en verla, realmente Sheir es muy bella, su cabello color rubio natural es muy brillante y las ondas que lleva son muy llamativas. Sus ojos varían entre el azul y el gris sin ser demasiado extraño y son grandes lo cual los hace ver todavía mas llamativos. No es de gran estatura pero igual eso le da un toque tierno.
Lion tiene una buena pareja aquí, linda e inteligente, me atrevo a decir que de buen corazón incluso.
La forma en la que habla de las plantas me hace creer que no le aficionan las peleas realmente, mas sin embargo no quiero precipitarme, ¿Quien quita? Puede ser un AS en la espada o algo así.
Cuando Sheir se gira logro ver un tatuaje en su nuca y creo que es igual a los que tienen los demás miembros.
—Sheir...
—¿Si? —Se gira dándome toda su atención.
—¿Me muestras tu tatuaje? Veo que al parecer todos ustedes tienen un tatuaje parecido. —Señalo su cuello a lo que ella me sonríe.
—Claro. —Seguido de eso se gira y baja un poco su bata de laboratorio dejando ver perfectamente su tatuaje, es mas pequeño que el de Lion pero mas grande que el de Tamina y su diseño tiene mas picos que los otros que por el contrario tienen mas círculos. Si no recoge su cabello no me habría dado cuenta de que lo tiene.
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